El diálogo y la piñata

I
Wladimir Villegas escribió en su columna de El Nacional (24/02/09) lo siguiente: "José Vicente Rangel ha puesto el dedo en la llaga al insistir en la urgencia del diálogo político entre el Gobierno y la oposición y al plantear la necesidad de tender puentes, lo cual no implica que ningún sector renuncie a sus puntos de vista ni a sus convicciones ideológicas" -luego ha habido pronunciamientos similares y también contrarios. El colega recoge lo dicho por mi a raíz del referéndum sobre la enmienda constitucional. Algo que también he tocado antes del citado evento comicial. Como persona que opina y expresa puntos de vista sin pretender imponerlos a nadie. Pero claro, el diálogo tiene enemigos y como a la piñata todos quieren caerle a palo. También al que lo plantea.

II
Estoy convencido -y lo he expuesto en público y en privadode la necesidad de reconstruir el tejido social y humano del país. Luego de diez años de proceso revolucionario, en medio de grandes aciertos -también de desaciertos-; con la evidencia irrebatible de que Venezuela cambió positivamente y que el liderazgo de Chávez es factor determinante en la nueva realidad, se impone una apertura.

Se impone una política que no implique renuncia a los principios, repetir pactos infames y, menos aún, revertir los cambios sociales logrados, mientras al mismo tiempo se apuntala la normalización de la vida nacional. Estoy consciente que en una etapa revolucionaria son muchos los factores que promueven tensiones y agudizan contradicciones, más la prioridad en tal circunstancia es lograr que los cambios se den al más bajo costo social y humano posible.

III
Para mi el gobierno de Chávez estará siempre amenazado por intereses internos y externos en tanto se mantenga fiel al proyecto de la revolución bolivariana, pero ya hoy no lo está como lo estuvo en los años en que se desató la locura de un sector irresponsable de la sociedad que, prácticamente, nos lanzó al abismo de la violencia. Hoy el Gobierno está consolidado sin mermar el funcionamiento democrático del país --al contrario, está potenciándolo--, ni afectar el desenvolvimiento de las instituciones. Cada vez que el pueblo es convocado a elecciones, sufraga con propiedad y suficiente transparencia. Esta característica sólo la niegan aquellos que carecen de apoyo popular o siguen pensando que el atajo es la vía apropiada para solventar los problemas nacionales.

IV
Dialogar no es claudicar: es una manera de afirmar posiciones. Tender puentes a otros compatriotas de los cuales se disiente, no es traicionar. Buscar acuerdos mínimos para que los venezolanos saltemos el muro de la incomunicación, no es renunciar a los principios. La historia está hecha no sólo de confrontaciones, guerras y violencia, sino de oportunos acuerdos para restablecer la convivencia. Peores situaciones que las vividas por los venezolanos durante la última década, las vivimos en el pasado y las padecieron otras naciones.

Sin embargo, sentándose en torno a una mesa las partes en conflicto superaron lo que lucía imposible.

V No poseo un manual de búsqueda en materia de diálogo, es decir, una especie mapa para rescatar el valor de las palabras, poner a éstas al servicio de la paz y evitar la violencia.

Un detector de las palabras malditas, las que muerte, y asumir aquellas que reivindican la vida. Diálogo no es una mala palabra --aún causan cuando algunos sospechan de ella--, en cambio sí lo es la negación entre compatriotas. Pero hay personas --lo menciono siempre porque me parece ilustrativo-- que cuando escuchan la palabra diálogo reaccionan como aquel jerarca nazi que amenazaba con sacar la pistola.

VI
Chávez ha dado suficientes demostraciones de su disposición natural a dialogar. De que es capaz de hacerlo en circunstancias especiales. En momentos críticos ha depuesto rasgos pugnaces de su carácter para apelar a la búsqueda de consenso con quienes estuvieron dispuestos no solo a derrocarlo sino a eliminarlo físicamente. A él le corresponde dar un aporte para que el proceso que dirige se encamine por rutas más despejadas y en un clima menos crispado.

Además, hacerlo sería una buena oportunidad para probar a la oposición, su actual grado de sensatez, y si los errores del pasado le sirvieron de algo.

Ojo: No pretendo trazar líneas, fijar la senda por donde deben marchar tanto el chavismo y como la oposición. La definición táctica y estratégica corresponde a los dirigentes involucrados. Pero reivindico mi derecho a opinar. Como siempre lo he hecho. Y ésta, sin duda, es una materia para el debate de las ideas, como ahora se dice. Eso si, pienso que "París -en este caso la paz- bien vale una misa".


LABERINTO

La visión imperial
no la desaloja de la Casa Blanca un presidente porque sea negro y bien intencionado. Está muy arraigada allí. Es la esencia del sistema. Por eso el lenguaje del gobierno de Obama, el de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, tienen rasgos del que emplearon los Bush y aquellos que los antecedieron...


Venezuela es
, no cabe duda, un test para el actual gobierno de EEUU. No es el gobierno de Obama el que define lo que es Venezuela, con informes grotescos como el de la situación de los derechos humanos en el país y la droga. Todo lo contrario: el tema Venezuela es el que definirá el rumbo del gobierno de Obama en la región...


Porque fuera
de este tema hay otros que alarman al mundo y echan sombras sobre la gestión del nuevo mandatario. Ejemplo: en el primer presupuesto solicitado por Obama al Congreso, 250 mil millones de dólares son para apoyar a los Bancos corruptos, generadores de la crisis, y 200 mil millones para la guerra. ¿Dónde está el dinero para los millones de pobres desasistidos de esa nación?
Fedecámaras:
¿Hasta cuando un organismos que gremialmente nada representa pretende liderizar el empresariado y asumir una vocería sin legitimidad alguna? Parece que no es suficiente la manera como la cúpula de ese cascarón vacío se involucró en pasadas aventuras con presidentes como Carmona y Fernández.

Resultado: Nadie lo toma en cuenta, ni el Gobierno ni los propios empresarios....


El general
Mario Montoya excomandante del Ejército colombiano, "héroe" del rescate de Ingrid Betancourt y otros secuestrados -actual embajador de su país en República Dominicana-, acaba de ser acusado ante un tribunal de New York por el jefe paramilitar Diego Morillo, alias Don Berna, de colaborar con el Bloque de las Autodefensas de Colombia, en numerosas masacres de campesinos...


A propósito
del vecino país: sigue el jueguito Uribe/ Santos. ¿En verdad hay divergencias entre ellos? Santos declaró en el Departamento de Defensa de USA que el DAS debía ser eliminado. Uribe lo recriminó.

Luego hizo una declaración inusitada, comprometedora la política exterior colombiana, al plantear la legitima defensa, equivalente a violar la soberanía de cualquier nación. De nuevo lo regañó Uribe. En concreto: ¿Quién es el bueno y quién el malo de la partida? ¿O simplemente se trata de las dos caras de la misma moneda?

jvrangelv@yahoo.es


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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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