Las traiciones forman parte de la lucha... no bajemos la guardia

¿Quien dijo miedo? Salgan si las tienen bien puestas

Toda Revolución lleva intrínsecamente ligada a si la traición. No ha habido revolución en el mundo que no haya tenido su (s) Juda (s) y la venezolana no puede ser la excepción a la regla, desde el recordado Miquilena y los famosos 35 diputados que ya estaban cuadrados para juramentar el "nuevo Presidente", nombres que nunca se conocieron, hasta la más reciente, la publicidad ha jugado un papel determinante; los show mediáticos están a la orden del día y nada mejor que una saltada de talanquera para afirmar con bombos y platillos que "ya el gobierno cae", "esta vez si no se salva" y unas cuantas cosas más que llegan al extremo de la estupidez.

Ahora, quiero insistir en el perfil del traidor, ¿Quienes son los potenciales traidores? Cuando el presidente hablaba solo de revolución bolivariana, muchos "vivos" sostenían, "Bolivarianos somos todos"; cuando se inicia el plan de profundización del proyecto y se plantea el socialismo como alternativa, aquel 15 de Diciembre del año pasado, fueron muchos que con la sonrisa entrecortada se toparon con la "terrible" realidad, terrible para ellos, claro porque venían "progresando" sobre todo en materia económica. Luego el calvario para éstos se hizo más patente cuando Chávez plantea lo de la reforma constitucional y ya antes había lanzado a viva voz una serie de consideraciones en relación a la manera de comportarse de los socialistas. Hugo Chávez, con sabiduría y excelente manejo del "momento-espacio", dejó a más de uno como "pajarito en grama" con su propuesta, por un lado la política-organizativa en lo relativo a la conformación del PSUV y por el otro la Político-jurídico, relacionada a desmontar progresivamente al estado burgués capitalista; este golpe desubicó a buena parte, incluso a quienes provenían de movimientos de izquierda y planteaban la construcción del socialismo y cuando llegaron a una alcaldía, una gobernación o cualquier otro cargo, lanzaron las teorías marxistas al cesto de la basura. Ahora son estos, junto a los políticos de la cuarta república que se colaron en la quinta y pensaron que Chávez no pasaría de un "sarampión" momentáneo; es por ello que en una oportunidad Chávez comentó el cerco que le montaron con respecto a Fidel Castro, lógico sabían que fidel no se andaría por las ramas y más temprano que tarde precisaría a Chávez en torno al socialismo puesto que éste, aún sin hablarlo y decirlo para ese momento, su comportamiento lo acercaba al socialismo. Ya por allá en 2004, en su primer viaje a Cuba, Fidel, con ese olfato político que lo caracteriza sabía que Chávez estaba hecho para grandes cosas y de esa forma lo trató, recuerden que prácticamente le dio recibimiento de jefe de estado. A la oligarquía y a los cipayos que ésta utiliza, de ninguna forma le convenía que el presidente consolidara esta relación con el hombre que ha puesto por más de medio siglo al imperialismo patas pa' rriba. Hacemos referencia a toda esta cantidad de hechos, motivados por las reflexiones del día de ayer hechas por Hugo Chávez referentes a que "el antídoto" contra el golpe es el pueblo organizado en la calle. Sobre la traición de Baduel, hecho que nos tiene desde hace dos días escribiendo a todos los que lo hacemos por lo menos para Aporrea, debemos entenderla como parte de la propia dialéctica del proceso; una revolución sin contradicciones no es una revolución, sin la confrontación no es una revolución, sin los momentos definitorios no es revolución y el caso Baduel forma parte de ese desarrollo indetenible del propio proceso revolucionario; le ha tocado a Chávez llevar adelante este proceso y lo que nos debe llenar de satisfacción es que la fortaleza ideológica del comandante cada vez es mayor, esta fortaleza se la transmite al pueblo y con la estrategia de contar con éste como base fundamental del proyecto Bolivariano, el proceso revolucionario es inderrotable y su marcha es inexorable hacia la victoria.
Ojo, no estamos afirmando que no saldrán más traidores, estos seguirán saliendo...y tiene que ser así para "purificar el agua" que beberán las futuras generaciones; generaciones llenas de vida, con una visión distinta, con una ética y una moral revolucionaria a toda prueba. A nosotros nos toca una parte muy difícil, no solo luchar contra las desviaciones ideológicas y la pobreza formativa desde el punto de vista político-revolucionario, sino también luchar contra la pobreza y exclusión de centenares de miles de compatriotas que libran una batalla cada día por sobrevivir, simplemente por sobrevivir, mientras tanto, unos burócratas enriquecidos hacen planes y conspiran contra la esperanza de esos que luchamos para, en el término de la distancia, mantenernos en este camino y que el mismo no se desvíe.

