J. E. Ruiz Guevara, de los personajes venezolanos más extraordinarios del siglo XX...

1- Recuerdo cuando le comenté a mi hermano Adolfo (por los años ochenta) que había conocido a Ruiz Guevara, de inmedianto me respondió: "-Ese hombre es un sabio". Entonces, poco a poco, fui tratando y descubriendo este singular personaje. Me llegaba hasta su apartamento, aquel fabuloso laboratorio surcidor de tantas memorias humanísticas: bibliotecas (tenía varias), hemerotecas (varias, también), un taller para reparar y encuadernar libros viejos e incunables (con prensa, brochas, punzones, cola…), numismática, filatelia, con retazos por doquier de piezas arqueológicas, además de ser él mismo de una prodigiosa memoria. Pues, de Ruiz Guevara podía decirse que también coleccionaba oficios sin proponérselo, de manera natural, pues fue poeta, periodista, excelente cocinero, comunista, maestro, filósofo, economista, político, historiador, antropólogo, arquéologo y consuetudinario y consecuente prisionero de adecos y copeyanos…

2- Hoy, 24 de julio, se están cumpliendo 17 años que nos dejó ese portento de sabiduría y sencillez humana llamado J. E. Ruiz Guevara. Lo recuerdo, yendo a pie desde su apartamento en El Campito hasta el centro de la ciudad (unos tres kilómetros), se llegaba hasta el kiosko de periódicos, cogía un buen cargamento de ellos e iba y ocupaba una mesa en el café de la Esquina Caliente. Allí conversaba con alzaos de todas las posiciones: políticos, historiadores o simplemente divagadores de oficio, y se llevaba a casa un buen cargamento de ideas y de información que luego complementaba, para sus trabajos, con sus fabulosas bibliotecas que tenía en dos apartamentos. En la Esquina Caliente solía encontrarse con otros sabios, como por ejemplo, el llanero Pedro Nicolás Tablante Garrido; también con el gran genealogista Ramón Díaz Suárez, con el famoso "Cuchillo" (guerrillero) quien tenía un impresionante parecido con Ezequiel Zamora.

  1. Ruiz Guevara era hombres sustantivo de claridades certeras, concisas y coherencia de acero. Era un investigador nato para todo lo que analizaba. Cuando Chávez llegó a poder, me dijo: "Ningún proceso revolucionario puede hacerse de manera pacífica". Chávez lo mencionó muchas veces, llegando a decir en unas declaraciones a "Tribuna Popular" (marzo de 1998): "Yo recuerdo mucho a un viejo comunista, llamado José Esteban Ruiz Guevara, barinés, de Puerto Nutrias, historiador, poeta y escritor, a quien yo conocí desde muy niño; cuando yo era niño él no era tan niño, Ruiz Guevara, con sus historias sobre Maisanta y los cuentos sobre la sabana olvidada; yo siempre recuerdo que cuando me daban ganas de irme de baja, porque muchas veces pensé irme de baja del ejército, una vez redacté en esos años de subteniente, una carta donde pido mi baja del ejército porque lo consideraba un deber, porque ese no era el ejército de Bolívar; y me decían los comandantes: Estás loco, cómo va a decir eso. Lo van a meter preso". Y yo les decía: "No. No. Yo no quiero estar aquí". Y una noche le conté a José Estaban Ruiz Guevara, "Me doy de baja", y me contestó: "Tú no te puedes ir de allí. Haga lo que sea por permanecer más tiempo. Siga, trabaje duro, hijo". Porque me trataba como un hijo. "No – insistió -, tiene que quedarte allí. Amárrase los pantalones y quédese en el ejército. Usted tiene que estar allí". Y no estaba Ruiz Esteban tan lejos de la realidad, porque era una necesidad, lo que me decía este viejo camarada".

