De nuevo el tema de los salarios. ¿Aumentarán estos en un 10 % y 80 % los bonos? Las elecciones están próximas

El diputado Oscar Ronderos, supuestamente de la banca de la AD de Bernabé Gutiérrez, ha informado que se tiene previsto un aumento salarial del 10 % y uno del 70 % en bonos.

Según él, "en el análisis preliminar del Presupuesto Nacional de 2024 se habla de un aumento del salario que no supera 10 %; mientras que el aumento de los bonos podría ser de 70 %".

El texto anterior, pareciera ser una simple conjetura, pues se habla de "no supera" y "podría", pero dado se trata de alguien a quien uno supone que ha leído el proyecto, sirve para reflexionar sobre el tema.

Tal aumento, elevaría el ingreso, empezando por los trabajadores activos y jubilados en un 80 por ciento; mientras que los pensionados del IVSS, que en buena parte fueron trabajadores del sector privado que cotizaron a la institución, sólo recibirían un 10 por ciento; lo que significa que, de 130 bolívares mensuales que perciben ahora, pasarían a Bs. 146, lo que sería un poco menos de cinco dólares.

Por supuesto, es pertinente dejar constancia que, tal información, procede de un sector de la oposición, que si bien no se muestra extremista, en todo caso no representa al gobierno, el cual es mayoría en la AN. Pero es un punto de referencia digno de considerar.

Lo primero a tomar en cuenta es que, los aumentos en los bonos dados anteriormente, los cuales reciben una buena parte de la población que no forma ni formó nunca parte de la nómina de trabajadores de los sectores públicos y privados y el que ahora se anuncia, parecieran contradecir las opiniones de los monetaristas, según las cuales, los aumentos salariales no se han dado ni deben darse, en virtud que ello pondría en el mercado una enorme masa de dinero inorgánico que se traduciría en inflación. Pero parecieran creer y avalar, que si se dan en bonos, no aumentarían la masa circulante. Es decir, según eso, los bonos no serían dinero y no siéndolo, no sirven para comprar nada. Es, según ellos, como se decía antes, como si a uno le pagasen los bonos con chapitas, tapas de botellas o puras ilusiones. El bono es una cosa como "houdinesca", de Houdini, escapista, que uno el trabajador y la economía no detecta, ni se percibe y carece de peso. Es como un contrabando que el gobierno y quienes lo reciben le meten a la masa monetaria y al mercado.

De este asunto hay varias versiones o interpretaciones, de las cuales y optaré por manejar dos.

La primera de ellas, la cual cae en área el del subjetivismo, lo que no niega radicalmente su veracidad, es que el bono, según dicen, copiado de Cuba, sirve para mantener bajo control a la gente, pues este llega también a multitudes con las cuales el Estado no está obligado por Ley alguna, dejando la sensación que reciben una dádiva generosa, algo que no les corresponde, derivado de un gesto de buena voluntad y generosidad. Y en los demás, el hecho de ser un aporte, distinto a la obligación, pese su bajo monto, genera la misma percepción.

De paso, se deja de atender la obligación derivada de los contratos de Trabajo que, entre otras cosas, obliga a los patronos a sentarse a discutirlos con sus trabajadores, lo que incluye el aumento salarial. Tal opción, es obvio, favorece tanto al patrón privado como al Estado, lo que implica de hecho una coincidencia fundamental y hasta estratégica.

Pascualina Curcio, ha dicho en artículo publicado recientemente que, se debería, entre otras cosas, aumentar los salarios en la misma proporción, "Dada la duplicación de los precios de todos los bienes como consecuencia del ataque al bolívar, debe ajustarse al doble tanto el salario nominal como el resto de los valores monetarios de la economía. Para ello es necesario que también aumente la cantidad de dinero que circula".
https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/economia/primero-hay-que-producir-los-salarios-pa-despues-pasqualina-curcio/

Sin duda, el aumento de los bonos, como el salario, eleva el ingreso, poco o mucho, la circulación de la masa monetario y hacen en ese sentido el mismo efecto. De donde, la demanda de Pascualina, salvo algunas precisiones como la magnitud de la masa monetaria puesta en circulación, estaría satisfecha, desde la perspectiva del aumento del consumo en cierto límite y la apertura de espacio para aumentar la producción.

La segunda interpretación valedera ante la negativa del gobierno de aumentar los salarios, pero dispuesto a hacerlo con los bonos, aunque en cantidad todavía demasiado discreta, se sustenta, al parecer, en otro asunto. Es sabido que, en cierto sector empresarial privado, los salarios se pagan en un nivel superior al mínimo establecido, como 100 o 150 $, que al hacer la comparación con el oficial de 5 $ mensuales, se puede hacer un discurso largo y elocuente. Esto pudiera obedecer a lo que emerge de lo dicho por Pascualina, pero también por la imperiosa necesidad de la empresa privada de contar con la cantidad y mejor mano de obra posible, sobre todo por el peligro que para ella representa la tendencia migratoria.

La política implementada por la oposición toda a partir del año 2000, dado el control casi personal que alcanzó Chávez a raíz de las elecciones que lo llevó a la presidencia de la República y como resultado del referendo constitucional que dio origen a "la Bolivariana" y al nuevo orden derivado de las subsiguientes elecciones parlamentarias, lo que se tradujo en disposiciones muy novedosas e impactantes en la conflictividad de clases como las llamadas "Leyes habilitantes", por lo que se hizo uso de huelgas patronales, paro petrolero, guarimbas con toda la violencia que ellas implicaron, terrorismo y hasta intentos de invasión, terminó en el más absoluto fracaso; se llegó hasta aquella ridiculez de la presidencia interina y la pérdida por parte de los venezolanos de una cantidad difícil de calcular en dólares por el mal manejo, por decir lo menos, de estos "gobernantes" ad hoc.

