¿Efecto Boomerang?

"Los guerreros victoriosos ganan primero y luego van a la guerra, mientras que los guerreros derrotados van primero a la guerra y luego tratan de ganar"

(Sun Tzu)

Los propósitos y/o las intenciones de occidente están claros. Se realizaron en los últimos días del mes de junio de este año la cumbre del G7 y de la OTAN, casi simultáneamente, y el tema principal de la agenda fue el mismo: incrementar las sanciones contra Rusia, arrinconarla, llevarla al ostracismo, hacerla que claudique o que se derrumbe. En otras palabras, lo que le están aplicando popularmente hablando es una cayapa.

En esas cumbres se dijo de todo sobre Rusia y su Presidente. En particular, el primer ministro británico, Boris Johnson, afirmó que si Putin fuera una mujer, no hubiera lanzado la guerra en Ucrania y consideró al mandatario ruso como un ejemplo de "masculinidad tóxica". Ante eso, la respuesta rusa no se hizo esperar a través de portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien dijo sarcásticamente: "¡El viejo (Sigmund) Freud soñaba en vida con estudiar a un paciente como este!".

La procesión va por dentro

Ahora, lo que parece cierto es que Rusia se ha convertido realmente en un "hueso duro de roer" o en una "papa caliente".

Veamos.

Según artículo publicado el 24/06/2022 por el diario The New York Times, se dice que pese a las expectativas de que la economía de Rusia se derrumbaría a causa de las sanciones tras el inicio del conflicto militar en Ucrania, son los países occidentales quienes se enfrentan a un "dolor económico creciente", mientras que las restricciones tienen "poco impacto en el desarrollo de la campaña militar" de Moscú o en la posición política del presidente ruso, Vladímir Putin, dentro del país.

"Los funcionarios estadounidenses prometieron que el sistema financiero de Rusia quedaría golpeado si atacaba a Ucrania, y el presidente Joe Biden se jactó en marzo de que las sanciones estaban 'aplastando la economía rusa' y que 'el rublo está reducido a escombros'. Sin embargo, los ingresos petroleros rusos han batido récords gracias a la subida de los precios del crudo. Y después de desplomarse en febrero, el rublo alcanzó esta semana su máximo en siete años frente al dólar".

Se indica, según la misma fuente, que pocos en la Administración Biden esperaba que las sanciones frenaran los combates, pero Washington y sus aliados europeos tampoco esperaban la presión económica actual. En este sentido, los autores recalcan que el embargo al petróleo ruso por parte de EE.UU. y los planes de la Unión Europea de reducir considerablemente su dependencia de los hidrocarburos rusos acarrearon "en parte" la actual alza de los precios energéticos.

Las sanciones están generando sus consecuencias y una de ellas es que la inflación está creciendo "más rápido que los pronósticos de los funcionarios de la Casa Blanca". Así, el NYT alude a las reiteradas ocasiones en las que Biden habló de la llamada "subida de precios de Putin", aunque luego el jefe de la Reserva Federal, Jerome Powell, lo contradijo, al asegurar que "la inflación fue alta ciertamente antes de que estallara la guerra en Ucrania".

En vista de todo ello, una cuestión clave ahora es "si la paciencia con las sanciones podría agotarse en las capitales occidentales", mientras que "un problema creciente" para Occidente es "el potencial de una fuerte divergencia de opiniones entre políticos sobre nuevas sanciones".

Por su parte, Holman W. Jenkins Jr, en un artículo publicado, el 21/06/2022, en el diario The Wall Street Journal, sostiene que las reiteradas declaraciones del presidente de EE.UU., Joe Biden, en las que culpa al mandatario ruso, Vladímir Putin, por el drástico aumento de los precios en el país norteamericano, son "publicidad falsa por partida triple". Primero, porque le atribuye en gran medida de forma errónea la causa de los precios más altos de gasolina, segundo, porque exagera la influencia de Putin y tercero, porque exagera la valentía de la respuesta de Occidente.