  2. Pues bien, José Esteban Ruiz Guevara es uno de esos personajes venezolanos, que en sí mismo, y no dejaré de insistirlo, son bibliotecas ambulantes, cargado de historia, de testimonios que no podrían recogerse ni asignándole a tiempo completo toda una ristra de docenas de formidables y tenaces investigadores. Autor de obras como "Piedras Herradas", edición de Corpoandes, coautour junto con Eduardo Rivero de "Aportes para el estudio de la bibliografía humanística del Estado Barinas" y "Codazi en Barinas". Es, a mi parecer uno de los más grandes coleccionistas de memorias de Venezuela: Filatelista, numismático, bibliófilo, ...

  3. Conserva Ruiz Guevara una fotografía original de Maisanta que es la más emblemática de este veterano caudillo. Llanero de purísima cepa, Ruiz Guevara podría, si quisiera, dar toda otra versión más verídica y profunda de la historia venezolana. El presidente de la república Hugo Chávez ordenó la reedición de su libro "Zamora en Barinas". A la casa de Ruiz Guevaraen Barinas, iba Huguito a consultar temas de historia, y a conversar con este monumento del saber. En todo los lugares en los que ha vivido Ruiz Guevara, ha llegado a tener tantos libros que éstos han acabado por obligarlo a buscar otros refugios. En una ocasión tuve que llamarle la atención: "Mire amigo, no sólo de libros vive el hombre". Y allí entre tantos recuerdos de nuestros antepasados, no sé por qué motivo mencionamos a Pedro José Rojas, aquel ministro de Páez que en 1862 se forró con un empréstito; Pedro José que saluda al terrible Juan Vicente González con un "Adiós traga libros", y el otro que le responde: "Adiós mi hembra" (entiéndase "Traga libras").

  4. Fue en casa de Ruiz Guevara, en Barinas, donde Hugo Chávez recibió los primeros venenitos del marxismo, las historias sobre la gesta de su abuelo Pedro Pérez Delgado, Maisanta, que Ruiz Guevara se conocía al pelo, además de los encantos revolucionarios de ese "poemario" incendiario llamado el Manifiesto Comunista. Hay que tener en cuenta también que el primo de su madre, quien se encargaba de la educación de Ruiz Guevara, Fidel Betancourt, fue nada menos que secretario de Maisanta.

  5. Ruiz Guevara cuando no estaba preso, andaba inoculándole "veneno", digo, a la juventud con lecturas comunistas. Junto con José León Tapias, es uno de los que más conoce la vida de Maisanta. Ruiz Guevara secribió sobre la vida este personaje histórico una novela inédita ("Pedro Pérez Delgado, un filibustero fluvial") que yo tuve el privilegio de tener en mis manos, y de leer algunos capítulos.

  6. Ruiz Guevara, nació en Puerto de Nutrias, Barinas, el 27 de abril de 1928. Este era un pueblo que sufría inundaciones durante nueve meses del año, y los tres restantes, lo que quedaba era puro fango apelmazado. Este puerto es germinación de ciudad de Nutrias que tiene una de las joyas coloniales más interesantes del país, como lo es esa célebre iglesia matriz de Nutrias. Hay también una casa colonial que ocupa una cuadra, de unos ochenta y cuatro metros o de cien varas más o menos. En esa, en 1862, casa se reunió la constituyente que creó el Estado Zamora, con diputados de Apure y de Barinas; es decir, de los dos antiguos estados federales. Esa constituyente fue convocada por el general Pedro Manuel Rojas, que era uno de los ideólogos de la Federación. Este era un hombre que tenían en mientes la reconstrucción de la Gran Colombia, me refirió Ruiz Guevara, añadiendo que por esa constituyente se llegaron fusionar las entidades de Barinas y Apure, y se crea el gran Estado Zamora.

  7. Poco antes de fallecer, en 2005, le hice una entrevista que salió publicada en el semanario "La Razón" Aquí colocaré algunas de las preguntas, como por ejemplo: ¿Y te presentan con el nombre de José Esteban? A lo que contestó: "-Bueno, la cosa fue así: Mis padres en realidad me presentan como Víctor Esteban, y con ese nombre llegué hasta sexto grado. Resulta que cuando llego a bachillerato me solicitan la cédula de identidad, y como no tenía partida de nacimiento, entonces cogí una de José Esteban que había muerto y que había nacido dos años antes que yo, y con esa saqué la cédula de identidad. Pero todavía en Barinas y en Apure, todo el que me conoció pequeño me dice Víctor.

