La nueva ley del trabajo de Venezuela

Pasé los últimos siete días viajando por el país, entre la costa caribeña de Vargas y la frontera con Colombia al sur del estado Táchira, y en camino, mientras observaba lo que veía, me hice un montón de preguntas, y al final se me ocurrió una cosa.

Entre otras cosas, vi cosas que no había visto en tales proporciones desde hace mucho tiempo, cosas que eran comunes ver antes de Chávez pero que habían disminuido considerablemente después que Chávez llegara al poder, como por ejemplo los niños, jóvenes, y personas con problemas mentales, o de drogas, que viven en las calles de las ciudades de nuestra querida y muy maltratada Venezuela.

Gente, jóvenes, ancianos, y niños sin zapatos, negros del sucio, con poca ropa.

¿Se recuerdan como era en los años 1980-1990 antes de Chávez?

Bueno, parece que para allá vamos otra vez, después de Chávez.

También me llamó la atención el número relativamente elevado de personas de todas las edades que no están trabajando, sino que están sentadas en las plazas, haciendo nada, o pidiendo limosna, o haciendo el trabajo de sapos para las bandas criminales, o jugando lotería y caballos, o tomando cerveza, de día, en los días de semana, en las aceras frente a las miles de licorerías que se encuentran por todo el país, manteniendo y promulgando vicios que no contribuyen a nada productivo o positivo para nuestra sociedad.

Es casi como si estuviéramos intencionalmente promulgando el vicio y el hacer nada.

Me sorprendió de ver en cada ciudad, gigantescas colas de personas comprando productos de primera necesidad, obviamente para revenderlos o para hacer el contrabando hacia Colombia y otros países --- es decir, hay miles, pero probablemente millones de venezolanos y venezolanas que no trabajan en nada que sea productivo para el país, sino que simplemente compran y revenden cosas, abusando obviamente (para mí) del resto de los venezolanos y venezolanas que trabajan honorablemente y productivamente los días de la semana para contribuir al bienestar y desarrollo social y socio económico del país.

Mientras que una parte de la población construye con su trabajo honrado, día tras día, otros --- y yo los llamaría vagos y oportunistas abusadores sin conciencia --- están destruyendo el país y la sociedad al participar en la especulación, el acaparamiento, el contrabando, y la reventa ilícita e inmoral de los productos de primera necesidad.

NOTA: Para los lectores en el extranjero, lo que básicamente está ocurriendo aquí hoy en Venezuela es que los productos de primera necesidad son comprados en masa por bandas organizadas de revendedores y contrabandistas, incluso por muchos colombianos que vienen a nuestro país específicamente para hacer este tipo de nefasta actividad, quitándonos así casi todos los productos de necesidad básica de las tiendas, forzando a que la gente compre los productos revendidos en mercados clandestinos a precios 5 o 10 o más que el precio original. Uno de los grandes problemas es que la gente que compra para revender hace las compras principalmente de día, en los días de semana, cuando los que trabajan no pueden salir a comprar.

También me impresionó que en las grandes ciudades, el nivel de transito (trafico) ha disminuido muchísimo.  

Le pregunté a varios taxistas para que me digan por qué piensan ellos que está ocurriendo este extraño fenómeno, y todos sin excepción me dijeron que es a raíz de la falta de repuestos, hay muchos carros, camiones, y buses parados.

Bueno, eso significa que hay un montón más de personas que no están trabajando, es decir, taxistas, choferes, camioneros, etc. ¿Serán ellos los que andan por todos lados, sentados, haciendo nada, así como los millones de jóvenes venezolanos que tampoco hacen nada (ver abajo)?

Hmmm …

Entonces …

Para resumir, a primera vista me parece que hoy, comparado a cuando Chávez vivía, debe haber alrededor de 50% de la población adulta venezolana en edad de trabajar que realmente no trabaja, no contribuye a nada productivo ni positivo.

Hmmm …

También, con relación a la gente que anda en las calles, enfermas, sucias, con graves problemas psicológicos, o de drogas, etc., para mí es absolutamente obvio que desde que Chávez murió en el 2013 este gobierno de Maduro se ha empezado a transformar en un clon de los gobiernos que existían antes de Chávez --- y que existen en muchos de los países del norte --- donde el más necesitado, el más marginado, el más desafortunadamente disociado de la realidad es casi totalmente ignorado por la sociedad, como si esa persona no valiera ABSOLUTAMENTE NADA, como si fuera un perro sucio de la calle.

Eso me duele muchísimo.

Estaba tan orgullos de decirles, y mostrarles, a los canadienses que venían de visita a Venezuela, cómo la Revolución hizo para ocuparse de la gente marginada de las calles, pero ahora las ciudades de Venezuela, por la negligencia de este gobierno de sifrinos (momios) desconectados de la realidad, se han transformado en refugios a cielo abierto para los más necesitados de la sociedad, así como en las ciudades de Toronto, Vancouver, y Montreal, donde los gobiernos no hacen casi nada para esta gente.

