Suegra go home

Mi suegra asistió a las afueras de la embajada de EE.UU. Llegó allí el domingo 29 de febrero, cuando en toda Caracas, un gentío marchaba rumbo al Jardín Botánico.

Estaba allí con un grupo de gente pidiendo a EE.UU no sé qué cosa. En realidad, cada vez que le pregunto, no me quiere contestar, lo que sí dice es que: “Yo prefiero a Bush que a este hombre que tenemos”.

Llegó a la casa con una pancarta: “Bush, te esperamos”, y la colocó en la sala. La bandera americana que había llevado la puso en un jarrón en la mesa y luego sentó sus ciento y tantos kilos en el mueble de la sala.

Cuando nos vio llegar – a su hija y a mí- que veníamos de la marcha pero no logramos entrar porque había gente por todas partes, se levantó y dijo:

- Llegaron las hordas.

No dijimos nada y seguimos, ella nos dijo:

- Deja que vengan los marines para que vean cuánto van a durar.

Seguimos caminando para no caer en provocaciones y subimos a saludar a nuestros hijos que jugaban alegremente en el piso de arriba, ella, mientras tanto, desde abajo nos gritó:

- Cuando venga Bush vamos a tener un gran presidente. Y se va a acabar esa chusma.

Después nos reunimos mi esposa y mis hijos para asumir una posición contra mi suegra. La verdad es que últimamente ha ido perdiendo la razón y la infofrenia la tiene más gorda.

Meditamos en torno a qué hacer. Porque mi suegra cocina muy bien, y se encarga de los chamos cuando nosotros estamos fuera de la casa. También es cierto que los niños la quieren mucho porque les hace las tareas y les prepara ricos platos.

Pusimos sobre la mesa de negociación las fortalezas y las debilidades para seguir viviendo con mi suegra. Meditamos durante cuatro horas. Y aunque parezca mentira, yo la estaba defendiendo y su hija la estaba atacando.

Mientras discutíamos escuchamos los gritos de mi suegra que nos estaba llamando.

- Esas hordas, bajen a comer. Esa chusma que se apure.

Ahí decidimos hacer una pancarta y escribir con letras grandísimas: Suegra go home. Así bajamos los cuatro, sosteniendo la pancarta bien en alto.

Cuando nos vio bajar con la pancarta dijo:

- Llegaron los invasores.

Parece que para sacar a mi suegra de la casa, voy a tener que pedirle ayuda a EE.UU








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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

 robertomalaver@gmail.com      @robertomalaver

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