  8. Y le pregunté también ¿Y tu educación, ¿dónde la haces? Respondiendo: "-A mí me traen de pequeño a Barinas. El bachillerato lo hago entre Guanare y Barquisimeto. Posteriormente me traslado a Caracas a continuar estudios que apenas comencé y no terminé nunca. Empecé estudiando ingeniería, cuestión que no terminé. Dejé eso allí y después estudié unos años historia que tampoco terminé. Finalmente, lo que sí coroné fue el periodismo, dedicándome a la mención científica, histórica, arqueológica, antropológica y disciplinas afines.

  • ¿A partir de qué época te encuentras en Caracas?

  • Del 41 al 45. Yo estaba allí cuando el golpe de octubre.

  • ¿Qué hecho singular recuerdas del golpe del 45?

  • Dentro del partido comunista, en el cual yo militaba y sigo militando, se corrió la voz de que estando el general Medina Angarita refugiado en la Policía, Luis Miquilena le prometió tomar Miraflores. El presidente le preguntó al famoso líder autobusero, que en qué forma porque el palacio presidencial estaba sitiado por tanques, a lo que don Luis le contesto: "Simple y llanamente, cogemos unos carros bomberos, se le bota el agua y se le echa gasolina, y se riega toda esa vaina." No te digo que eso sea verídico, pero uno que conoce a Miquilena, no duda que haya sido capaz de proponerlo y de llegar a hacerlo.

  • ¿Y qué le contestó Medina?

  • Que no lo hiciera porque allí estaban presos Uslar Pietri, López Contreras y había muchos oficiales jóvenes inocentemente metidos en el golpe, a los que Medina respetaba y apreciaba mucho. A Medina seguramente le pareció monstruosa esa proposición.

  • Ahora que se mienta tanto la palabra democracia echándosele en cara a Chávez, como para decirle que él es un autócrata, ¿cuál fue la posición de los paladines de la democracia inaugurada en 1958, ante el golpe del 45?

  • Pues, que entre los primeros que acuden a Miraflores para darle un contundente respaldo a los que le dan el golpe a Medina Angarita son Rafael Caldera y Jóvito Villalba. Ese respaldo le valió a Caldera que lo nombraran Procurador General de la República.

  • ¿A qué edad te haces comunista?

  • Muy muchacho. En el 46 es cuando me hago militante, con repartidas funciones en el partido y en la Juventud.

  • ¿Qué pasó entre Juan Bautista Fuenmayor y Gustavo Machado?

  • Lo que motivó la expulsión de Fuenmayor del PCV, fue que él, inconsultamente decretó la huelga aquella de Maracaibo. En esa misma época expulsaron también a Miguel Otero Silva. Se reunió el Buró Político y los expulsó a los dos. A Miguel Otero lo expulsaron por la condecoración aquella que recibió de Pérez Jiménez.

  • ¿Cuándo ingresas al partido, qué responsabilidad asumes en él?

  • Inmediatamente me trasladé a Barinas, y allí ejercí la Secretaría General del Partido hasta el 23 de enero. Incluso, seguí en ese cargo unos dos años más. Lo que pasa es que la mayor parte del tiempo estaba preso; ya al final me confinaron en Amazonas, y fue allá donde me agarró el 23 de enero.

  • ¿Pero con la democracia sigues siendo huésped distinguido de nuestras cárceles?

  • Sí, claro. Recuerdo que "El Nacional" publicó una lista de los primeros presos políticos del régimen de Betancourt, y eran alrededor de setecientos nombres, pero no los habían puesto en orden alfabético. Yo fui uno de los últimos presos de la dictadura y de los primeros de la democracia representativa, con algo muy simpático, que me tocó el "honor" de inaugurar dos cárceles, la actual Policía de Barinas y la actual cárcel Pública de Barinas. Por cierto, que nos tocó limpiar todos los desperdicios que habían quedado allí de la construcción.