NOTA: Para los lectores opositores que viven en Canadá, no me vengan con esa porquería de historia de los servicios sociales gratuitos, y que es culpa de esos “porquerías de marginados” ya que no aprovechan esa posibilidad de ayuda, o como ustedes opositores siempre me dicen, “se gastan todo en drogas,” estoy hablando de la gente que ustedes ven todos los días en las salidas de los metros cuando hace 20 bajo cero, durmiendo afuera del lado donde sale el aire menos frio del sistema de metro.  También hablo de los otros “vagabundos” que cada día se mueren del frio --- congelados como la carne en un congelador --- en los portones cerrados ya que nadie quiere darles refugio.

Eso, para mí, es una gran vergüenza, y me da muchísima pena tener que decirlo, y tener que aceptar la nueva realidad de que no hay nada de que ser orgulloso en ese aspecto bajo el mando de Maduro.

Es como si nuestro corazón, nuestro sano orgullo, y nuestra consciencia humanista social se voló por la ventana --- pero hacia el infierno --- el mismo día que se le voló el alma de Chávez de su cuerpo el 5 de marzo del 2013 al cielo.

Ya no puedo decirle a los extranjeros que la sociedad venezolana es más consciente y humanista que los países del norte donde dejan morir a esa gente del frio en las calles.  Aquí no habrá frio, pero ignorar a esta gente es equivalente a condenarlos a la muerte por ser socialmente “insignificantes,” y para mí eso no es aceptable.

Bueno, aquí también quisiera agregar otra observación antes de llegar a las ideas que se me ocurrieron (ver más abajo).

Más que nunca, y no solamente en las grandes ciudades, pero en casi todos los pueblos y caseríos de Venezuela, hoy se ve algo que en Venezuela solamente había visto en los barrios pobres más ardientes, o de noche en las calles de las grandes ciudades:

Pandillas de jóvenes que no estudian, ni trabajan, parados en las esquinas, por TODOS LADOS, fumando cigarros (cigarrillos) --- es más, cuestan una fortuna ahora --- haciendo nada, y amenazando a la gente con sus miradas y sus burlas, a veces con cuchillos o machetes en las manos, o palos, o sosteniendo un revolver debajo de la camisa.

Eso nunca era así antes en Venezuela excepto en ciertos lugares y a ciertas horas.

Y … no estoy hablando de jóvenes de 15-20 años de edad, quienes todavía buscan su “persona,” no, son jóvenes de todas las edades, de 12 a 25 años en general, y muchachas también, todos fumando, escupiendo, vestidos como pandilleros, y haciendo absolutamente nada útil o positivo para la sociedad.

Mucha gente --- en cualquier parte del país --- me dice que son familias de colombianos delincuentes que se han venido a Venezuela desde que Chávez murió para escaparse de la represión de Santos, y que han traído sus malas mañas a nuestro país.  

Personalmente, aquí donde yo vivo en la frontera, en un pueblito venezolano, eso es 100% verdad.  

Este pueblito ha aproximadamente doblado en población en los últimos 3 años, y casi la totalidad de los nuevos llegados son familias colombianas de delincuentes que ganan su vida robando y atracándonos, y desvalijándonos nuestras casas para revender el botín del otro lado de la frontera.

Es más, así como en Colombia, la mayoría de ellos andan armados.

Eso nunca fue así en este país.

LAS PREGUNTAS

Desde estas observaciones surgieron las siguientes preguntas:

Cuando se acabe esta bonanza del acaparamiento, la especulación,  la reventa, y el contrabando, ¿A qué se dedicarán los millones de venezolanos y/o colombianos en nuestro país que hoy se dedican a estas actividades ilícitas y a las actividades relacionadas, como la corrupción por ejemplo?

¿Estarán ellos dispuestos a cambiar radicalmente su estilo de vida, de pasar de muchísimo ingreso por poco trabajo, al ingreso regular por mucho trabajo?

¿O tendrán que dedicarse a la delincuencia, a las estafa, etc., ya que no saben hacer nada más?

¿Qué pasará con la nueva generación de muchachos y muchachas que están viendo hoy las enormes y desproporcionadas ganancias que sus padres generan siendo vagos, inmorales, inconscientes, estafadores, corruptos, etc.?

¿Qué es lo que estos jóvenes están aprendiendo?

¿Cómo estafar a su prójimo?

¿Cómo robarle al gobierno y a sus vecinos, como ser egoístas sin consciencia --- yo, yo, yo, y solamente yo, y yo también?

De estas preguntas surge una observación:

Si la mitad de la población está dispuesta a estafar, robar, y abusar de la otra mitad de la población al dedicarse a actividades ilegales e inmorales, entonces …

¿No será más fácil, y muchísimo más eficiente y eficaz reorientar la burocracia y las políticas del gobierno para que sean basadas en la malicia en vez de que sean basadas en el humanismo/socialismo del cual tanto se habla paja?   

Digo esto ya que --- y así lo observo --- si durante el tiempo de Chávez eran (en mi estimación) 3 de cada 10 personas que basaban su modo de vida en la malacia, en el egoísmo, en el individualismo, etc., y que hoy son (en mi estimación) 5 de cada 10 personas, entonces es casi seguro que dentro de un año serán 7 personas de cada 10 que basaran una parte significativa de sus actividades en la malicia --- simplemente porque para sobrevivir no tendrán otra opción practica.  

