¿Paro de transporte insurreccional?

Estos días de comienzo de marzo no pueden ser más reveladores, mientras el imperio yanqui interviene, cada vez, más activamente, en nuestra campaña electoral para elegir los diputados de la Asamblea Nacional, ante la debilidad de sus agentes en nuestra Patria (AD, Copei, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Proyecto Venezuela, Bandera Rosa, Podemos, MAS, Conferencia Episcopal, CTV, Fedecámaras, Consejos Universitarios de la UCV, UC, UDO, LUZ, ULA, Fapuv y sus asociaciones profesorales, FCU de algunas universidades autónomas, Globovisión, Rctv, El Nazional, El Universal, La Voz, organismos gremiales y colegios profesionales, entre otros y otras), ha optado por activar sus organismos internacionales incondicionales (CIDH, Tribunales españoles, OEA, Sip, DEA, DAS, gobiernos títeres como el colombiano, peruano, entre otros) a fin de reforzar la debilidad interna de sus agentes. Se está dando con todo, a fin de revertir la realidad y mostrar al mundo, una imagen de un País forajido y violador de los derechos humanos, económicos, culturales y sociales de su pueblo, además de protector del terrorismo internacional y complaciente con el tráfico de drogas. En esta campaña, el imperio cuenta con la complicidad de sus agentes internos, apátridas todas y todos. No hay duda que dicha campaña arreciará, sobre todo ahora, que nuestros pueblos han decidido avanzar hacia la constitución de un organismo integrador distinto a la OEA, en el cual no será posible la participación de EEUU y Canadá. Está picado de serpiente el imperio, sus pasos serán más violentos e irracionales, consciente como está, que sus antiguas colonias hoy claman por sus independencias. Esto, debemos tenerlo bien claro, compatriotas. Han desatado una guerra mediática y discursiva, cuyo objetivo no es otro que apalancar las posibilidades de acceder a la Asamblea Nacional a sus agentes apátridas del oposicionismo, y dicha guerra no culminará hasta septiembre próximo y más allá, así que agarremos palco porque apenas comienzan en sus pretensiones de descrédito de la Patria del Libertador Simón Bolívar.

La punta de lanza en las calles, continúan siendo las universidades autónomas y privadas, cuyas autoridades están hasta los tequeteques comprometidas en convertir las instituciones universitarias en partidos de oposición al Gobierno Revolucionario y Pueblo venezolano. Mientras, y tome nota camarada Edgardo Ramírez, nuevo ministro de educación superior, los recursos enviados en diciembre pasado para honrar el compromiso adquirido con las trabajadoras y trabajadores universitarios, de la Prima de Antigüedad, aún no se les cancela; pese a que dichos recursos están en las universidades desde diciembre de 2009, como fue acordado. Lo sospechoso de esto, es el silencio estruendoso que están guardando los sindicatos, revolucionarios y patronales, ante esta irregularidad administrativa; la Contraloría General de la República, CGR, también debería meter sus narices e investigar sobre el destino de esos recursos enviados por el pueblo venezolano en provecho de las trabajadoras y trabajadores universitarios. Se les reintegrará a éstos y estas, los intereses devengados por la colocación en la banca privada de éstos recursos dirigidos a dar cumplimiento a esa cláusula de la Normativa Laboral Universitaria? Parte de la plusvalía generada por la colocación de esos recursos, será que no les llega a las trabajadoras y trabajadores universitarios, pero sí a la dirigencia sindical? Muchas dudas debe aclararnos la CGR.

Lo cierto es que con la salida de Alberto Fedérico Ravel de la dirección de Globoterror, la movilización de las “manitas blancas” se vino a pique, ante tal suceso, las autoridades universitarias tuvieron que convertirse en dirigentes sindicales, para mantener vivo el descontento universitario, es así, que en Febrero, las instituciones universitarias se vieron afectadas por tres (3) paros profesorales, afectándose con ello, el proceso formativo de los estudiantes universitarios. La semana que recién terminó, fuimos testigo del fracaso contundente de la muy promocionada “toma de Caracas”, actividad opositora que pretendía mostrar a las venezolanas y venezolanos, el alto rechazo que existe contra las actuaciones del Gobierno Revolucionario, la realidad no puede ser más contundente, ni cien (100) profesores se movilizaron en respaldo de tal actividad. Fracasada la misma, comienzan a salir a la luz pública las características del evento antes mencionado, sus objetivos y alcances. Ya en domingos pasados, el camarada J.V. Rangel en su programa televisivo, nos informaba del carácter insurreccional de las pacíficas marchas estudiantiles. Igualmente, informaba que la “toma de Caracas” iría acompañada de un paro de transporte, cuyo objetivo no era otro que profundizar el descontento opositor. Lo cierto fue, que dicho paro de transportistas no pudo concretarse la semana pasada, no se realizó.