  • ¿Aún te consideras comunista?

  • Claro.

  • ¿Y que nos dices de la muerte de Carlos Delgado Chalbaud?

  • El sumario a todas luces señala a Pérez Jiménez, y habría que aplicar el principio aquel maquiavélico, "¿a quién beneficiaba el crimen político?" El papelito de Rafael Simón Urbina tiene indudablemente su fondo.

  • ¿Con la llegada de la democracia betancurista te quedas quieto?

  • No chico. Me fui a la guerrilla. Hace poco Pablo Medina en una intervención que hizo en la Asamblea Nacional presentando su último libro, recordó los tiempos en que tuvimos juntos, en Oriente, luchando en el monte.

  • ¿Y en Barinas estuviste alzado como guerrillero?

  • Sí, al final; lo cual fue un error. En el llano es muy difícil. En Barinas mataron a casi todos los alzados.

 

EL PERSONAJE CHÁVEZ

  • De entrada, Ruiz Guevara, ¿cómo ves el país?

  • Para lo que somos lo veo bien.

  • ¿Quién iba a pensar que ese chamito que iba a tu casa a solicitar ayuda en sus tareas, a preguntar por temas de historia y los antepasados de su abuelo Maisanta, iba a convertirse en la figura que es hoy?

  • Así es. Él estudiaba con mis hijos mayores.

  • ¿Pero ese encuentro se dio en Sabaneta?

  • No chico. Hugo prácticamente lo que hizo en Sabaneta de Barinas fue nacer. Él se crió en Barinas, y éramos vecinos, e iba por casa que era un eterno nido de conspiración a buscar libros y a oír prédicas; como te digo, Hugo estudió con mis hijos, y se la pasaba en mi biblioteca. En este siglo América Latina ha parido dos hombres extraordinarios: Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, y es enorme el papel que ya le está tocando jugar en este siglo al presidente.

  • ¿Desde cuándo no ves a Chávez?

  • La última vez que nos vimos fue en el Teresa Carreño, poco después de su primer triunfo electoral. Desde entonces no nos hemos vuelto a ver. Hace más de dos años.

  • ¿Qué le contestaste cuando te dijo que se quería ir del ejército?

  • Le respondí: Tiene que seguir allí porque yo no supongo que he perdido mi tiempo metiéndote todas esas cosas en la cabeza para que ahora vengas a pedir la baja. Y después, cuando lo vi en el Teresa Carreño, le dije: "Bueno Hugo, ¿qué pasa aquí? Porque yo no he visto revoluciones sin presos y sin muertos".

  • ¿Cuál fue su reacción?

  • Que esperáramos lo de la constituyente. Pero mientras llegaba la constituyente los camaleones cuadraron de nuevo sus fortalezas con métodos diferentes, y muchos tuvieron tiempo para huir al exterior.

EL TEMA DE LA HISTORIA

  • ¿De dónde proviene esa afición tuya por la investigación histórica? ¿Eran tus padres ratones como tú de bibliotecas?

  • Por supuesto. Tanto mi padre como mis abuelos y mi madre. Mi abuelo Carlos Guevara Castillo fue uno de los cuatro abogados que había en Barinas, un procurador como se decía entonces, quien tenía una biblioteca bastante completa y variada. De modo que este abuelo mío acaparaba todos los líos, todos los pleitos judiciales de la época en esa región. Igualmente mi padre, Esteban Ruiz Alas, tuvo mucha afición por los libros, quien fue primo hermano de Manuel Heredia Alas, el presunto padre del ex presidente Rafael Caldera. Mi padre estudió medicina pero no se llegó a graduar. Fue poeta.

  • ¿Qué otras personas influyeron en tu formación humanística?

  • Un primo hermano de mi madre, Fidel Betancourt, quien ya te mencioné, autor de una cantidad de libros que ya han comenzado a publicar sus nietas Cámpora-Betancourt, cuya obra cumbre es una historia militar de Venezuela, que publicarla se llevaría por lo menos diez tomos. Este último trabajo contiene un estudio desde las contiendas militares o bélicas de los aborígenes hasta los días en que él murió. Tiene, por ejemplo, un trabajo sobre la campaña, mal llamada, "Admirable". Bolívar no podía llamarla Admirable porque no sabía si le iba a ir bien o mal. El nombre oficial es "Campaña Libertadora".

