La revolución no debe soltar la bandera del salario

En comunicación política lo que se dice no sirve de nada si lo contradice lo que se hace y cómo se hace. Si el dólar paralelo se disparó y el BCV no pudo evitarlo, si el salario se devaluó y Min Trabajo no pudo evitarlo, si la principal causa son las agresiones llamadas sanciones, entonces debes cuidar en extremo lo que dices, lo que haces, cómo lo dices y cómo lo haces, por ejemplo, si los trabajadores de sidor y educación protestan por salario, no puedes señalarlo ni culparlos, porque su reclamo es justo y la bandera de proteger el salario siempre debe estar en manos de la revolución.

Cuando el presidente de Sidor señala que quien protesta es financiado por el imperio, mete la pata, porque al reclamo justo no se le tiene respuesta, independientemente de que ese trabajador esté exigiendo de salario dos kilos de oro mensual. Si los los educadores marchan exigiendo salario y le respondes con una contramarcha para rechazar sanciones y sin tener respuesta al reclamo, es un error, porque el reclamo es justo y tácitamente críticas al que protesta, siendo que la bandera que lleva es la de la revolución, un mejor salario para el que está más jodido.

Lo que agrava el problema, es la ausencia de un debate salarial, las reuniones con el enemigo histórico de los trabajadores Fedecamaras, y los indultos a los promotores de las sanciones. El trabajador te dirá, si quieres que marche contra las sanciones

¿por qué coño indulttaste a Fredy Guevara?,

¿qué se ganó con su liberación?

Si lo primero que dice el golpista es que hará lo imposible para que se mantengan las sanciones. La bandera salarial jamás se suelta, si el diputado Jesús Farias insiste en hablar del salario cuando aumente la producción está cometiendo un error, porque el argumento es una tesis neoliberal de goteo, de migajas a repartir cuando sobre, es ignorar la realidad porque el dólar subió ya y el salario no, y si pide que culpes a las sanciones, no estás entendiendo el reclamo, te están pidiendo que resuelvas el problema, que encuentres la manera de proteger el salario de esos ataques, si no sabes hacerlo entonces busquemos a otro que defienda mejor esa trinchera porque por allí se está metiendo el enemigo, por allí está teniendo éxito el imperialismo yanqui.

La bandera salarial jamás se abandona y siempre será un error táctico comunicacional descalificar, insultar o cuestionar a quien la tome. No se trata de videos, de marchas, se trata de cuidar lo que se dice, se hace, cómo se dice y cómo se hace.



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David Javier Medina


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