El autor señala que el actual incremento de los precios del petróleo no empezó con el inicio del conflicto en Ucrania. "Por mucho que se hable de Ucrania, el 55 % del aumento actual desde el pasado diciembre se produjo antes de la invasión rusa. Y lo que es más importante: la subida de la gasolina al por menor ha sido desproporcionadamente grande en relación con la subida subyacente del precio del petróleo".

Ante eso, Vladimir Putin, ha señalado, en varias ocasiones, que el actual auge de los precios de alimentos, recursos energéticos y otros bienes "no sucedió ayer" y no tiene nada que ver con la operación militar de Moscú. "Es resultado de varios años, resultado de muchos años de la política macroeconómica irresponsable de los países del G7, la emisión descontrolada y de la acumulación de las deudas no respaldadas".

El economista Jason Furman, profesor de la Universidad de Harvard y ex representante del Consejo Económico de Asesores de la Casa Blanca durante la Administración Barack Obama, ha advertido sobre el aumento de la posibilidad de que Estados Unidos entre en un período de crecimiento económico estancado y de altos precios para los consumidores.

"Es un riesgo real", estimó dicho economista en una entrevista con FOX Business, calificando el riesgo de estanflación como el "más grande" que han tenido "en mucho tiempo". En este sentido, en mayo de este año, la inflación aceleró el ritmo, con el índice de precios al consumidor alcanzando el 8,6 % en EEUU..

La jefa del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, también habló y dijo que la importancia de combatir la inflación ahora para apuntalar las perspectivas de crecimiento económico en el futuro, y advirtió de que hacerlo podría causar "algo de dolor" a los consumidores a corto plazo. "El éxito con el tiempo (en la reducción de los precios) será beneficioso para el crecimiento global, pero un poco de dolor para llegar a ese éxito puede ser un precio necesario a pagar".

El FMI recortó su pronóstico de crecimiento para EEUU en 2022. De 3,7% a 2,9% y Georgieva dijo que el FMI creía que Estados Unidos podría escapar de una recesión, aunque advirtió de que las perspectivas tenían riesgos "significativos" a la baja.

Debe decirse que la inflación es ahora más alta que en cualquier otro momento desde principios de la década de 1980, lo que significa que muchas personas no pueden seguir comprando los mismos productos y servicios.

La Reserva Federal de EEUU, está actuando para encarecer los créditos y, de ese modo, "enfriar" la demanda de productos y servicios. El 15/06/2022, colocó el tipo de interés de referencia en 0,75 puntos porcentuales, una subida abrupta.

La alta inflación en otras economías, en particular en las del G7, evidencia que el aumento de los precios es un fenómeno global, causado en gran parte por las interrupciones mundiales en el suministro de combustible, alimentos y otras mercancías.

En ese contexto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que la guerra en Ucrania se ha sumado a los trastornos causados por el cambio climático, la pandemia del coronavirus y la desigualdad para producir una "crisis de hambre mundial sin precedentes" que ya afecta a cientos de millones de personas. Advirtió que el mundo se enfrenta a una "catástrofe" debido a la creciente escasez de alimentos en todo el planeta y "hay un riesgo real de que se declaren múltiples hambrunas en 2022" y que "2023 podría ser incluso peor".

Guterres subrayó que las cosechas en Asia, África y América se verán afectadas, ya que los agricultores de todo el mundo luchan por hacer frente al aumento de los precios de los fertilizantes y la energía e informó que los negociadores de la ONU estaban trabajando en un acuerdo que permitiera a Ucrania exportar alimentos, incluso a través del Mar Negro, y que permitiera a Rusia llevar alimentos y fertilizantes a los mercados mundiales sin restricciones.

Se pronunció a favor de que se alivie la deuda de los países pobres para ayudar a mantener sus economías a flote y que el sector privado ayude a estabilizar los mercados mundiales de alimento.

Como conclusión, diríamos que un hecho real y concreto es que el dólar y el Euro no son precisamente las monedas que en este momento están a la ofensiva. Más bien, es el rublo, por un lado, que ha venido sorteando las sanciones, y el Yuan, por el otro, los que están a la ofensiva en la mayoría de las economías de mayor población.

Así están las cosas por el mundo.

Otra propuesta sí es posible.

