Necesario es vencer

"Soldados, defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la Patria. No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer ¡Viva la República!" (General José Félix Ribas)

La revolución bolivariana nació y se ha desarrollado por vía pacífica. No es como otros proyectos societales que levantaros banderas anticapitalistas, pero llegaron al gobierno a través de las armas.

Ahora, en Venezuela, están programadas las elecciones presidenciales para el año 2024 y la revolución bolivariana debe contarse de nuevo con el candidato que escoja, que hasta ahora todo indica que será el presidente Nicolás Maduro.

De allí que, para garantizar el triunfo, es necesario no sólo tener la razón y un proyecto claro de país; es imprescindible, sobre todo, tener el apoyo de la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano.

Tres halcones han hablado y lo han hecho a través de tres libros publicados. John Bolton, Mark Esper y Mike Pompeo. Estos señores, sin recato alguno, como siempre lo ha hecho el imperio, han coincidido que la estrategia gringa siempre ha sido la misma: eliminar la cabeza visible que mantiene esta revolución. Después de la muerte del comandante Supremo, ha sido Nicolás Maduro el objetivo a eliminar, incluso físicamente si eso garantiza sus propósitos.

Esos propósitos, hasta ahora, han fracasado, pero ellos seguirán insistiendo con su estrategia y se están preparando para la próxima batalla, la electoral.

De allí que los votos deben asegurarse porque cualquier error de cálculo puede ser fatal.

Recordar siempre que mientras el llamado "país político", habla de candidaturas, de legitimación, de pérdida de la soberanía, de bloqueo, de autoritarismo y de otras cosas, la sociedad venezolana está hablando de los problemas de la falta de agua, de la electricidad, el gas, de los combustibles, del alto costo de la vida, del abastecimiento, de las dificultades para que los pacientes puedan recobrar la salud y de otras necesidades, como el tema de los salarios de los trabajadores, en particular de los que trabajan para la administración pública.

No basta con el discurso que dice beneficiar al pueblo; lo importante es escuchar el clamor de ese pueblo y responder a sus necesidades. Eso es válido para ambos sectores de la política, pero particularmente lo es para el gobierno bolivariano, que busca su relección.

Perdiendo votos

Hay unos cuantos funcionarios gubernamentales que hacen todo para que el pueblo venezolano se desencante de la revolución bolivariana.

Son, por ejemplo, esos viceministros y directores generales que van por la vía atropellando a cualquier mortal, con sus camionetotas 4X4, sin placas, a veces con sirenas incluidas y sus guardaespaldas, quienes muestran, a diestra y siniestra, sus pistolas, para que todo mortal los vea.

Los "bunkers", que se levanta alrededor de algunas importantes oficinas y que impiden el libre tránsito de los venezolanas y venezolanas de a pie, genera mucho escozor y rechazo. Hay unos cuántos ejemplos. Ante eso, muchas y muchos se preguntan: ¿Obedeciendo al pueblo o gobernando contra el pueblo?

También nos encontramos con aquellos funcionarios que sufren del "síndrome de la infodemia", son profundamente narcisistas y adictos a los selfies, no entendiendo, como diría Byung Chul Han, que "los selfies son superficies lisas y satinadas que ocultan por breve tiempo el yo vacío. Pero si se les da la vuelta, uno se topa con reversos recubiertos de heridas y sangrantes. Las heridas son el reverso de los selfies".

Se olvidan que lo más importante es el pueblo. Son los que una vez que se toman el selfies, se van de la actividad y luego se pueden ver por Instagram, imágenes magníficas con un texto que cuenta a los incautos sobre un día de arduo trabajo a favor de la revolución, el futuro de la Patria, con el lema "hasta la victoria siempre, lucharemos y venceremos"

Se olvidan, exprofesamente, que el protagonista de esta revolución debe ser el pueblo y no el burócrata que, a punta de verse en la pantalla se empiezan a creer importantísimos y repite frente al espejo: "Yo soy revolucionario". A esos personajes hay que decirles: "Los espejos son como la conciencia. Uno se ve allí como es, y como no es, pues quien se ve en lo profundo del espejo trata de disimular sus fealdades y arreglarlas para parecer a gusto" (Miguel Ángel Asturias).

Y por supuesto, se encuentran los adictos a los bienes del Estado, los corruptos. Al respecto, deben mencionarse las palabras del presidente Nicolás Maduro, con motivo de un nuevo año del 4 de febrero, donde dijo:" a los corruptos que se disfrazan de chavistas hay que enfrentarlos y desnudarlos frente al pueblo. Ahí es donde tiene que estar la fuerza de rebeldía del 4 de febrero. Darlo todo por la patria".