De esta derrota, desastre, aparte de la división de la oposición en pequeños fragmentos, resultó también la separación de Fedecámaras, organismo que en 2000 estuvo al frente de las huelgas e intento de tumbar al gobierno. Este ente entendió que, sus intereses estaban muy distantes o en nada se avenían con la práctica política de esa oposición extremista, sin brújula, que no iba a ninguna parte y halló entre sus integrantes quienes pudieron ponerlo en sintonía con el gobierno para salvar sus capitales y empresas que venían en caída como resultado de aquellas acciones repetidas sin resultado. Hecho este por cierto, que habla de la decadencia y pérdida de poder e influencia de esa oposición, sin contar que es enorme la masa de gente y de factores organizados que de ella se separaron.

El acuerdo alcanzado entre el gobierno y Fedecámaras analizado desde una visión realista, rompiendo con viejos visiones derivadas de distintas realidades, tuvo la particularidad de acelerar la fragmentación de una oposición controlada por factores ajenos al interés nacional y muy dispuestos a someterse a los dictados del capital externo y el gobierno de Estados Unidos.

Yo diría que Fedecámaras, se ha convertido o fue convertida por los hechos, en el mejor aliado del gobierno de hoy. Tanto que, le ha servido de puente, para el inicio de conversaciones y acuerdos, al gobierno y Estados Unidos en asuntos que son vitales para ambos, sobre los cuales hay suficientes motivos y fundamentos para llegar a acuerdos.

Diría, casi sintiéndome acertado, que las conversaciones políticas entre el gobierno y la Plataforma Patria, hablando en presente, constituyen un gesto o gestión paralela, un tanto formal o complementario, que atañe sólo a objetivos políticos; como eso de las habilitaciones y asuntos inherentes a las elecciones venideras. Pero, sin mucho aspaviento, información, hay otro mecanismo en el cual se definen los asuntos inherentes a las relaciones económicas, donde Fedecámaras juega un rol significativo.

El hecho que Fedecámaras hubiese aparecido llamando abierta, sin duda alguna, a votar en el referendo sobre el Esequibo y en otros actos muy promovidos por el oficialismo, no sólo revela como esos dos universos han venido hallando en qué ponerse de acuerdo, sino que muestra al gobierno en otra tónica y actitud frente al capital privado y en particular con respecto al gobierno de EEUU. O lo que sería como decir, que ya no somos esa amenaza inusual de la que habló Barack Obama. De donde esa interpretación dada por opositores que nada entienden, según la cual, la exhortación de Fedecámaras a votar en el referendo no tiene ningún valor porque carece de votos, es de lo menos inteligente y desacertado que puede pensarse.

Esta nueva realidad, que por serlo no puede ser ignorada y puesta a un lado al momento de analizar la actual coyuntura venezolana, tiene una gran influencia, peso, en materia salarial. La vigente Ley del trabajo o LOT, desde 1999, establece significativos beneficios para los trabajadores, tanto del Estado como del sector público, como el pago de las prestaciones sociales en base al último salario devengado.

Fedecámaras es el ente que representa los intereses del capital o patrón privado, formen o no parte del organismo y, el gobierno es al mismo tiempo, un ente del Estado que, en el caso venezolano ha sido y sigue siendo capitalista. Y es por demás conocido como, entre otras razones, como las derivadas de las sanciones, los ingresos de éste han disminuido sustancialmente, mientras el aparato estatal no ha dejado de crecer. Es decir, el capital privado y el público o estatal, han hallado puntos de coincidencia inimaginables en los tiempos de Chávez.

Aquellas gestiones de Petkoff, durante del segundo gobierno del Dr. Caldera, destinadas a modificar la LOT, justamente por lo relativo a las prestaciones sociales, parecieran estar puestas sobre la mesa. Recuerdo bien que, entre los argumentos dados por Fedecámaras y los factores oficiales partidarios de las modificaciones, estaba el relativo al salario. Acusaban a la LOT y su manera de determinar el cálculo de las prestaciones sociales, como limitante para aumentar los salarios al nivel "justo" y con ello impulsar el consumo y la economía toda. Aunque, una vez logrado su propósito, tanto gobierno como sector privado, en nada fueron consecuentes con sus ofertas a cambio.

De manera que la piedra de tranca no parecen ser los juicios monetaristas, aquello de no inundar el mercado con dinero inorgánico, dado que los bonos, pese aun sigan siendo muy chucutos, como también lo es el salario mínimo que solo se paga en el sector público, rompen en cierto modo con ese esquema.

La verdad verdadera pareciera ser favorecer al capital, privado y público, en lo relacionado al pago de prestaciones, vacaciones y aguinaldos, que se pagan a partir del salario, ignorando los bonos. Alguien pudiera alegar que se trata de lo mismo, pues esto impide poner demasiado "dinero inorgánico en circulación", pero están de por medio las explicaciones de Pascualina, según las cuales la masa monetaria circulante aún es baja ante lo permisible y que ante el aumento de los precios, lo que acontece cada vez que se aumenta el salario, procede aumentar "la masa de dinero que circula"; es decir, reaccionar volviendo a aumentar los salarios.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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