¿Por qué Maracaibo?

No podían ser más exitosas la inauguración y las primeras jornadas de la Copa América. Los cuatro estadios repletos. Hasta el jueves, 160 mil personas habían llenado las localidades. Ayer debió plenarse otra vez el de San Cristóbal, y hoy el de Maturín afrontará su primer reto para llenar sus 52 mil localidades. Deportivamente, ha sido una competencia cargada de sorpresas. Dejemos que el balón siga recorriendo la grama de tan monumentales escenarios, entre tanto quiero traerlos a la pregunta del título: ¿por qué Maracaibo se ha convertido en la primera plaza del fútbol, mientras Caracas quedó relegada a ser la última? Apenas le dejaron un partido de consolación, para la más antigua afición futbolística de Venezuela.

Desde comienzos del siglo XX, Caracas fue más plaza futbolera que cualquier otra ciudad venezolana. Los zulianos competían en la producción de peloteros. De ninguna otra parte se nutrió tanto el equipo venezolano campeón mundial de 1941 como del Zulia. En esa década tuvo capacidad para celebrar campeonatos con niveles similares a los de Caracas. La rivalidad Gavilanes-Pastora fue más endemoniada que la de Cervecería (Caracas)-Magallanes. En 1952, cuando se jugó el primer campeonato de beisbol aficionado, los equipos del Distrito Federal y Zulia llegaron invictos a la final, y el DF se impuso 4 a 3.

El fútbol, en cambio, ya estaba asentado en Caracas, en el estadio Nacional. Unión, Dos Caminos, Loyola, La Salle, llenaron una primera etapa. Hace medio siglo se jugó el primer campeonato profesional, años después se fue al interior. Muy temprano brillaron San Cristóbal, Puerto Ordaz y Mérida como ciudades futbolísticas. Durante 30 años, hasta 1998, ninguno de los cuatro equipos zulianos que jugaron en ese fútbol clasificó entre los seis primeros, hasta que el Atlético Zulia (1996-97) fue subcampeón y al año siguiente se tituló, y entre 2002 y 2007 el Atlético Maracaibo clasificó cuatro veces entre los tres primeros.

Mientras en la Copa Libertadores han jugado 16 equipos de Caracas, diez del Táchira y sólo dos veces uno de Maracaibo. Como ven, la desproporción es más larga que el puente sobre el lago.

Pero ocurre que, de manera casi sorpresiva, el estadio José Encarnación "Pachencho" Romero –en homenaje al atleta múltiple, campeón de jabalina en las olimpíadas nacionales de 1934, padre del excepcional velocista Rafael Romero– se llenaba cada vez que jugaba la selección vinotinto, que no se sabe desde cuándo comenzó a ser llamada así. Ese color lo asignó en 1948 el Comité Olímpico Internacional y se montó en el podio en Helsinki en 1952, donde Asnoldo Devonish ganó la primera medalla venezolana.

Mientras en la capital no valían de nada los esfuerzos por llevar a la gente al Universitario o al Brígido Iriarte a ver fútbol, a hinchar por el Caracas, hoy campeón, en Maracaibo las tribunas de 15 mil asientos se hicieron insuficientes. ¿Qué había pasado? Cuando la Conmebol tuvo que asignar juegos a las inesperadas nueve sedes que les ofreció Venezuela, por primera vez en una Copa Suramericana, no vaciló en seleccionar Maracaibo para la final. Y cuando debió buscar otra sede para el juego que le restó a Caracas, otra vez pensó en Maracaibo. Ni Maturín, con 52 mil puestos que nadie sabe cuándo se llenarán después, ni otras sedes de solera como las de San Cristóbal y Puerto Ordaz; el escogido fue Maracaibo. Hace poquito le quitaron la semifinal a Caracas y también se la entregaron a los zulianos.

Nadie me ha sabido explicar por qué en tan poco tiempo se hicieron tan aficionados al fútbol, mientras en Caracas se perdía el interés. Será cuestión para que los sociólogos del deporte nos la expliquen.




