Otro mensaje
a los camaradas del Partido Comunista de Venezuela. Pero, antes
de entrar en materia, un pequeño recuento a la mayoría de los dirigentes
que, por razones obvias, no son de mi coetaneidad. Por supuesto, exceptuado
Jerónimo, el cumanés Carrera, con quien he tenido poco intercambio
y a quien le pido disculpas por expresarme en primera persona y dejar
por fuera a “Chuchú”, el otro cumanés que nos presentó. Por lo
demás, es que hasta Eduardo Gallegos Mancera y Pedro Ortega se nos
fueron detrás de Gustavo.
Al camarada
Machado lo conocí ocasionalmente en el despacho de la Inspectoría
del Trabajo acá en Barcelona cuando visitaba a Báez Meneses, amigo
y camarada suyo (este servidor era un joven luchador, obrero del
carbón). Baéz Meneses, de los hacendados de Las Adjuntas, prestado
a la revolución y, de paso, al servicio del gobierno de Isaías Medina
Angarita.
Desde entonces,
la percepción que tuvimos en cuanto a los principios doctrinarios del
comunista Gustavo Machado, no obstante su formación de joven venido
de la burguesía caraqueña, fue una indoblegable y única misión de
lucha por la clase obrera y campesina que no le dejaron tiempo para
el regateo de posiciones burocráticas, a excepción de aquellas que
fueron propuestas por el pueblo, y que le permitieran hacer valer la
voz de los que no tenían tribuna.
La pasada semana,
a propósito de los 110 años del nacimiento del revolucionario nacido
en rica cuna (Bolívar también, y murió pobre) el vocerío comunista
de hoy gritó con una voz que insinúa coincidencia, cuando dijo que
Gustavo Machado propuso su candidatura a la presidencia de la República,
y “llegó de tercero”. Nos movimos entonces con esa propuesta, muy
a conciencia de lo simbólico y con el sólo deseo porque el pueblo
supiera que el partido, vanguardia de los revolucionarios, no estaba
acabado como pregonaban el imperialismo yanqui y sus serviles criollos.
Llegamos de tercero con Gustavo y el PCV con su prestigio bien
ganado.
Ahora otra
vez el yo. Es que me encuentro como aquel paria cuando dijo que “….ninguno
ha venido a verme…” Entonces, a pesar de los pesares, a través
de estas palabras escritas, les sugiero, una vez más, que no
se aparten de la lucha en la defensa del proletariado. No olviden
al campesino y al pescador, que son los que alimentan al obrero. De
su dedicación a tiempo completo a la unidad y defensa del proletariado,
depende el arribo a estadios superiores de gobierno. Desde este rincón
de la Patria no se avisora, en lo inmediato, el acceso a esa
escala superior de poder. Seamos sinceros con nosotros mismos.
No es la meta,
pero tenemos lo más preciado para los comunistas en su larga lucha
a favor de los desposeídos de la tierra: Libertad plena camino al Socialismo.
Además, la gran oportunidad para el reimpulso de los sindicatos campesinos
que ayuden a la incorporación masiva de los desempleados a la producción
agraria.
Camaradas,
tomando en cuenta la importancia de la unidad anti-imperialista, los
regateos por una primera magistratura regional incierta, no dejan de
ser un estorbo. Es que, por la medida chiquita, dispersan voluntades.
Y cuidado con los desesperados interioranos.
Para terminar
y sin proponer acaparar la razón, es oportuno recordarles, incluido
el Presidente Chávez, que este servidor alertó cuando el líder
propuso la disolución de los partidos aliados para constituir el partido
de la unidad, respecto al imposible de la disolución del Partido
Comunista de Venezuela con 70 años de fundado y una historia de combate
intachable. Son héroes. Por ellos, ¡Patria, Socialismo o Barbarie.
Venceremos!.
*Pedromendez_bna yahoo.es