Mi palabra

Guaidotada de la conferencia episcopal

"No es fácil opinar contra los propios intereses;

éstos arrastran las opiniones"

Jaime Balmes

La conferencia episcopal no le pide al imperialista y menos a Dios, porque el primero los manda y se callan y el señor de las alturas no escucha a falsos disfrazados falsificadores del mensaje de Jesús de Nazaret en medio de sus ataques desesperados, después de una prolongada frustración al fracasar de una visita efímera a Miraflores al lado del "Angelito" Carmona y la pandilla de títeres organizada y dirigida por el gobierno de los Estados Unidos, en el 2002, cuando tomaron el poder por asalto.

El partido episcopal, comandado por el bíblico Baltazar, no se ha apartado ni un instante de la escena política en representación de la oligarquía venezolana, a pesar, de llevar marcada en la solapa toda la bestialidad de sus actuaciones en las pasadas guarimbas; porque aparecían precisamente para justificar todos los ademanes de sus protegidos y por momentos se hacían las víctimas, como los niños traviesos, que tiran la piedra y esconden la mano.

Este partido está más activo, que los mismos del pasado –AD y COPEI– y ninguno de los nuevos habla, opina y tiene tantos oyentes por la tradición católica de Venezuela y por eso tratan de aprovechar la feligresía, como unas homilías cargadas de odio, pero con rostros bondadosos buscando esconder los dientes incisivos tan afiliados a los que, no faltan en las películas de Drácula, pero al presentarse en momentos electorales, se delatan con el cuchillo en la mano.

Todo lo que proponen lo vienen repitiendo cambiando el vocabulario, aunque a veces parecen infantilidades, pero al no tener de donde inventar, repiten y repiten, como un estribillo clerical y al final parecen copiar todo el arsenal publicitario del jefe de propaganda del ejército Nazis ¡Repite que algo queda! y sin ir muy lejos se asemejan a los eternos mentirosos formados en la resquebrajada oposición. Lo que demuestra todo lo contrario de lo que buscan, ya que, tratan de convertir una mentira en verdad al repetirla hasta el cansancio, pero son pocos los que siguen esa procesión cantada.

Ahora, la desacreditada CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA, sale, con otra retahíla parecida a los cuentos del fracasado Guaidó, pero estratégicamente dejaron agazapado a Baltazar Porras –muy rayado– y en su lugar le dieron la palabra a un tal: Raúl Biord Castillo – lo conocerán en el hogar donde nació– quien pidió nombrar cuanto antes a los nuevos rectores del CNE, levantar las inhabilitaciones de candidatos y devolver los partidos políticos a sus dirigentes para garantizar comicios libres, justos y democráticos. ¿Cuál es la verdad de toda esta farsa? La continuación para seguir fingiendo y preparar el terreno para hechos violentos, con la excusa de la trillada dictadura y el reeeeeeegimen de Maduro. ¡Inventen otra, porque esta provoca risas!



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Narciso Torrealba


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