Mi palabra

El PCV no ve al verdadero enemigo

"Todo es mudable en el universo

No puede volverse atrás el río.

No se detiene ni un punto

el rápido transcurso de las horas"

Ovidio  

Una humilde mujer, contemporánea con el que escribe. La conocí un viernes, cuando hacía un largo recorrido vendiendo el semanario del Partido Comunista, ya que, pasaba prácticamente todo el día en una tarea extenuante de propaganda y concientización de las ideas del socialismo y me atrevo asegurar, que ni siquiera los evangélicos y los testigos de Jehová se enfrentaban a tanto peligro e ignorancia en esos barrios, donde existía la delincuencia, como un modo de vida y hablarles de comunismo, era, como invitarlos a conocer la luna montados en patineta.

Esta madre de una prole numerosa a temprana edad, a los pocos años se convirtió en una valiente propagandista del PCV, con una firmeza para enfrentar a los dirigentes de AD y COPEI –palabras mayores– a tal punto, que se hizo respetar y era una referencia en el barrio. Sigue firme en su andar político, pero sin entender la posición de los dirigentes del partido donde se formó, porque muchos de ellos salieron de la nada, por el impulso vital del comandante Chávez, cuando se atrevió a enfrentar a los soportes del imperialismo en nuestro país.

En días pasados me la conseguí en una avenida de Acarigua, con su andar pausado por el peso de los años y además el descuido del peso corporal, porque se ha engordado de tal manera, que, es poco lo que puede hacer para rebajar. Apenas nos topamos, después de cierto tiempo sin vernos, lo celebramos con un abrazo de hermandad y cariño, pero después dejó escapar la frustración que, la ahoga, como si estuviera bebiendo agua caliente al mediodía en medio de estos intensos calores, el cual descomponen a cualquier mortal, sin poder hacer nada de inmediato.

Las preguntas les salían rápido. Todas giraban en torno al momento político, que vive el país y en la firmeza del presidente Maduro, para enfrentar al imperialismo, el cual sigue dando peligrosos aletazos en su desesperación por defender sus influencias de años en nuestro país, lo que le permitió dolarizar en un santiamén por el apoyo de un grupo de títeres anti patria, el cual poco les importa incendiarlo y al no conseguir los resultados, piden descaradamente una invasión, porque no ven cerca el poder por la vía de los votos, pero no dejan de atizar la candela buscando el momento para recuperar las posiciones perdidas.

Por mi parte pasé largos años militando en el Partido Comunista, pero no una militancia de carnet en el bolsillo y atravesado para que me vieran los dirigentes de arriba. Asumí la militancia, como un reto en la lucha de clase y eso, que trabajaba –apartando tiempo– en un supermercado de un comerciante, que por su procedencia de abajo, entendía algo de mi trajinar político en una organización, el cual no crecía, ni en la militancia y menos en los resultados electorales y es tan así, que en un acto de presentación de la candidatura del profesor Héctor Mujica a la presidencia de la República, se atrevió a decir ¡Vamos a sacar la más alta votación de la historia! Luego al preguntarme mi opinión de la expresión, me pareció parte de la euforia del momento alimentada por su prestigio de intelectual, creyendo que era un aval para conseguir una alta votación; respondí con el silencio: apenas llegamos a 50 mil votos, con la tarjeta del gallo rojo.

El PCV, ha pasado por varias etapas en su largo trajinar en la lucha política de nuestro país. Una, cuando sus dirigentes se jugaban la vida en cada paso por adecentar la patria, denunciando y enfrentando al imperialismo, porque, desde el mismo momento de olfatear el petróleo, clavó sus garras en la tierra de hombres valientes y ansiosos de libertad, pero también de muchos serviles y vendidos y por eso en cada movimiento el imperialismo tiene de que agarrarse para frenar la verdadera liberación del país. En otra etapa, pasó a una posición comodísima de muchos dirigentes, donde pululaban los de cafetín y de esta clase se conseguían varios en las puertas de la sede central de la organización "Cantaclaro" en la parroquia San Juan, hasta que llegó Chávez y por supuesto no se podía quedar nadie en la casa, si en verdad sentía algo por la patria. Todo esto lo presencié, ya que, era un invitado permanente, como animador en los actos del partido.

Todavía en este momento el PCV, sigue siendo una organización con poca presencia en los barrios y en el estado donde era fuerte: Portuguesa, de hecho salió la primera alcaldesa de la izquierda, Tatiana Delgado, hoy en día, son pocos los que saben, quienes son los dirigentes y muchas personas, me identifican, como militante, aún, cuando tengo muchos años apoyando el proyecto bolivariano, desde el mismo momento, que el comandante Chávez, despertó a toda Venezuela, la madrugada de aquel 4 de febrero, hasta nuestros días.

Si, algo me sorprende en estos últimos años del cambio político, es la posición adoptada por el PC, cuando algunos de sus dirigentes califican al presidente Nicolás Maduro, como un dictador. Acusación de los últimos presidentes de los Estados Unidos y repetido mil veces por su más fiel representante en nuestro país: María Corina Machado y entre otros; Henrique Capriles Radonski, a quien no se le calma la arrechera y la frustración, soñando con prender las guarimbas, después del fracaso en las elecciones, cuando salió electo el presidente Maduro. Ese episodio para la oposición fue un balde de agua fría, pero para los que luchan por un mundo mejor lleno de paz, es una lección para no olvidar, ya que, la muerte del comandante Chávez, se convirtió en verdaderas muestras de dolor y muchos presagiaban una contundente victoria, pero al final, se contabilizaron algo más de 200 mil votos, lo que motivó una reacción criminal del principal derrotado: Capriles, dirigiendo las guarimbas dejando un número lamentable de muertos, que no podemos olvidar y tiene que pagar.

AD y COPEI dejaron un desastre en nuestro país y a la muerte del comandante Chávez, todavía estábamos muy lejos de reparar esa calamidad, Llegó Maduro, con mayúscula para arrecherita de Rafael Ramírez, y se empezaron a espantar los corruptos, como los insectos, cuando huelen el veneno. Para nadie es un secreto la cantidad de presos por corrupción, precisamente con cuentas millonarias en dólares, pero los que se van, con destino a los Estados Unidos, la mayoría son tratados, con mano de seda. Ahora, el enemigo es Maduro, y de paso dictador, para alegría de María Corina y compañía. Lamentable la fragmentación del PCV con su trayectoria revolucionaria, en momentos, cuando la unidad es necesaria y vital para enfrentar el coloso del norte y sus acólitos.



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Narciso Torrealba


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