Sería esta semana, comienzos de marzo, en que los factores de la contrarrevolución concretarían su aspiración de ejecutar un paro de transporte, no pudiendo realizarlo en toda Caracas, lo llevan a cabo, de manera parcial; el lugar: parroquia 23 de Enero, la excusa: el asesinato de un compañero transportista, la metodología: no sacar las camionetas, combinado con trancas de las principales vías de esta populosa parroquia caraqueña, allí su carácter insurreccional, violento. Los afectados: el pueblo trabajador o trabajadora, quien se vió impedido de trasladarse a su sitio de trabajo. El supuesto responsable: el Gobierno Revolucionario, quien no actúa contra el hampa. Algo que pudiera resultarnos inocente y fuera de la política opositora, no lo es tal. Si hay que crear los justificativos, para eso fueron traídos los paramilitares desde Colombia o todavía seguimos creyendo que los heridos de Gouveia en Plaza Altamira fue algo fortuito, o los asesinados en los alrededores de Puente Llaguno el 11 de abril de 2002, lo fueron por los mal llamados “pistoleros de Llaguno”, cuando los militares golpistas en su pronunciamiento grabado, días antes, ya sabían que habrían muertos y heridos ese día.

Esta nueva experiencia de güarimba, del sector transporte, es oportuna para que reflexionemos sobre la necesidad que tiene el pueblo venezolano y sus gobiernos municipales y nacionales, de propiciar la creación del Sistema de Transporte Socialista, suena absurdo que, sea la derecha apátrida la que mejor ha entendido esa necesidad popular; el TransChacao es una excelente iniciativa que apunta en esa dirección y tómese en cuenta que esa Alcaldía cuenta con gobernantes faltos de sensibilidad social y enraizados en criterios de costo-beneficio. En contraposición, quienes se autoproclaman como Socialistas, desde sus posiciones de poder municipal, se han limitado a reforzar la anarquía del vigente sistema de transporte capitalista, concentrado en centenares de unidades o líneas de transporte, cuya única aspiración cada año, es la de incrementar su tasa de ganancia, vía aumento de pasaje, sin importarle en lo más mínimo, el confort y la calidad del servicio que presta al pueblo venezolano. Experiencias como la del BusCaracas, copiadas de modelos extranjeros, inadaptables a la topografía caraqueña, con su ruta destinada a beneficiar a los sectores medios del centro de Caracas; mientras, en nuestras parroquias populares el pueblo se ve afectado por el mal servicio que les prestan las líneas de autobusetes, con sus asientos rotos, sin ventilación interior, choferes mal encarados, que trabajan en horarios restringidos hasta las 8 pm, lo que obliga al pueblo a utilizar sus ingresos para cancelar “carreritas” a fin de poder llegar a sus viviendas después de su jornada laboral, evidencian el poco interés de nuestros gobernantes por atender las necesidades de nuestro pueblo, de mejores servicios de transporte. Presos deberían estar los propulsores de ese desaguisado, mal llamado BusCaracas; que se ha tragado miles de millones de bolívares del erario público, que bien pudieron haber sido usados en la creación de nuevas rutas del Metro Bus en nuestras parroquias populares, mejor servicio imposible, como lo demuestra la ruta 605 que, precisamente, presta sus servicios en algunas zonas del 23 de Enero.

La expansión del Metro Bus en todas las parroquias del municipio Libertador es una aspiración de nuestro pueblo caraqueño, que bien merece que el camarada Jorge Rodríguez estudie su factibilidad, si hablamos de la Caracas Socialista; con el sistema de transporte existente actualmente, no vamos por esa ruta, la anarquía capitalista lo que nos dejó en materia de transporte es lo que tenemos: colas, mal servicio y costoso, dejar al pueblo a merced de los transportistas, cuando estos les dé la gana de paralizarse. Que sirva esta nueva güarimba opositora, como llamado de alerta a nuestros gobernantes, urge el Sistema de Transporte Socialista.


Caracas, 03 de marzo de 2010


henryesc@yahoo.es


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Henry Escalante


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