La importancia de llamarse Oscar Figuera


La vida de los individuos es imprevisible, son pocos los que tienen la oportunidad de presentarse frente al tribunal de la historia, éste es implacable con los convocados, sólo sus acciones decidirán si son absueltos o son condenados con el olvido.

Oscar Figuera es uno de estos escogidos, la vida lo llevó a una asamblea que nace con alto desprestigio, y allí solo, aislado como único diputado verdaderamente de oposición al gobierno, provoca el odio, el desprecio, del presidente de la cámara y del copresidente de la República. La historia le dio el papel de representante en la asamblea de todo lo que el madurismo quiere olvidar: el chavismo, la consecuencia con el pensamiento revolucionario.

Dura la prueba del diputado Figuera, de ahora en adelante sus acciones irán perfilando su condición política. Puede convertirse en parte de la novela del madurismo, dando la sensación de discrepancia, reclamando lo permitido, siendo una pieza dentro del juego; o, por el contrario, puede convertirse en una voz que condene lo esencial de la entrega del camino al Socialismo; puede rescatar el prestigio que alguna vez tuvo el glorioso Partido Comunista, el de Gustavo Machado y Lovera, o puede seguir languideciendo como el sol del atardecer.

El diputado empezó con buen pie, la lucha por el salario irritó al gobierno, pero no es suficiente. El capitalismo acepta la lucha por el salario, le conviene que la masa y sus dirigentes se queden en el economicismo y eviten la lucha por su reivindicación mayor: el cambio del sistema. En Venezuela, y la historia aún no termina, se inició un proceso de profundo cambio social, se intentó “tomar el cielo por asalto”, la ideología de la clase obrera dirigió el salto histórico, no eran suficientes las reformas dentro del capitalismo, la sociedad se lanzó al cambio de sistema, se empezó a construir el Socialismo en lo material y en la conciencia.

Es de allí, en ese punto, donde se deben afincar las luchas de los revolucionarios; es allí, desde ese punto, donde deben partir las luchas parlamentarias del diputado Figuera para que la historia lo absuelva. No darle paz ni cuartel al gobierno capitalista que desmonta los avances al Socialismo. Por ejemplo, Figuera podía pedir cuentas de los negocios secretos que se hacen para entregar al capitalista las fábricas, el petróleo, los abastos; denunciar y pedir investigación de la entrega de los hoteles, en resumen, denunciar la subasta de la riqueza social a inversionistas capitalistas internacionales y nacionales. Figuera debe pedir la derogación de esa ley llamada contra el bloqueo que, en realidad, debía llamarse la ley de la infamia, de la protección de la venta de la Patria.

El diputado Figuera debía pedir el cese al ajusticiamiento masivo de los pobres en los barrios, la investigación de la tortura en las cárceles; debía exigir con fuerza la libertad de los presos políticos, de los militares chavistas, de los gerentes petroleros, el cese de la persecución a los chavistas, el cese de las acusaciones sin pruebas.

Gran oportunidad tiene Figuera para presentarse con dignidad al tribunal de la historia. Puede escoger ser David frente a Goliat y ganarse el veredicto favorable del tribunal, el cariño de la gente, o puede escoger ser un diputado acalorado, travieso, pero cómodo.

¡EL SOCIALISMO ES LA REIVINDICACIÓN!


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Toby Valderrama Antonio Aponte

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