Con una lógica distinta a la agenda del G7 y la OTAN, se reunieron días antes, los países miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en su cumbre XIV, en Beijing, China, y emitieron una declaración de consenso. En la agenda no estuvo la guerra como prioridad, sino el desarrollo, la cooperación, la estabilidad y la paz.

Debe decirse que los países que conforman los BRICS se caracterizan por estar entre los más grandes, con Rusia a la cabeza, y más poblados del planeta. Todos ellos son ricos en recursos naturales y su producto interior bruto (PIB) ha crecido mucho en los últimos años

En las declaraciones del presidente chino Xi Jinping en el Diálogo de alto nivel sobre el desarrollo global al día siguiente de la inauguración de la Cumbre BRICS, dice: "El desarrollo es un tema eterno para la humanidad" y que "sólo a través del desarrollo continuo se puede realizar el sueño del pueblo de una vida mejor y estabilidad social".

Occidente se está involucrando en el proteccionismo, las pequeñas camarillas, las sanciones máximas y el desacoplamiento, que obviamente están llevando al mundo entero a la cuneta. Desde esta perspectiva, el mayor significado de la Cumbre BRICS en esta ocasión es haber alcanzado un consenso internacional para promover el desarrollo. Este es el camino correcto del mundo y de la humanidad.

La posición de la Declaración de Beijing de la 14ª Cumbre BRICS no es ayudar a Rusia a luchar contra Occidente, sino hacer las paces, participar en negociaciones y realmente tener preocupaciones humanitarias. Armar a los ucranianos, en lugar de brindar ayuda humanitaria real, es una prueba importante de que EEUU quiere que los dos países continúen luchando. Los BRICS buscan, más bien, resolver la situación en Rusia y Ucrania y reafirmar la autoridad exclusiva de la ONU para imponer sanciones, lo que significa decir no a las sanciones al estilo estadounidense.

Insistieron en la solución pacífica de diferencias y disputas entre países a través del diálogo y la consulta; apoyaron las conversaciones entre Rusia y Ucrania y plantearon discutir las preocupaciones humanitarias de Ucrania.

Está claro que los BRICS sigue siendo lo más confiable para Rusia. Todos sus países están aumentando las importaciones de petróleo y realizando un comercio normal, y no han seguido las sanciones occidentales. Estos países son los amigos más cálidos y sinceros de Rusia en el escenario internacional.

La igualdad, justicia y respeto mutuo son el símbolo de que BRICS representa el futuro del mundo. No buscan reconstruir una alianza militar, ni volver a caminar por el camino del G7, ni formar una pequeña facción para luchar contra otra y esperan que la humanidad camine por el camino de una nueva civilización.

A confesión de parte, relevo de prueba.

Algo que parece absolutamente cierto. Del conflicto actual en Ucrania y de la agenda antirusa de occidente, el país que parece que se está beneficiando es China y se apuntala como uno de los jugadores más importante del "nuevo orden internacional".

Y es tan así que los países miembros de la OTAN han dado el visto bueno a un nuevo Concepto Estratégico que define a Rusia como la amenaza más significativa y directa y, por primera vez, mencionan a China, subrayando el desafío sistémico que el ascenso del gigante asiático -y su cooperación con Rusia- representa. A la vez, decidieron "reforzar significativamente" su capacidad de defensa y disuasión, con especial atención al flanco oriental.

La OTAN sostiene que las políticas y ambiciones de China "desafían nuestros intereses, seguridad y valores" y que "las operaciones maliciosas, hibridas y cibernéticas de la República Popular China y su retórica de confrontación y de desinformación tienen como blanco a los aliados y dañan la seguridad de la Alianza". También dicen que China "busca controlar sectores clave tecnológicos e industriales, infraestructura crítica y materiales estratégicos, además de cadenas de suministro".

La OTAN también abordó la cooperación entre Pekín y Moscú y declaró que "va en contra de nuestros valores e intereses". Sin embargo, la Alianza está abierta a una colaboración "constructiva" con Pekín.

Todo está claro. A confesión de parte, relevo de prueba. El "efecto boomerang" está funcionando y se podría repetir con un cubano lo siguiente: hicieron como Chacumbele, ellos mismos se mataron.



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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