Entonces, la próxima vez que compren un teléfono …

No sé si nos estamos dando cuenta lo suficiente del gran peligro en el cual estamos viviendo hoy en Venezuela, particularmente desde que se cerró parcialmente la frontera con Colombia hace alrededor de 5-6 meses a raíz del masivo contrabando de extracción de productos y divisas.

Antes de Chávez el pobre --- es decir alrededor de 70% de la población --- generalmente no tenia con que comprar productos de lujo, o de marca, o importaciones. Tampoco había mucha variedad en lo que comían ya que el costo de comer ocupaba a menudo la mayor parte de su presupuesto --- y si bien se recuerdan, aquí en Venezuela casi nunca se veía a gente gorda, la obesidad no era un problema social como lo es desde hace unos 10 años, cuando casi toda la población empezó a poder comer mucho.

De acuerdo con algunas fuentes de información, hoy Venezuela se encuentra en el lugar número 10 a nivel mundial con respecto a la obesidad, y numero 2 en Latinoamérica.

Ver: http://www.eluniversal.com/vida/140117/venezuela-es-el-decimo-pais-con-la-mayor-tasa-de-obesos

En general, el venezolano hoy come mucho, o mejor dicho, demasiado.

Bueno, el hecho de que el venezolano hoy tenga la capacidad de comprar muchas cosas, ha abierta las puertas al fenómeno social del consumismo descontrolado y descarado, irracional, y aun pervertido, tanto que hoy hay gente que hacen cola para comprar cualquier producto que sea, necesítenlo o no.

Se ha vuelto casi una enfermedad.

Ahora, me parece a mí que este fenómeno ha sido utilizado por la oposición venezolana, guiada por asesores estadounidenses, para hacer que una parte significativa de la población se vuelva contra el gobierno de Maduro --- lo que en parte causó la masiva pérdida de votos chavistas para la Asamblea Nacional el pasado 6 de diciembre.

Es decir, ya que la población en general se ha acostumbrado a comprar, y comprar, y comprar, y comer, y comer más, y comer aun más todavía, al quitar los productos de los anaqueles --- intencionalmente, dirigido por la oposición --- se ha posiblemente creado una especia de psicosis tipo:

“¡Donde está mi comida! ¡Donde está mi comida! ¡Donde está mi comida! Este gobierno quiere matarnos de hambre. ¡Fuera Maduro!”

Pero el hecho es que la GRAN MAYORIA de las personas que hacen las colas y que repiten esto en sus miserables cabezas, son obesos --- es fácil notarlo en cualquier parte que se hagan las colas.

Eso es psicosis --- instigada por supuesto por la basura de publicidad/propaganda sucia de la oposición venezolana.

Este tipo de fenómeno es casi como quitarle un juguete nuevo a un niño que nunca tuvo juguetes, buen, así me parece --- especialmente cuando uno ve a dos personas obesas haciendo la cola para comida, peleándose por un cupo.

También hay otro fenómeno --- uno que es extremadamente peligroso --- y no es invención o imaginación mía, sino que es un fenómeno que ya ha empezado a desarrollarse aquí en la frontera con Colombia donde vivo.

Un muy significativo porcentaje de la población se ha acostumbrado a ganar sus vidas ilegítimamente, criminalmente, y corruptamente, yo diría alrededor de 50% de la población.

Ganan su vida acaparando productos para la reventa, haciendo el contrabando, cobrando vacuna en la frontera con Colombia, transportando productos para el contrabando, comprando electrodomésticos y carros utilizando sobornos y palanca para después revenderlos a 5 veces el precio, o trabajan en la compra y reventa de dólares en el mercado paralelo, o estafan al gobierno a través de sus tarjetas de crédito obteniendo dólares preferenciales y revendiéndolos, etc.

Pudiese parecer como un fenómeno inocuo, pero no lo es --- es extremadamente peligroso.

Me explico.

A raíz de este nuevo modo de vida, desde la muerte de Chávez, lo cual genera enormes cantidades de dinero a nivel de la familia venezolana que está dispuesta a vender sus valores humanos para enriquecerse a espalda del venezolano honesto y trabajador, el nivel de producción dentro del país ha caído dramáticamente.

¿Por qué?

Bueno, porque ¿Qué “gafo” iría a trabajar en una fabrica para ganarse el salario mínimo trabajando como un esclavo, cuando puede trabajar por su cuenta en actividades ilícitas, las cuales este gobierno no ha sabido controlar efectivamente, ganándose 100 salarios mínimos con un mínimo de riesgo de ser arrestado?”

Pero, ¿Creen ustedes que esta “facilidad” durará por siempre?

La respuesta es, obviamente, no, este fenómeno tiene que acabarse en algún momento, probablemente en un futuro cercano.

Pero, ¿Qué ocurrirá cuando se termine esta bonanza?

¿A qué se dedicará el 50% de la población venezolana?

¿Creen que será fácil para ellos, y sus hijos, quienes han aprendido a acaparar, revender, especular, contrabandear, etc., volver a trabajar por el salario mínimo?

No señor, será como los dijo Jesucristo, “Será más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja.”

