A propósito de ser ciego

Los galpones de Ameliach

Los galpones repletos de comida que habría allanado la policía de Carabobo por órdenes del gobernador Rafael Lacava, terminaron siendo al parecer administrados por su antecesor Francisco Ameliach, quien en vez de desmentirlo, lo ratificó a través de su cuenta de Twitter¹, diciendo que  era una “sala situacional” del Partido “Socialista” Unido de Venezuela (PSUV). Lo insólito es que después que afirma lo primero,  transcurrieron 48 horas para venir a desmentir que tales “galpones” no le pertenecen al PSUV². Y entonces, ¿De quién o quiénes son tales toneladas de alimentos?

Y preguntamos ¿Qué vaina es esa de que una “sala situacional” de un partido político tiene toneladas de alimentos,  cuando el pueblo reclama comida en el medio de una terrible escasez y perversa inflación?  ¿Qué ocurriría si semejante cantidad de alimentos se hubiesen encontrado en una “sala situacional” de cualquier partido de oposición o algún particular, como por ejemplo anexa de empresas Polar, sin la debida certificación de origen y guías para la distribución de tales productos? Si me preguntan, diría, que Maduro, Cabello y toda la cúpula del PSUV, incluyendo la “constituyente”,  habrían emplazado al “fiscal” para que iniciara una “investigación” por “traición a la patria” a los involucrados, pero como en este caso el responsable es Francisco Ameliach, es decir, el integrante del máximo dúo dinámico panegírico y zascandil de Diosdado Cabello (el otro es Pedro Carreño), éste sale diciendo que es comida para el “pueblo” que debe ser distribuida por los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).

En otras palabras, Francisco Ameliach nos ve la cara de pendejos. Si esto fuera otro país, con una democracia en plena libertades y autonomía de poderes, hace tiempo tuviera orden de aprehensión por abuso de poder y mantener en clandestinidad toneladas de alimentos. Es curioso ¿Qué diferencia existe entre un comerciante que vende ropa y calzado a la vista de todo el público, pero tiene un espacio escondido para la venta de alimentos, y un político que no informa a las comunidades que tiene en su “administración”  por no decir bajo su poder, una considerable cantidad de productos para el consumo humano, y cuando éstos aparecen sale con su cara muy lavada, a decirnos que pertenecen al PSUV?

Hemos dicho que la cúpula del PSUV es una bazofia. Y en esa bazofia política,  Francisco Ameliach junto con Pedro Carreño y Diosdado Cabello representan un averno dentro de la putrefacción del país. No hay justificación,  ni argumento que valga para mantener toneladas de alimentos represados cuando tenemos miles y miles de compatriotas que comen de la basura. Cuando tenemos niños que no comen en sus escuelas. Cuando hay pacientes que no reciben alimentación en los hospitales. Cuando hay familias que se acuestan o pasan todo el día sin comer.

Francisco Ameliach cuyo estómago demuestra que no pasa hambre como millones de venezolanos es un individuo nefasto, oscuro de pensamientos y sentimientos. En un ser que merece todo el repudio, el rechazo, y la denuncia del pueblo honesto y trabajador ¡Claro! Aquí se aplica aquella máxima del saber popular: “Dime con quién andas, y te diré quién eres”.

El actual gobernador Rafael Lacava no es de nuestro agrado, en especial por su manera de conjugar el verbo y la forma de ver la política, pero si dentro de sus acciones, algunas de ellas van contra las cúpulas y mafias, especialmente si éstas son del PSUV y sus enchufados, puede tener la certeza que vamos a apoyarlo porque el hecho político debe estar consustanciado con el beneficio de las mayorías, por encima de los grupos y corruptos que se establecen desde el poder, y el partido oficialista no es la excepción.

Esta historia apenas comienza ¿Terminará Lacava en Barcelona, España, como le tocó a Isaías Rodríguez  retornar a Italia por meterse con Pedro Carreño? Ya veremos. Si es así, es evidente que Diosdado Cabello no perdona quien vaya contra sus designios, si por el contrario, Ameliach es quien pierde este asalto, podemos decir que comienza una rebelión dentro del PSUV, que por cierto, en pequeñito se ha manifestado en varios municipios del país, ante las imposiciones por las candidaturas municipales.

Los galpones de Ameliach han sido allanados por Lacava. Una sugerencia para Ameliach: no olvide que un pueblo sin comer en cualquier momento puede buscar cualquier forma en cómo saciar el hambre. No vaya a ser que la “sala situacional” del PSUV que esta vez estaba llena de alimentos, mañana sea más que un galpón donde se encuentre comida, y en consecuencia,  no esté la cúpula del partido rojo para salvarse de un allanamiento sino de una acción sobrevenida. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

 


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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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