Como conclusión de todo esto, es que esos funcionarios le hacen mucho daño a la revolución bolivariana y hacen perder muchos votos. ¿Cuantos? No sé, pero de que se pierden se pierden.

La oposición que tenemos

Como en muchos países del mundo, la política venezolana está plagada de muchas interrogantes y en muchos casos de contradicciones.

Aquí, por ejemplo, se cuenta con la peor oposición del mundo; es anti patria, nada constructiva y profundamente negativa. Sin embargo, nunca debe despreciarse al contrincante y recordar siempre que "seguro mató a confianza".

Se sostiene, según algunos estudios de opinión electoral, que existe un marcado rechazo tanto hacia el gobierno como hacia la oposición. Se habla de que los votantes indecisos son mayoría. Pero también se dice que el nivel de rechazo que tenía Nicolás Maduro ha venido bajando, entre otras razones, por las disputas internas de la oposición, que cada vez está más dividida y fragmentada. De hecho, se afirma que Maduro ha venido creciendo en las encuestas. En el 2018 llegó a tener un rechazo muy alto y, a pesar de eso, ganó las elecciones con suficientes votos por encima de Henri Falcón. Desde ese momento hasta ahora, el presidente Maduro ha venido revirtiendo esa tendencia, hasta tal punto, que si hubiera elecciones en este momento, sin lugar a dudas, él las ganaría nuevamente porque no hay un solo opositor que brinde confianza, credibilidad y entusiasmo ante el electorado que adversa a este gobierno.

El papel de la psicometría

La psicometría juega un papel de suma importancia en los procesos electorales en esta era de las redes sociales. Es un procedimiento basado en datos para conocer el perfil de personalidad, es decir con suficientes datos se puede calcular con precisión la personalidad del usuario y es ideal para el marketing político.

La guerra de los memes indica que la comunicación digital favorece lo virtual sobre lo textual. América Latina ha sido víctima de los monopolios de la información de las élites empresariales y ciertos estamentos de la justicia.

Las noticias falsas son también información. Las campañas electorales son guerras de información que se libran con todos los medios técnicos y psicológicos imaginables. Los bots, las cuentas falsas automatizadas en las redes sociales difunden noticias falsas y discursos que influyen en la formación de la opinión pública. Los ejércitos de trolls intervienen en las campañas apuntalando la desinformación. Las teorías de la conspiración y la propaganda dominan el debate político. Por medio de la psicometría y la psicopolítica digital, se intenta influir en el comportamiento electoral y evitar las decisiones conscientes.

Esa guerra de información ya eso comenzó en Venezuela y ahora, se asoma, como en Chile y Ecuador, un candidato-empresario. Se habla de Lorenzo Mendoza, cabeza del Grupo Polar y se dice que es el "actor político" con mayor aprobación en Venezuela, pese a que jamás ha estado en la administración pública y ha dicho en varias ocasiones que no le interesa entrar a la arena política.

Según el último estudio de la encuestadora More Consulting, Lorenzo Mendoza contaría con 57,8 % de aprobación. Les siguen Rafael Lacava y Benjamín Rausseo ("Er Conde del Guácharo"), con 48,7 % y 43,3 % de aprobación, respectivamente. El presidente Nicolás Maduro, aparece como el quinto personaje político con mayor aprobación, con un 30,1 %. María Corina Machado, considerada como la dirigente más a la derecha en el espectro político de Venezuela, aparece en la cuarta posición con 33,8 %.

Así que, mosca, por allí van los tiros.

Por eso, necesario es vencer

Dicho todo lo anterior, hay que prepararse para lo que viene. Lo que no lograron con guarimbas, intentos de magnicidios, invasiones y saboteos de varios tipos, ahora intentarán lograrlo con elecciones. Pero es la misma guerra híbrida, multicausal y multifactorial. Lo que se busca es revertir la revolución bolivariana. Así que todo está claro.

No estará fácil la batalla que viene, que debe ser ganada, no sólo por el pueblo venezolano -que lo es-, sino también por los otros pueblos de América Latina, El Caribe y de otros continentes del mundo.

Así que, mientras más se gobierne obedeciendo al pueblo y se despeje el camino de todas las piedras que generan resistencia y rechazo, mucho más crecerá la oportunidad para que la revolución bolivariana siga brillando en el firmamento de la patria de Bolívar.

Y parafraseando a Silvio Rodríguez y Eduardo Galeano, debemos decir: ojalá y así



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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