  • ¿En qué te ayudó Fidel Betancourt?

  • No solamente me introdujo en la cuestión histórica sino también en la política, porque Fidel Betancourt fue un eterno enemigo del régimen de Gómez; sufrió cárcel y destierro, y en la época de López Contreras fue director en Caracas de un periódico llamado "El Libertador". Este periódico hizo bastante alharaca, sobre todo denunciando a los personeros del gomecismo. También sufrió atentados personales.

  • ¿Y cómo se mantiene esa relación maestro-alumno?

  • Prácticamente él me crió, porque mi papá murió teniendo yo unos tres años de edad, y él fue quien quedó más inmediato entre los familiares. Él también fue quien me inició en los estudios del socialismo.

  • Ya convertido en un pichón de comunista, comenzaste a inaugurar cárceles.

  • Bueno, cuando la Junta que da el golpe a Gallegos ilegaliza al Partido Comunista, ya yo estaba preso. En ese momento, la ilegalización la buscó el propio PCV con una posición de desafío a la política del gobierno, porque no podíamos admitir que Acción Democrática estuviese en la clandestinidad y nosotros vigentes.

  • La tesis del doctor Alberto Serra Valls es que en Venezuela nadie ha gobernado todavía, y que no se le está perdonando a Chávez el que esté intentando hacerlo.

  • Ciertamente aquí lo que siempre ha hecho falta es gobierno.

  • ¿Por qué una novela sobre Maisanta?

  • Porque sobre Maisanta no hay fuentes sino de la tradición oral, y no se puede hacer realmente un trabajo histórico. A Pedro Pérez Delgado, Maisanta, lo conocieron mucho mi abuela, mi madre, mi padre, y el viejo Fidel porque anduvo con él. Fue a raíz del golpe de Chávez, cuando publiqué por el diario "El Vigilante" una parte de un capítulo sobre esa novela de Pedro Pérez Delgado, y que se trata del Maisanta que conoció Puerto Nutrias.

  • ¿Y qué te parece el trabajo de José León Tapias sobre Maisanta?

  • Ameno.

  • ¿Entonces ese trabajo no se puede considerar como de carácter histórico?

  • No. Es simplemente una reseña de una tradición oral, que a veces esa tradición puede estar falseada.

  • Y esa versión según la cual le llevaron a Juan Vicente Gómez amarrado a Maisanta es realmente no conocer al dictador.

  • Es lo que cuentan algunos correligionarios de Pedro Pérez Delgado.

  • ¿Pero tú que piensas de esa versión?

  • Que eso no fue así. Sencillamente lo agarraron, lo llevaron al castillo de Puerto Cabello y allá murió. Unos dicen que murió de una angina, ahora quién sabe qué fue lo que le provocó esa angina.

  • ¿No te parece que toda esa actividad de los mochistas, de Arévalo Cedeño y del mismo Maisanta, fueron movimientos sin cohesión, sin objetivos claros y muy desordenados?

  • Sí, claro. En realidad ni siquiera desestabilizaban al régimen. Por lo general en los llanos había una cuestión que era primordial para los revolucionarios, y es que no había vías de comunicación. A veces ni telégrafo. De tal manera que una gente alzada por esos campos, cuando llegaba la noticia a Maracay, ya los mismos alzados estaban aplacados. Sin embargo, hubo algunas acciones como la de la Periquera (así se llamaba antes Guasdualito) que provocaron alguna alarma en el gobierno.

  • Ahora bien, ¿por qué en tu novela le colocas a Maisanta lo de filibustero fluvial?

  • Tú sabes que él asalta aquel barco, y yo coincidí en la misma prisión con el contador de ese barco, el bachiller José Rafael Briceño, quien me narró todas las peripecias de este suceso, lo que aproveché e incluí esa narración en mi novela.