Me parece a mí evidente que será para ellos muchísimo más fácil dedicarse al narcotráfico, al robo, a la estafa, el atraco, el secuestro y la extorción --- y eso es exactamente lo que ha empezados aquí en la frontera con Colombia desde que la frontera fue parcialmente cerrada.

En otras palabras, al reducirse la oportunidad de ganarse la vida con el acaparamiento, la especulación, el contrabando, y la reventa de divisas, aumentará significativamente el nivel de delincuencia a nivel nacional, y me parece que eso ya empezado a ocurrir, no solamente en la frontera, sino que a nivel nacional.

La razón es sencilla, el contrabando, la especulación, y la reventa de divisas --- aunque ocurra principalmente en las fronteras, forma parte de una gran cadena “productiva” y generadora de grandes cantidades de dinero que afecta de alguna manera a todos el país, es más donde hay dinero, existen las mafias y la delincuencia.

Bueno, aquí en la frontera con Colombia donde vivo, este fenómeno del aumento masivo de la delincuencia ya ha comenzado a raíz del cierre parcial de la frontera.

Ahora estamos inundados de jóvenes delincuentes --- la mayoría colombianos --- y paramilitares dedicados al robo, al secuestro, y a la extorción ya que el contrabando ha disminuido substancialmente.

Pero el problema es muchísimos más grave todavía.

En mi estimación, solamente aquí en la frontera Venezuela/Colombia (Zulia, Táchira, Apure y Amazonas), debe haber alrededor de 2 millones de personas, de ambos lados de la frontera que se dedican casi exclusivamente a actividades ilícitas y criminales. También sé que en las costas del estado Sucre --- viví allí el años pasado --- un muy alto porcentaje de la población se dedica a este tipo de actividad, principalmente abasteciendo a Trinidad/Tobago, y las otras islas más afuera, con comida, medicina, combustible, mi casa bien equipada, etc.

Ahora, a raíz de que el contrabando y la especulación de productos y divisas forma parte de una inmensa cadena de comercio en el país, esto debe tener repercusiones en todo el país, o en casi todo, y esto se puede fácilmente confirmar con el hecho de que millones de venezolanos y venezolanas están involucradas en la venta de dólares preferenciales, en la importación ilícita de productos electrónicos desde Panamá, en la estafa al gobierno por dólares preferenciales con remesas estudiantiles y familiares hacia el exterior, etc.

En otras palabras, no existe casi ni un solo sector de la sociedad venezolana que no esté de alguna manera involucrada en este fenómeno.

Esto significa, que cuando se acabe esta bonanza --- la cual tiene que acabarse --- así como se está acabando (parcialmente) aquí en esta frontera, la delincuencia se nos explotará en la cara, pero de manera extremadamente violenta y peligrosa.

Ya ha empezado a ocurrir cosas relacionadas a este fenómeno a nivel nacional

Por ejemplo, ¿Quién pude hoy pagarse un teléfono celular?

Bueno, la única gente que puede pagarse eso fácilmente --- pero de manera honesta --- son esencialmente la gente de las clases media altas, y los ricos. Los otros que son capaces de adquirir estos productos fácilmente --- pero deshonestamente --- son los corruptos dentro del gobierno y sus instituciones, y los que ganan su vida con el contrabando y la reventa de divisas, y los ladrones.

¿No sé han preguntado cómo es que hay tanta gente, adultos, jóvenes, y aun niños, con teléfonos inteligentes, cuando casi nadie puede pagarse un teléfono de ese tipo?

Realmente, la única manera práctica de pagarse un teléfono hoy en Venezuela, es de comprarlo robado.

¿No se han preguntado por qué ha incrementado el robo de teléfonos a nivel nacional?

Bueno, es por eso.

Lo mismo ocurre con los electrodomésticos, los cauchos, los repuestos para vehículos, y muchísimos otros productos, la única manera práctica de poder adquirir estos productos es de conseguirlos robados.

NOTA: Muchos comercios ahora están involucrados en el robo también, o venden artículos robados, por ejemplo, Movilnet, la empresa telefónica celular del gobierno, vendió mi línea de teléfono a otra persona, es decir, me robaron la línea, y el dinero que tenía en esa cuenta, y la oficina de Digitel un proveedor celular me vendió un aparato Wifi robado --- lo supe después -- y a raíz de eso, Digitel me trancó la línea, robándome alrededor de 600 Bs. que tenía en esa cuenta.

No sé si me explico lo suficiente bien.

Estamos creando una nueva industria nacional en Venezuela: la industria del robo.

Ese nefasto fenómeno del consumismo descarado nos ha llevado a tal punto que como sociedad, nosotros las víctimas de la delincuencia (ejemplo: robo de celulares en las busetas), somos los mismos que promulgamos la delincuencia al comprar teléfonos robados.

El papa habló recientemente sobre el consumismo descarado, y creo que él sí se ha dado cuenta del gran peligro en el cual estamos viviendo a raíz de esta nefasta e irracional práctica cotidiana.

Ver: http://www.aporrea.org/internacionales/n283240.html

¿Cuándo despertaremos?

¿Hoy?

¿O mañana cuando sea demasiado tarde?

Entonces, la próxima vez que compren un teléfono …



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

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