Los educadores están conscientes del impacto de las "sanciones" sobre el salario… Miren esto…

  1. Nuestros educadores saben que aquí, entre 2003 y 2014, llegamos a tener los sueldos más altos de América Latina, al tiempo que tuvimos uno de los Coeficientes de Gini más bajo del continente. Millones de venezolanos pudieron durante esa época viajar a cuerpo de rey por el mundo. La gente disponía de miles de dólares mediante el uso de tarjetas de crédito que a la postre se despilfarró en las bagatelas más insulsas, como nos dio la gana. Fue una millonada que nos entró, que produjo el mayor vértigo de gastos y consumos jamás conocido por pueblo alguno en este continente. Vivíamos en una Jauja incontenible de derroches y dispendios.
  2. Nuestros educadores no son tontos, y recuerdan muy bien esta espléndida época de sumo bienestar y dicha, cuando hasta barrenderos y bedeles, porteros y vigilantes pudieron comprarse un carro y salir a darse unas vacaciones por el Caribe. Niños y ancianos disfrutaron gratuitamente de planes vacacionales especiales en hoteles cinco estrellas. Pero aquella prosperidad tan esplendida, que aunque ustedes no lo crean, aquel espectáculo de grandioso bienestar, fue algo que acabó chocando frontalmente con los que mueven los hilos del capital, y en definitiva constituía a los ojos del mundo un muy MAL EJEMPLO que otros pueblos podían imitar, y sutilmente… comenzó una bestial guerra, que se intensificó a partir de 2013, cuando se creyó haber "exterminado" a su procreador.
  3. Todo este bienestar era posible porque antes, lo inmensos capitales que se llevaban los empresarios de maletín, los políticos de partido del viejo orden, ahora se les estaba dando al pueblo, y por supuesto que esto afectaba duramente a las multinacionales, a los negocios e intereses de Washington. La guerra seguía afinándose...
  4. Por supuesto que no puede escapar a la agudeza de nuestros excelsos docentes, duchos en el conocimiento de la llamada Guerra de Civilizaciones que, desde el golpe del 2002, Estados Unidos estaba a la caza de un gran zarpazo, el cual acabó por ejecutarse en 2013, por lo que de allí en adelante la metralla de las condenaciones se habría de intensificar sin clemencia y sin pausa.
  5. Nuestros educadores suelen ser personas críticas y cultas, personas agudas que ven y analizan los hechos desde las perspectivas de nuestra historia, desde los conflictos de los poderes hegemónicos en el mundo, desde la vieja y reiterada tragedia por la que hemos tenido que pasar una vez que decidimos ser soberanos e independientes, y cumplir los mandatos que nuestros a partir de múltiples elecciones decidió darse.
  6. Nadie está contento con el salario que devengamos, un cuadro de terribles dificultades similares al trance agónico, plagado de adversidades como los que se presentaron entre 1812 y 1830. En aquella época, se hizo un llamado al combate, que obligó a que de la nada cada cual asumiese un papel para la defensa de la patria, y de la nada nos hicimos soldados, de la nada salimos a independizar la América del Sur. Fue un momento en el que nos tocó aceptar el duro pan de la guerra y de la muerte. Eso lo saben muy bien nuestros educadores y lo enseñan a sus alumnos con profunda vocación patriota y nacionalista.
  7. Nuestros docentes están poseídos por el espíritu del maestro de maestros, Simón Rodríguez, el que pudo formar con su genio a aquel Hombre de las Adversidades. A aquel Hombre que todo lo entregó por darnos una patria libre, que nunca cobró un sueldo, que jamás reclamó sus Haberes Militares y que le daba asco como se lo hizo saber a Francisco de Paula Santander el que le tuviesen que pagar por lo que había hecho por la patria porque si algo le pagaban por ello, entonces eso quería decir que su obra tenía un precio, y si tenía un precio era algo que cualquiera podía hacerlo. "Si me pagan por lo que he hecho, ¿entonces que le he dado yo a mi país? Nada". A la final, aquel hombre que fue el más rico de América, murió con una camisa prestada…
  8. Se está dando un gran debate en nuestras aulas de escuelas, liceos y universidades, y es un debate para tener conciencia del papel que nos ha tocado en esta hora, luego de lo que hemos vivido en medio de tantos acosos, asedios y bloqueos. Todos nuestros educadores saben cuál ha sido el "crimen" cometido por quienes gobiernan. Es una historia tan palpable y viva, tan cercana a cada uno de nosotros, que nos ha estremecido y que aún es un testimonio al que le restan muchos capítulos en el futuro.
  9. Nuestros educadores se deben sentir orgullosos porque saben que en esas aulas en las que hoy están impartiendo clases, en el futuro vendrán maestros que tendrán que enseñar las proezas y las luchas que hoy estamos dando para merecer la patria que tenemos.
  10. Lo que quiero decir, es que lo grandioso de estas circunstancias, el dolor de todos estos inmensos traumas, es saber sobrellevarlos con conciencia. Saber por qué están ocurriendo, de dónde vienen, quiénes los provocan. Eso es lo más importante, y así lo asumen nuestros queridos y adorados educadores.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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