  • ¿Y por qué no has querido publicar esa novela?

  • Porque la circunscribo a Puerto de Nutrias, y debo dar una explicación de cómo aborda el barco Pedro Pérez Delgado, luego llega a Puerto Nutrias y derrota a tres generales del gobierno en la célebre pelea del Picacho, enviados por el general Febres Cordero que era presidente del Estado Zamora. Porque hay que tener en cuenta que Pedro Pérez era un oficial del ejército regular gomecista, y él en realidad había salido en comisión a llevar vituallas y pertrechos a los grupos militares del gobierno estacionados en el bajo Apure, un pueblo a la orilla del Arauca. Y una de las cosas que me tenía dudoso es que para ir de San Fernando a ese pueblo del bajo Apure, tendría que bajar por el Apure, caerle al Orinoco para entonces entrar al Arauca; y yo decía que esto no lo pudo hacer en dos días. Pero después el bachiller Briceño me aclaró la cosa, y es que en tiempos de lluvia había un brazo del Apure que le caía al Arauca, del lado acá de la Boca de la Portuguesa, que queda prácticamente frente a San Fernando.

  • ¿Y sobre esa posición de Maisanta, cuando se niega acompañar a Arévalo Cedeño al Amazonas?

  • Aquí te presento una anécdota que te da más o menos un perfil del personaje. Estando Pedro Pérez Delgado en el Arauca, organizando la invasión por Guasdualito, el doctor Carmelo París dictó una orden concediéndole ascenso a todo aquel que participara en la expedición. Cuando le llegó a conocimiento de Maisanta, desensilló el caballo. De inmediato le llevaron el cuento al doctor París, quien al reclamarle a Pedro Pérez Delgado su actitud, le contestó: "No, que va. Por ahí no tendremos un raso que amarre un caballo, así que yo no voy para esa vaina." Claro, los rasos todos iban a pasar a distinguidos, ¿y quién entonces se iba a ocupar de los bagajes, de las vituallas, de atender las bestias y de correr trancas en los tranqueros?

  • Pero esa novela tuya, puede tener cierta resonancia, aunque esté circunscrita únicamente a Puerto Nutrias. No veo por qué no la publicas.

  • No hay que olvidar que Puerto Nutrias llegó a tener cinco cónsules, y todavía quedan algunos viejos que fueron testigos de las andanzas de Maisanta. Y una de las razones por la que no quiero publicarla es porque por ahí quedan algunos vástagos, familiares, y resulta que en ella hablo muy mal de la gente. Y no es que calumnie.

  •  

EL PERSONAJE DE ZAMORA

  • Hablemos un poco de Zamora. Tú dices que fue el oficial que lleva preso a Páez al castillo en Cumaná. Y hay que tomar en cuenta que Zamora era un oficial regular del ejército.

  • Es que mucho antes de iniciarse la revolución federal, Zamora fue nombrado presidente de Barinas, e inmediatamente renunció a este cargo. Seguramente fue cuando vio la facilidad que tenía Santa Inés para echar un vainón. Porque de lo contrario no se explica. Santa Inés siempre ha sido un pueblito de cuatro casas, y cien habitantes. Él se fue con meses de anticipación a organizar su trampa, un laberinto gigantesco que le permitía simular caminos y trincheras camufladas.

  • ¿Y qué representa esa batalla para nosotros?

  • Bueno, que le da un vuelco a la posición desigual que había entre las distintas clases sociales, y a partir de allí se establece un rasero: Todos vamos a ser iguales ante la ley, seamos rucios, morados o negros. Fue un duro golpe para la oligarquía.

  • ¿Y tú que eres llanero, explícanos, por qué el doctor Alberto Arvelo pone a Florentino a pelear en Santa Inés?

  • Por la sencilla razón de que él concibió una idea palmaria de que no se derrotó del todo a la oligarquía, como tampoco el Diablo derrotó a Florentino. Pero resulta que el Diablo continuó vivito y coleando allá en su entierro, pero aquí la oligarquía con menos fuerza, aunque campante. Porque fíjate que Zamora le da a la oligarquía un golpe mortal con la batalla de santa Inés, y Florentino se lo da al Diablo citándole toda aquella cantidad de santos, pero a pesar de todo eso el Diablo sigue campante también.