Andrés Manuel López Obrador



Hoy deben celebrar
las fuerzas que apoyaron a López Obrador, pese a sus divergencias internas, el primer año de las elecciones mexicanas. El ex candidato termina una extensa gira nacional que tocó unos mil municipios.

Casi simultáneamente, Eloísa Lagonell, encargada de negocios de Venezuela, anunció la próxima designación de embajadores, con lo que se normalizarían las relaciones.


Era inevitable
que toda esta discusión sobre medios, libertad de prensa y ética periodística tocara los organismos gremiales, con alta responsabilidad en lo que está ocurriendo, comenzando por el deterioro ético en el ejercicio profesional.

Tienen que ser objeto de ese debate.

Mientras en Caracas se suscribe un documento planteando su revisión y la necesidad de pensar en nuevas formas organizativas, en Maracaibo se constituyó una comisión para evaluar los estatutos del CNP. Aunque, la verdad, debieron comenzar por la Ley de Ejercicio del Periodismo, donde nacen su reglamento y esos estatutos. Poco se puede cambiar si la ley es la misma.


En cambio,
el ingreso al Mercosur está paralizado porque las fuerzas de derecha que dominan el Senado brasileño no quieren ratificar el tratado que permite la entrada de Venezuela si antes no se produce un gesto de buena voluntad del Gobierno venezolano. Como han recordado las agencias, cuando el Senado aprobó una declaración contra la decisión del Gobierno de no prorrogar la concesión al grupo 1BC, Chávez los llamó loros repetidores.

Ya tendrán ese gesto.


Discusión militar
Supongo que leyeron ayer aquí las interesantes declaraciones que el general (D) Alberto Müller Rojas le ofreció a Paula Ramón. Si no, búsquenlas. Hace poco él solicitó su baja de la FAN para dedicarse a la política, de manera que habló con desenfado.

Trajo al tapete una serie de importantes cuestiones de la vida militar y del presidente Chávez que merecen discutirse. Las dos más trascendentes se refieren a las dos concepciones de la defensa nacional, y que sorpresivamente el Presidente, quizás por presiones de los mandos, ha tomado la concepción estadounidense, contra la defensa de todo el pueblo, que sería una concepción revolucionaria; y la otra es que él piensa que se está partidizando la Fuerza Armada, y muestra varios ejemplos. Sin embargo, si lo hace como crítica no se entiende cómo defendió la inscripción de militares en el Psuv.

Día del Periodista
En Barcelona (Anz), en el Consejo Legislativo Regional, invitado por el Día del Periodista, me referí a temas palpitantes: libertad de prensa y la verdad como norma irrenunciable, y terminé así: "La actividad periodística se ha enriquecido con los medios comunitarios y alternativos, y tiene que ser valorada a la hora de la revisión gremial necesaria... Finalmente, otro asunto que no puede escapar a cualquier reflexión, revisión, examen y debate, es el relativo al papel que han estado jugando los medios en los últimos años. No podemos permanecer indiferentes, si queremos contribuir a lograr el diálogo entre los venezolanos y reivindicar la función desempeñada históricamente por el periodismo. Este Día del Periodista, con todas las contradicciones que llevamos por dentro, pese a la profunda división en el gremio, expresión de lo que se observa en el país, podría ser un punto de partida, aunque solamente sea eso, en la búsqueda de escenarios y oportunidades para abrir las puertas al acercamiento y a la discusión enriquecedora".




edrangel@la-cadena.com


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Eleazar Díaz Rangel

Periodista egresado de la UCV. Ganador del Premio Nacional de Periodismo y menciones en diversas especialidades. Es Director del diario Últimas Noticias desde el año 2001. Profesor titular jubilado de la universidad central de Venezuela, cuya escuela de comunicación social dirigió (1983-86). Presidente de VTV 1994-1996. Presidente de la asociación venezolana de periodistas.

 edrangel@grupo-un.com

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