Ayer empresas privadas de comunicación informaron que según la OPEP hubo una contracción de la extracción de petróleo en el país de 118 mil barriles diarios en noviembre, una manipulación parcial de la información. En realidad, en el reporte de diciembre, las fuentes de la OPEP registraron una contracción de la extracción de 42 mil barriles diarios, que no es una cifra desestimable y evidencia la continuidad de la tendencia a la disminución de la extracción de petróleo en el país. Pasando de 1.876.000 y a 1.834.000i. Eso implica que el aparato del Estado perdió en el mes de noviembre un ingreso de 69.552.000 dólares, al cotizar el petróleo venezolano un promedio de 55,20 dólares el barrilii. Pero, las empresas privadas de comunicación utilizaron las cifras aportadas por el gobierno nacional a la OPEP, donde se reconoció la totalidad de la reducción de la extracción petrolera en el país, que ya antes había informado la OPEP. En esos datos, el gobierno nacional informó de una disminución de la extracción de petróleo de 118 mil barriles diarios. Pasando de 1.955.000 a 1.837.000.
Más allá del uso interesado de los datos, continua la tendencia a la contracción de la extracción de petróleo en el país, y de mantenerse el próximo año se podría extraer solo 1.500.000 diarios. Los altos jerarcas militares y civiles del chavismo producto de su saqueo de PDVSA y la prioridad otorgada al pago de los vencimientos de la deuda externa, podrían de manera paradójica terminar cumpliendo su promesa: acabar con el llamado rentismo petrolero, pero sin antes promover transformaciones en la estructura productiva de Venezuela, y por ende destrozando la economía local. Es imposible restablecer los niveles de extracción de petróleo en el país, sin el aumento del salario real de la clase obrera petrolera venezolana y el fin de la persecución política a los obreros y técnicos en PDVSA, la unificación del tipo de cambio, la eliminación del regalo de la gasolina y la suspensión negociada o no del pago de la deuda externa. Es indispensable para reponer las capacidades productivas de la industria petrolera venezolana que la clase obrera petrolera tenga mejores condiciones laborales, que los dólares que le ingresan a PDVSA por sus exportaciones los pueda vender al Banco Central de Venezuela en un tipo de cambio acorde a los niveles de depreciación del bolívar, que PDVSA pueda evitar las enormes perdidas que sufre por el regalo de la gasolina en el mercado local y que PDVSA pueda importar maquinaria e insumos productivos necesarios para la extracción y refinación de petróleo.
Pero las medidas estatales mencionadas suponen atacar los privilegios económicos y políticos de la burocracia sindical del PSUV representada en Will Rangel, combatida desde hace varios años por el dirigente obrero José Bodas (militante del PSL y miembro de CCURA); acabar con la auto-asignación de dólares preferenciales por parte de los altos jerarcas militares y civiles del bloque gubernamental chavista para sus importaciones estatales y privadas fraudulentas, reducir abruptamente los márgenes de ganancia de los altos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que manejan el contrabando de extracción de gasolina en las fronteras del país y afectar los intereses del capital financiero transnacional. Por ello, mientras siga la misma correlación de fuerza regresiva, que se cristaliza en la continuidad del corporativismo cívico-militar del bloque gubernamental chavista, se mantendrán las circunstancias actuales que imponen la destrucción progresiva de PDVSA.
i Dato extraído del Reporte Mensual del Mercado Petrolero de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, consultado el 15-12-2017. http://www.opec.org/opec_web/en/publications/338.htm
ii Dato extraído de la página WEB del Ministerio del Poder Popular para el Petróleo, consultado el 15-12-2017. http://www.mpetromin.gob.ve/portalmenpet/secciones.php?option=view&idS=45
