La Guaratara

Día de la Mujer y la Matria

El mundo celebra el Día de la Mujer con avances y retrocesos contagiados de las pandemias biológicas y sociales; el machismo, el matriarcado y la violencia misógina siguen imponiéndose desde las élites imperiales, cegando vidas de mujeres y niñas: el mayor femicidio lo decreta la Casa Blanca en las sanciones que reafirma Joe Biden contra Venezuela y Cuba, a favor de las mafias machistas de Miami y Guaidó. Los recursos que Estados Unidos despoja a Venezuela y Cuba, así como los operativos de Israel contra Palestina, deterioran primero a mujeres, madres y familias vulnerables, mientras los terroristas, paramilitares y golpistas del Grupo de Lima, abultan sus riquezas y fortalecen el fascismo que exporta Europa a Suramérica. La distribución desigual de las vacunas y el mercado de medicinas privilegia a las corporaciones farmacéuticas dominadas por círculos machistas y legiones sionistas.

Este Día de la Mujer tiene enormes desafíos para una civilización que peligra ante el machismo y el matriarcado, más que por los virus. Los avances innegables de las mujeres; de la humanidad, son amenazados por la dictadura financiera y belicista. El procesamiento de la Corte Penal Internacional contra los crímenes de Israel, que pudiera reivindicar los derechos más elementales de las mujeres palestinas, fue desmeritado por Estados Unidos y su principal aliado, avalando así la arrogancia femicida de sus guerras esparcidas por todo el mundo. La vida, la salud, la integridad de las mujeres en el planeta tierra sigue siendo una lucha feroz contra la política machista de los Estados "predestinados", que avalan las violaciones sistemáticas a los derechos de las mujeres en Colombia, plagada de masacres con el desconocimiento de los Acuerdos de Paz, mientras Perú y Ecuador ensayan la cacería fascista contra venezolanas indefensas y en Chile la brutalidad pinochetista mutila y asesina a quienes luchan por hacer de su Patria una Matria.

Mientras la NASA analiza si los colores enviados por el Rover Perseverance, serían potenciales pigmentos labiales que le permitan a las mujeres llevar una vida feliz en Marte, Venezuela prefiere asumir el legado feminista de nuestros ancestros y libertadores: Bolívar y Chávez reivindicaron siempre lo sublime y patriótico de la Mujer, lo ejercieron y legislaron. Hugo Chávez, feminista en su seridad, su política y liderazgo, derrochó Amor por la Mujer, un fundamento legal y de gobierno que continúa, fielmente, Nicolás Maduro, pero que nos exige a todos estar muy alerta: los femicidios en Venezuela marcan cifras alarmantes; la misoginia y el machismo penetran espacios e instituciones, algunas políticas sociales desplazan la prioridad de la Mujer, la Madre y las Niñas. Todavía manejan instituciones funcionarios machistas, que agreden a mujeres, atletas y artistas con total impunidad y complacencia, otros se empeñan en usar a la mujer como objetos decorativos, séquitos exquisitos y medios de lisonja y manipulación. El combate contra los misóginos, machistas, violadores y potenciales femicidas debe ser constante y contundente, incluso mediático, como valientemente lo hizo este domingo un diputado barinés contra el agresor de mujeres con discapacidad. La primera conducta agresiva y sexista debe ser advertida, denunciada y procesada para evitar que ocurra un femicidio o que la misoginia termine siendo una práctica permitida en la sociedad.



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Joaquín Román Rondón Santiago

Profesor universitario

 unellezjoaquin@gmail.com      @LaGuaratara

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