Mi palabra

El narcotráfico pone a prueba directamente al proceso revolucionario

Artículo a la memoria de la primera alcaldesa

comunista y revolucionaria de Venezuela:

Tatiana Delgado, al cumplirse 5 años de su muerte

Cuba socialista asediada, bloqueada y apenas a 90 millas marítimas del más criminal imperialismo de la historia, dio un ejemplo de firmeza al desbaratar la incubación de un grave problema de narcotráfico. El varias veces condecorado general Arnaldo Ochoa, hombre de confianza de Fidel Castro, combatiente de Sierra Maestra, le fueron encontrados alrededor de 30 mil dólares debajo de la cama, y al hacer las investigaciones se comprobó, que, era producto del tráfico de drogas, en complicidad con otros tres altos militares más, al tener conexión con el jefe del cártel de Medellín, Pablo Escobar. Al ser sometidos a un consejo de guerra, llegó el momento que, solamente faltaba el voto del comandante de la revolución para ser fusilados, y este sin ninguna vacilación alzó la mano para finalmente ser llevados al paredón.

Este castigo ejemplar recorrió el mundo, y terminó de acerar mi conciencia, cuando militaba en las filas del Partido Comunista de Venezuela, ya que, me enseñó a valorar la decencia y la moral de un revolucionario aun, cuando se encuentre en las peores condiciones económicas. El tráfico de drogas es un crimen en potencia en detrimento de la juventud al estar cometiendo uno de los mayores atentados en contra del ser humano. El revolucionario se nutre de ejemplos para construir una sociedad nueva, siempre pensando en su mayor riqueza: la juventud, a pesar de las grandes tentaciones el cual no cesan ni un instante, generadas por el imperialismo a través de su gran poder mediático.

Todo proceso revolucionario está sometido a las más variadas tentaciones y un acoso permanente, a través del gran poder del dinero y el caso venezolano no puede ser la excepción; más, cuando compartimos fronteras con el mayor productor de drogas en el mundo, como es Colombia y además su gobierno se ha convertido en la punta de lanza del imperialismo para atacar a nuestro país. La noticia de la detención de una alcaldesa chavista del municipio Jesús María Semprún, impactó con todo el veneno posible, al no aclarar su ubicación. Para los que desconocen el sitio, la capital es Casigua el Cubo, exactamente en la línea limítrofe con Colombia.

La otra gran verdad de esta detención, es que, esta alcaldesa ingresó a las filas del PSUV, como llegaron millares de militantes atraídos por el verbo encendido del comandante Chávez, sin haber pasado ninguna prueba, y sin ser sometida a un chequeó permanente de sus andanzas, que, al final la llevaron a formar parte de una banda de traficantes de drogas, con el camino expedito precisamente por el sitio, donde ejerce un cargo de representación popular, totalmente apartado y de allí en adelante lo queda, es Colombia y todo el mundo sabe, como se manejan esos sitios: un verdadero infierno. El dinero a través de los dólares en la mayoría de estos sitios impone la ley, hasta convertir a personas en seres sin dignidad y moral, a quienes solo les importa ver crecer sus cuentas bancarias en moneda estadounidense.

Para la derecha y los opositores enfermizos, más los escribientes con sed de venganza, están aprovechando este caso de implicaciones peligrosas para montar una fiesta con bombos y platillos, que, no ha podido agarrar vuelo por la férrea actitud patriótica de un sector importante de las FANB. Pero, la tentación es tan grande en medio de la corrupción y el enemigo tan poderoso, el cual hace todo para descomponer el asediado proceso bolivariano. El comportamiento del autoproclamado, cuando fue a darse la mano con un grupo de la peor calaña –los rastrojos– nos dice hasta qué punto el peligro y la asesoría está del otro lado, empezando por el lucrativo negocio de las drogas, y Venezuela es su destino preferido para la comercialización o como puente aéreo.

Ahora viene sin ningún atenuante la aplicación de la justicia, por parte del estado venezolano en medio de un proceso revolucionario, que, a pesar de todas sus fallas no ha bajado la guardia en la lucha contra el narcotráfico, y precisamente, desde la llegada del comandante Chávez, se ha tratado de adecentar al país de este flagelo, con excelentes resultados. Lamentablemente la detención de esta joven alcaldesa, parece ser el cuento de nunca acabar ¡La soga revienta por lo más delgado! ¿Cuántos chivos gordos se encuentran involucrados en esta red, y rápido recogieron sus amarras? En hora buena esta detención, ya que, la situación de Colombia y México da escalofrío, y cada día la descomposición es mayor.

Lo único que espero, al conocer este hecho repugnante es máxima alerta de la ciudadanía y los organismos de seguridad del estado, y que, no vengan a presentarse defensores de ningún lado, cuando comience el debido proceso antes los tribunales. Hasta los momentos la noticia de la detención, compromete severamente a los capturados, y todo parece indicar, que, hay reincidentes y por amor a nuestra patria, independientemente del credo, afiliación política o posición económica, tenemos que, pedir castigo ejemplar. De lo contrario el que se oponga, es un cómplice más de un delito a lo gringo, el cual se ha convertido en el enemigo de la juventud en buena parte del mundo, del cual Cuba socialista se ha hecho respetar al tomar los correctivos en caliente. La reflexión que podemos sacar en este momento, no es para cruzarse de brazos; sí lograron penetrar a Cuba, que, podemos en países, donde llueven los títeres al servicio del imperialismo.



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Narciso Torrealba


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