Es decir, la gran mayoría de la población, por lo menos el 70%, deberá ejercer en la malicia si quisiera sobrevivir esta selva de salvajismo capitalista en el cual no encontramos hoy.

Esto significa también que casi cualquier esfuerzo que haga el gobierno para implementar programas humanistas serán fracasos, sea a corto, mediano, o largo plazo, dependiendo del tiempo que se demore para que el cáncer social lo saquee y lo destruya.

Desafortunadamente, eso es lo que está ocurriendo hoy con la Misiones humanistas, poco a poco se están cayéndose a pedazos, a raíz del egoísmo y la malicia social sin Chávez.

LAS IDEAS

En base a las observaciones y preguntas hechas arriba, se me ocurrieron dos ideas que pudieran beneficiar a nuestra sociedad de manera práctica y efectiva, pero una es esencialmente el revés de la otra, es decir, una idea se basa en la malicia, o en lo moralmente cuestionable, mientras que la otra se basa en la buena voluntad, o en lo moralmente aceptable por la mayoría de la población del mundo, es decir, el humanismo.

IDEA 1 (con malicia)

Ya que desde hace décadas Venezuela ha sido [el principal] país del tránsito de la droga colombiana hacia Norteamérica y Europa, y ya que probablemente alrededor de 50% de la población venezolana, o posiblemente 60% ahora, está metida en actividades ilícitas e/u inmorales, bueno, ¿Por qué no transformar a Venezuela, en todos sus sentidos, en el país más eficiente y acomodizador para la industria mundial del narcotráfico y el lavado de dinero sucio.

La Asamblea Nacional pudiera aprobar leyes para que el lavado de dinero, especialmente en dólares, sea 100% legal en Venezuela.

El gobierno simplemente cobraría un porcentaje de cada transacción, y Venezuela sería el principal paraíso fiscal para toda la actividad criminal y de guerra/armamentos del mundo.

Tendríamos los “mejores” hoteles, casinos, burdeles, ranchos, clubes, etc., de todo el mundo.  Es más, sería totalmente legal en Venezuela ser mula para la droga colombiana que transita el país, y aun los efectivos de los cuerpos policiales y de la Fuerza Armada podrían legalmente participar, así ayudando a crear el “mejor” y más eficiente sistema de narcotráfico del mundo.

Todos los vagos de la sociedad pudieran trabajar con relación a esta industria, y todos los oportunistas, y los corruptos, etc. Además, esta actividad generaría grandes fuentes de empleo en todos los sectores de la sociedad.

Podríamos aun superar a Panamá, el cual ha sido desde algunos años uno de los más grandes paraísos fiscales para el lavado del dólar del narcotráfico.

Bueno, de esta manera aquí en Venezuela nunca nos faltarían esos miserables dólares que tanto los venezolanos buscamos para justificar el valor de nuestra existencia.

¡Tengo dólares, soy alguien!

Tendríamos así dos fuentes bastante seguras y constantes de dólares, los petrodólares y los narcodolares, cundo un baja, el otro sube, y viceversa.

En particular, los gringos, nuestros “mejores” clientes, no pararán de consumir drogas o petróleo.

Por qué no, ¿verdad?

IDEA 2 (con humanismo)

Creo que todos sabemos que de manera natural el NO HACER, o la vagabundería, y la flojera, atraen la delincuencia, el vicio, los pensamientos no positivos, y el orgullo malsano, mientras que el HACER estimula la creatividad, la productividad, los pensamientos positivos, y el sano orgullo (el sentido de honor).

Bueno, entonces, la Asamblea Nacional pudiera aprobar un ley que dice algo así:

“Toda persona entre 5 años y 50 años de edad que sea físicamente, psicológicamente, y mentalmente capaz de estudiar y/o trabajar, debe hacerlo. Toda esa gente debe estar aprendiendo o trabajando, y debe hacerlo durante por lo menos 6 horas diarias, excluyendo el tiempo de traslado, y 6 días la semana. El que no consiga trabajo, será mandado a trabajar en una fábrica del gobierno, produciendo para el país, donde también recibirá su comida y techo. Además, tendrá que participar en cursos y talleres de entrenamiento y conocimiento, de noche, cada día después del trabajo, 6 días la semana. Etc.”

En otras palabras, el 80% de la población (en mi estimación) estaría ocupada HACIENDO algo productivo 6 días la semana, así contribuyendo a una significativa reducción de la delincuencia social que hoy existe en este país Venezuela a causa del ocio.  

Simultáneamente se estaría cumpliendo con el deseo y la visión de Chávez de HACER de Venezuela un país potencia productivo, donde reinaría la buena voluntad social, el compartir, el colaborar, y la consciencia humanista, en vez de un país de donde reina la ley de la selva salvaje, de los delincuentes, contrabandistas, acaparadores, especuladores, oportunistas y corruptos.

En un sentido, se pudiera decir que esta última idea sería la nueva ley del trabajo de Venezuela.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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