En Venezuela, está en curso nueva ola violenta, con graves consecuencias en la región

Como colombiano comprometido con las luchas sociales anti oligárquicas y por el socialismo, he sido observador atento y testigo directo del proceso político venezolano desde el heroico triunfo presidencial de Hugo Chávez en diciembre de 1998; conocedor por supuesto, del estallido social anti neoliberal de 1998 y del levantamiento militar revolucionario de febrero de 1992, que abrió el camino a los cambios profundo y radicales en la sociedad y el Estado venezolano registrados en las últimas dos décadas.

De todo este recorrido histórico, lo que más ha llamado mi atención es la feroz y violenta oposición ejercida por las viejas oligarquías venezolanas (y de sus voceros políticos de la ultraderecha) en asocio con el imperialismo gringo y los sectores reaccionarios internacionales (especialmente el colombiano), para bloquear los cambios y las transformaciones sociales y democráticas lideradas por Chávez y la dirigencia revolucionaria, entre quienes se destaca el presidente Nicolás Maduro, actual presidente de la República bolivariana antiimperialista.

El golpe de estado de abril del 2002 (o Carmonazo), el motín militar en Altamira, el ataque continuado del imperialismo al gobierno bolivariano, los intentos fracasados de golpes blandos, las guarimbas sangrientas del 2014 y 2017 (promovidas por Capriles, Machado, López, Guaido y otros), el brutal saqueo y bloqueo de la economía venezolana organizado por los imperialismos occidentales, y los planes magnicidas para eliminar al presidente Nicolás Maduro y otros líderes del gobierno, son eventos que están ahí para confirmar la naturaleza contrarrevolucionaria y criminal de los enemigos del proceso bolivariano desplegado desde 1998 a raíz de la elección presidencial de Chávez y la aprobación de la Constitución de 1999.

A propósito de las próximas votaciones para escoger el nuevo presidente de Venezuela para el periodo 2025-2031, es evidente que tal proceso político es del mayor interés de los viejos clanes oligárquicos venezolanos, de la oligarquía colombiana y del imperialismo, para desplegar todas sus artimañas y tecnologías políticas –incluida la violencia- para retomar el control del gobierno y destruir todos los derechos sociales y políticos alcanzados por el pueblo venezolano.

No me cabe la menor duda. Tanto la tal "consulta interna autónoma" de la oposición para seleccionar un candidato o candidata presidencial, como el resto de campañas políticas en curso, serán utilizadas para reactivar nuevamente otras estrategias violentas para destruir el gobierno legítimo del presidente Maduro.

Detrás de todo esto está el actual gobierno de los Estados Unidos, la Unión Europea y la oligarquía bogotana.

Raro que cierta izquierda no entienda esto y se pierda en los odios personales.

Bien hace el gobierno del presidente Maduro en organizarse adecuadamente para enfrentar la arremetida ultra violenta del fascismo que está en camino.

La lucha clasista del bloque reaccionario está en curso y no se debe subestimar.

Ellos solo viven para eso: para proteger privilegios y violentar los derechos populares.

No se le dé más vueltas al asunto. Cuando estas miserias humanas hablan de democracia, de libertades y derechos es todo lo contrario. Tiene el fusil, la pistola y la guarimba al pie para actuar contra el pueblo.

No hay que pecar por ingenuos.



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Horacio Duque

Politólogo e historiador.

 horacioduquegiraldo@gmail.com      @horacio_DG

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