De nuevo hacemos el llamado de atención acerca de que los bachaqueros siguen haciendo de las suyas y ahora no solamente con los alimentos regulados, sino hasta con los medicamentos y todo ello lo ofrecen a precios 20 veces y más al que tienen marcado como precio justo, a la luz del día y frente a las autoridades policiales (las del Municipio, la Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional) y nada sucede, lo cual nadie nos lo ha contado, sino que lo hemos visto con nuestros propios ojos, en la Plaza de Petare del Municipio Sucre y sus alrededores, en un radio no menor a los quinientos metros y quizás con mayor asombro, también, en los propios locales informales ubicados en la vía alterna que interconecta Macaracuy con al Cementerio del Este y El Cafetal, que lleva por nombre el del gran poeta portugués Luis de Camoes, en los que inicialmente sólo se vendían y/o alquilaban películas, ahora han sido convertidos en asiento de bachaqueros y allí los precios de los productos regulados son mucho mayores que en Petare, lo cual se explica porque esa es una vía obligada para amplios sectores de las clases medias acomodadas y de alta alcurnia, pues los “tierrúos” y los “pata el suelo” poco la transitan…

En el caso de la Guardia Nacional debemos decir que en días pasados nos  acercamos a un grupo de tres de sus efectivos que estaban en el sector de la Redoma de Petare y con el mayor respeto les preguntamos el por qué no actuaban en contra de esos bachaqueros, algunos de los cuales, por cierto, instalados dentro de los propios accesos al Metro, pues, les alegamos que estaban trasgrediendo un decreto del gobierno nacional del 2014 que prohíbe la reventa de alimentos regulados y sin balbucear, uno de ellos nos contestó que no tenían instrucciones para ello y que, además, su competencia no llegaba hasta allá, que eso era responsabilidad exclusiva de la policía municipal. Ante nuestra réplica, igualmente en tono respetuoso, pero sin tener a la mano el texto del decreto, sólo recibimos de ellos un movimiento de cabeza, que lo interpretamos como que muy poco o nada les importaba lo que les decíamos, por lo que nos retiramos y seguimos nuestro camino, eso sí, demasiados molestos…!!!

Quedamos con la sensación de que todos esos cuerpos de seguridad se instalan en el sector para proteger a quienes violan esa disposición del Presidente de la República y que, en lo absoluto dudamos, cobran por ello “peaje”. Algunos transeúntes que abordamos en el sitio nos agregaron que, efectivamente, se los exigen para que poder  operar con toda tranquilidad y, al parecer, son bastante jugosos y nos agregaron, además, que para evitar entre ellos conflictos en su cobro, han optado, de manera muy hábil, distribuirse la zona. ¿Será cierto que eso está ocurriendo?  No lo podemos afirmar, pero ante la realidad de que esas prácticas de corrupción no es posible ocultarlas, pues cada venezolano tiene sobre ellas más de un cuento, le corresponde a las altas instancias del gobierno averiguarlo con la urgencia debida y de ser ciertas, aplicar las sanciones más severas que contemplan las leyes…

Se trata de una falla muy grave de nuestras autoridades nacionales (las civiles y las uniformadas), pues no es posible encontrarle explicación alguna al hecho de que, existiendo un mandato expreso y sumamente claro del propio presidente de la República, a través de un decreto que firmó en el 2014 (*) prohibiendo de manera categórica la reventa de alimentos y bienes regulados, éste no sea acatado con todo  el debido rigor y más aún en estos momentos de crisis económica por la que atraviesa el país, debido a la caída abrupta de los precios del petróleo, pero más aún por la decisión de la oposición que tenemos de tumbar ya y sin más demora el gobierno Constitucional del Presidente Maduro, en cuyo plan se entrecruzan las distintas variantes de una feroz guerra económica, apoyada desde Washington, la que a esta altura es  imposible que alguien pueda negarla. El propio Obama dijo el pasado miércoles que en Venezuela debe producirse ya un cambio de gobierno y, obviamente, este atrevido acto de injerencia en nuestro país, además de ser intolerable, desnuda, sin más a la derecha criolla que hoy es mayoría en la AN y por ello está convencida que su poder llega a eso y a mucho más  

De manera que una vez más le reiteramos nuestro llamado al Presidente Maduro desde esta tribuna, para que tome nota de esta grave situación que tanto malestar provoca en el pueblo y a la que sólo le saca ventaja la oposición en su campaña de desprestigio persistente a su gobierno, con miras no sólo a que ordene el cúmplase ya del decreto, sino a imponer las sanciones que correspondan a las instancias burocráticas que tienen la obligación de acatarlo y no lo hicieron.  

(*)       Texto del decreto: gaceta oficial - Superintendencia de Precios Justos