La desaparición de Venezuela nos da en la cara. Millones de compatriotas la abandonan, el Estado estalla por los cuatro costados: el poder legislativo es una dependencia de miraflores, el poder público, el judicial, el defensor del pueblo, no tienen voluntad, el poder electoral hizo superfluas a las elecciones. El Estado se contrajo a los cinco de la cúpula. La emigración es la protesta instintiva de las masas sin esperanzas. La dirigencia política tradicional hace un vacío, son suficientes unas elecciones y una amenaza ficticia de invasión para distraerla como a niños.
El gobierno madurista, ya sin careta, desesperado llama a la subasta del país, el petróleo, las riquezas minerales están en subasta protegida por la ley del secreto y la complicidad del Estado. El dólar sube, el bolívar va en picada, el salario merma cada día, la comida sube, y el salario se reduce cada mes
¿Dónde está el país? ¿Dónde la Patria?
Los habitantes emigran, el Estado no existe, la economía se hunde, la riqueza es subastada, los políticos tradicionales se distraen en pendejadas. ¿Dónde está el país?
Inspirados en Martí debemos decir, con esperanzas: Cuando la Patria peligra, cuando los gobernantes le apuñalan el corazón, cuando muchos le dan la espalda, el amor, la defensa de la Patria se concentra en unos pocos de sus hijos civiles y militares, capaces de los mayores sacrificios, de los mayores riesgos por salvarla.
Esos hijos existen, en la crisis, en las dificultades, que es cuando se prueba la lealtad a la madre, van apareciendo, dan un paso al frente y acusan, llaman a la resistencia, proponen soluciones. Venezuela necesita ser refundada, necesita una Revolución, que nos devuelva la pasión de pertenecer, el orgullo de ser, venezolanos, parte de la historia mejor de la humanidad, de la grandeza de Bolívar, de la lucha contra el imperio español, partes de la epopeya de Chávez, enfrentados a los imperios capitalistas, de ser parte de la construcción de una sociedad viable, del amor fraterno entre sus miembros y con la naturaleza.
Esa Revolución tiene nombre y es posible: allí están los dirigentes, son los chavistas perseguidos por el madurismo y por los mariacorinos. Allí está el rumbo, nos los dejó Chávez es ir hacia el Socialismo, en ese camino ofrendó su vida. Allí está su ejemplo, el gobierno de Chávez, revolucionó el corazón de la Patria, le devolvió la grandeza que tuvo en los días de la independencia, cuando el nombre de venezolano estaba unido al de libertad, al de humanidad.
Hay Esperanzas, Venezuela no se pierde, la Patria no se rinde, tiene quien la defienda, tiene ideas y tiene hijos, y. Recordemos que la historia ha demostrado que una idea justa desde el fondo de una cueva puede derrotar a un ejército.
La lucha es ahora, ya, mientras exista Patria. Es necesario volver al camino de Chávez, para refundar al país. Construir un Estado fuerte y funcional, con poderes con voluntad propia, construir un poder popular con poder local y visión universal. Y por sobre todo se debe rescatar la pasión, el orgullo de ser Venezolano, humano universal.
¡CHÁVEZ, CAMINO!