Falta mucho por hacer, no podemos negar que en esta onda conspirativa, para confundir y engañar a las grandes mayorías se utilice una campaña subliminal con mensajes muy concretos que van en función de crear un estado mental de animadversión a la profundización de la revolución. Desde hace rato andan en eso, el Prof. José Sant Roz hace un comentario muy acertado y objetivo, a él no lo sorprendió para nada lo de Baduel y señala igualmente que poseía información precisa sobre el caso, e igualmente señala algo similar en la Gobernación de Mérida, de la misma forma Eva Golinger cita que hay intentos de utilizar símbolos que como dicen los publicistas "enganchen" el subconsciente de los que han estado identificados con Chávez y destaca el uso de la misma mano derecha utilizada para lo de la campaña por los diez millones. Ante toda esta campaña mediàtica y subliminal, como dice el presidente, "el antídoto" es profundización y formación socialista.

En Mérida y en cualquier parte están las víboras y los alacranes; agazapados como es su forma de ser cobarde y genuflexa, esperando el momento, queriendo utilizar al máximo el prestigio y liderazgo del comandante pero con objetivos inconfesables que manejan bajo los vericuetos de un estado petrificado, anquilosado y próximo a desaparecer. El deber de todo revolucionario es empujar para que este estado viejo y esa sociedad vieja termine de morir y la sociedad nueva termine de nacer.

La reforma alborotan a los traidores, reaccionarios, oligarquías y al imperialismo; el imperio que ve cada vez más cerca su cuarto de hora, se desespera y "se quita las enaguas" demostrando ante el mundo la mayor incapacidad, brutalidad y pereza mental al no entender que este pueblo está dispuesto a ser libre. Lógicamente que esta libertad no será para nosotros gratuita, serán muchos los sinsabores, sacrificios y momentos de tensión, pero insisto, es necesario. Quienes pretendan que le vamos a propinar la derrota más contundente al imperio norteamericano en su "patio trasero", en sus propias narices y no habrá confrontación, es como el que piensa, en su subconsciente que aquí en realidad no pasará nada. Esa candidez es propia de los conventos pero no de la revolución.

Asumamos la verdad por la calle del medio, sin cortapizas ni tapujos y digamos a los cuatro vientos, en la cara de la oligarquía, que siga atacando que la revolución se fortalece cada vez que la atacan; que el pueblo en su sapiencia milenaria esta claro que mientras los poderosos reaccionan con mayor odio, el camino que seguimos es el correcto. Por esta razón quizá el comandante ha establecido que la revolución es una guerra de mil batallas, es una batalla permanente; batalla llena de esperanza, llena de fe, llena de espíritu revolucionario.
Con esta reforma constitucional el pueblo le gana una batalla a los poderosos y con ella se le está dando en la madre a todos estos fascinerosos. A sacudirnos de esa benditas malas costumbres, de esas desviaciones y a nuclear a todos y todas aquellos hombres y mujeres que están claros, que se pueden llamar cuadros políticos, hay que reunirlos, en cada región, en cada municipio, en cada parroquia, a través de los órganos del PSUV, pero es urgente comenzar a articular esta gente valiosa que anda por allí, golpeados por esa derecha endógena que se ha enquistado en las estructuras de poder y de plano rechazan cualquier discurso de "profundización socialista" del proceso, camaradas que pueden tener capacidad de orientar, organizar y que tienen claridad que aquí la cosa es Patria Socialismo o Muerte...

Estamos venciendo y a los traidores hay que decirles que también se les acaba el tiempo y que terminen de salir porque este pueblo sabe quienes son y ya no será igual que el 12 de Abril cuando nos agarraron desarticulados totalmente, sin embargo, también hubo la capacidad de reaccionar y contraatacar.

latojeda@gmail.com


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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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