  • ¿Entonces Alberto Arvelo se inspiró en la batalla de Santa Inés para estructurar parte de su canto?

  • Claro.

LOS CAMBIOS SOCIALES

  • ¡Tú crees que hoy estamos viviendo de veras una revolución?

  • En teoría pareciera haberla, pero en la práctica no se ve. Si el golpe del 4-F hubiera cuajado, otro gallo cantaría. Yo siempre he partido del principio que no hay revoluciones sin muertos. Me parece totalmente contradictorio hablar de una revolución pacífica. Búscate el diccionario más elemental para que veas lo que significa revolución, y tal supuesta revolución, más que en lo social y política está atentando contra el castellano.

  • ¿Qué es lo que no se le perdona entonces a Chávez?

  • Que procure mejorar algo, porque eso descalificaría a todos aquellos que dominan el espacio mediático y han lanzado desde hace mucho tiempo la conseja de que aquí viene una desgracia nacional. Aunque Chávez volviera esto un paraíso, sus enemigos seguirían advirtiendo que se avecina una catástrofe social. Por otro lado, aquí tanto el presidente como los altos funcionarios siempre te hablan de los últimos cuarenta años, y resulta que todas esas calamidades acumuladas se remontan a 1830. Lo que pasa es que la gente que gobierna se conforma con sacar lo más reciente. Tenemos muy mala memoria, y estamos como los viejos que de lo único que se acuerdan es de lo más reciente. Hay también que tomar en cuenta que lo que más pesa para gobernar una nación como la nuestra, es el poder que sobre nosotros tiene Estados Unidos, verdadera esperanza de muchos enemigos de Chávez. A Pérez Jiménez no lo tumba el pueblo sino Estados Unidos. Tú te acuerdas de aquella reunión que se hizo en Panamá, cuando don Marcos dijo que no daría más concesiones petroleras, y además propuso la creación de un fondo monetario latinoamericano, excluyendo a Estado Unidos. Yo estaba preso en esa época, y le dije a mi compañero de cárcel Tomás Novelino: "Lo más seguro es que salgamos pronto de esta vaina, porque a este tipo dentro poco lo raspan los yanquis. Dicho y hecho."

  • ¿Es decir que esas supuestas gestas del 23 de enero tienen mucho de invento?

  • A Pérez Jiménez lo tumba el Departamento de Estado americano y las compañías petroleras. No te olvides que aquí en Venezuela todo el mundo estaba paralizado, hasta tal punto que se creó una Junta Militar de gobierno que le cubriera la retirada, mientras el jefe mayor se iba sin problemas. Eso de que ejército y pueblo y que si tal, no, no, no, después fue que se alzaron. Pérez Jiménez llevó a juro a Larrazabal que no quería formar parte de esa Junta. Luego fue cuando protestaron a Romero Villate y a Casanova. Después se comete la estupidez de incluir a Eugenio Mendoza en el gabinete, quien aprovechó el cargo para cobrarse lo que le debía la dictadura, y en cuanto logró satisfacer sus intereses, se fue.

  • Y por otro lado, no hay una nueva conciencia social.

  • Claro: ¿de dónde salieron esos millones de votos que sacó Hugo Chávez?, pues de las bases de Acción Democrática y de COPEI. Aquí los revolucionarios habrían tenido que ponerse desaforadamente a hacer muchachos para introducir una nueva y distinta clase de votantes, lo cual habría sido imposible. De tal manera que cuando nos hablan de esos repetitivos 40 años, deberían mencionar a determinados personajes hartamente comprometidos con ese nefasto pasado y no globalizar, porque entonces, chico, esos adecos que le dieron el voto a Hugo, dirán: Bueno, y ahora que a este le dimos el voto, nos va a estar jodiendo; ¿va a seguir hablando pistoladas de nosotros?".



 



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

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