Barcelona sin alcaldesa y sin protector


No basta con ser solamente amigo o miembro del equipo de Jorge Rodríguez para ser buen dirigente político y mucho menos gozar de la confianza del Presidente Maduro para gerenciar una Entidad Federal. SI no hay vocación de servicio, difícilmente se realizará una labor exitosa, así sea profesional universitario con los máximos conocimientos y post grados. Barcelona no ha tenido suerte en la administración chavista. Los alcaldes son incapaces de preocuparse en hacer algo para beneficiar a la comunidad. En el sector transporte hay un caos generalizado, al conductor de un autobús, no le importa que los pasajeros vayan de pie o sentados, lo inmediato es ganar más dinero. La escasez de gasolina y unidades de transporte producen la aglomeración de los usuarios Olvidándose por completo del cuidado de la pandemia. Las autoridades ni pendientes, además los robos de celulares en los autobuses cada día aumenta.

La ciudad está llena de basura, hay sectores donde pasan después de las nueve de la noche pidiendo paquetes de arroz y pasta para realizar el servicio. Lo de las aguas negras es un mal de nunca acabar, según miembros del movimiento ecológico las estaciones de bombeo funcionan a un 30%, aparte de eso el abandono del rio Neverí es notorio, la falta de limpieza y la escasez de control para que no lancen al cause desechos sólidos y cuerpos de animales muertos hacen que el principal rio del estado poco a poco desaparezca. Han llevado a la comunidad a que solamente piensen en las bolsas Clap, cuando en un barrio preguntan cuando le llevaran, responden primero déjame ver el reloj para saber la frecuencia, en ese momento los voceros responden llegó hace tres meses la respuesta es la misma, “tengan paciencia hay sectores que tienen un año sin ver las bolsas Clap, ustedes son afortunados”. Pasan los meses y ahora es peor la respuesta es confórmense con estar vivos, olvídense de bolsas. Sin importar si comen o tienen para las medicinas.

El exalcalde Luis José Marcano que era el responsable directo distrae el tiempo, uno no sabe por qué hacia cosas que lo alejaban del trabajo municipal. Como presidente del equipo del coronavirus se puso a desinfectar los 21 municipios de la entidad. De repente anda en pre campaña para la gobernación pero no se enfoca en su realidad. No sé hasta donde el hecho de haber sido ministro, sentía que una alcaldía le queda pequeña. Porque además es miembro de la dirección nacional del Psuv. Está a tiempo todavía de ubicarse en su verdadera dimensión, en su nuevo rol de diputado de La Asamblea Nacional y protector del estado, no podrá decir ahora que los mismos directivos del Psuv le hacen la guerra. Desafortunadamente nos atrevemos apostar que le dedicará más tiempo a sus obligaciones como diputado que a las de protector. Fíjense que formó parte de la comitiva que acompaño a Maduro al Hemiciclo el día de la entrega de la Memoria y Cuenta. Barcelona no tiene esperanza, pues la nueva alcaldesa no sirvió como concejal mucho menos servirá para gerenciar la capital del estado Anzoátegui, lo único que hizo en su tiempo de concejal, fue conectar unos bombillos en la calle donde vive.


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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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