17/06.- Félix Eduardo Contreras Rosario (19) es el nombre del muchacho fallecido por asfixia a causa de la estampida ocurrida cuando detonaron la lacrimógena
Edilia Rosario y Fernando Acevedo perdieron a su único hijo en el siniestro ocurrido la madrugada del sábado en el club Los Cotorros ubicado en El Paraíso.
"Cuando nos enteramos, lo buscamos por varios sitios y hallamos el cuerpo en la Clínica Popular del Paraíso", contó su papá Fernando Acevedo. "Estaba sin zapatos y sin correa", acotó el hombre sentado en el lobby de la morgue de Bello Monte a la espera de que le entreguen el cuerpo para velarlo.
Félix Eduardo era bachiller, vivía en San Agustín del Norte y estudiaba música en un instituto de Los Dos Caminos. "Iba a grabar un CD de hip-hop", comentó el papá mientras nos enseñaba una foto del joven que guarda en su celular.
Familias incompletas
En la Funeraria Vallés velaban a tres de los fallecidos en el club Los Cotorros: Adrián Alejandro Blanco Morales (16), Keisnel Tovar Ramírez (21) y Angie Castro.
Eliardo Pacheco, papá de Adrián Alejandro, reclamó el hecho de que se le permita a un muchacho cargar una bomba lacrimógena. Comentó que su hijo era basquetbolista de Los Broncos, un equipo del Distrito Capital que actualmente participaba en un torneo local.
La mamá de Keisnel Tovar contó que se enteró del hecho por unas amigas que la llamaron.
"Ella llegó con signos vitales al Pérez Carreño, pero después murió", acotó la mujer toda llorosa. En la capilla velatoria estaban sus compañeros de estudios. Keisnel cursaba Administración en la Universidad Alejandro de Humboldt. Practicaba ciclismo y fútbol.En el área donde estaba el ataúd con los restos de Angie Contreras había un grupo de la "Promo 30. Liceo Simón Rodríguez, El Paraíso". Se graduaron de bachillerato el año pasado. Angie solía patinetear en el parque Naciones Unidas. En la morgue de Bello Monte aún quedan cuatro cadáveres sin ser retirados.