Tiempos de guerra, de ajustes salariales, tiempo de sinceración del salario porque los patronos no pagan lo que deben

Hoy comienza un nuevo salario mínimo en la Venezuela bolivariana, la de los tiempos modernos cargados de revoluciones iniciadas exitosamente por Hugo Rafael Chávez Frías.

Nos hallamos en guerra y por esta debemos entender luchas, batallas y victorias.  La gente trabajadora jamás ha vivido en paz, sus cortas o largas vidas las ha pasado en guerra permanente con sus explotadores, sus colonizadores, sus esclavizadores, sus avasalladores  y hoy sus asalariadores.

Casi todas las batallas las ha perdido el proletario frente a un poderoso enemigo que cuenta y ha contado con esquiroles, con policías, con militares, con gobernantes, con traidores a las justas causas proletarias, y extraídos todos de la propia masa de trabajadores.

Esa traición continúa; corre a cargo de líderes que no han sabido cuadrarse en la acera correcta. La lista de estos gobernantes vendidos o comprados por el enemigo es larga y se pierde en el tiempo de las luchas populares que han acompañado al hombre de trabajo.

El trabajador primero lucha con sus patronos, luego con los comerciantes, quienes, como zamuros hambrientos, quieren devorar hasta las vísceras del miserable salario que siempre ha devengado de esos patronos montados en su lucha contra los empobrecidos trabajadores.

Todos los mecanismos de la explotación burguesa están dirigidos a sacar la máxima ganancia de sus empresas, y, como eso es así, de ningún patrono puede esperarse sinceridad   en su paga semanal ni quincenal, ni el reconocimiento correcto de las vacaciones, ni en el reparto de utilidades ni en ninguna  de las cláusulas contractuales ni de los Artículos de la LOTTT[1].

Efectivamente, por este mismo medio hemos hecho del conocimiento del proletariado mundial que, por ejemplo, en Venezuela, jamás patrono alguno ha pagado correctamente lo que le corresponde al trabajador, más allá de la molestosa  plusvalía que no terminan de reconocer.

Por eso, hoy que el trabajador empieza a devengar un mejor salario, es tiempo de ajustar cuentas viejas, de sincerar la paga semanal y quincenal, la paga de las vacaciones, de los bonos, de las horas extras, de los aguinaldos[2].

01/02/2015 01:24:40 p.m.


[1] Ley orgánica del trabajo, de los trabajadores y trabajadoras.

[2] Véase: http://www.aporrea.org/actualidad/a85543.HTML

 

 

 



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Manuel C. Martínez


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