Alquimia política

El legado de Enrique Downing La Riva

 Dr. Enrique Downing La Riva

La figura de Enrique Downing La Riva (Guanare, 1953-Guanare, 2020), es importante en la historia política e institucional del estado Portuguesa; nació en la ciudad de Guanare, estudió en el Liceo José Vicente de Unda de Guanare, egresando como Bachiller en Ciencias; sus estudios universitarios los hizo en la Universidad del Zulia (LUZ) y en la Universidad de Los Andes (ULA), graduándose en esta última Casa de Estudios como Ingeniero Civil; alcanzaría su Doctorado en Gerencia Avanzada, en Universidad de Yambú y un Postdoctoral en la misma área de la Gerencia; fue docente Emeritus en Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ). Su vida pública la dedicó a defender las banderas de la socialdemocracia y del bien común, como Parlamentario Regional y luego Nacional, y en el Gobierno Constitucional de Rafael Caldera (1994-1998), ocupando el Cargo de Viceministro en ministerio de la familia.

El Dr. Downing, fue especialista en evaluación de estructuras hidráulicas y en la gestión de riesgo; y en razón de sus ideas políticas, profundizó la ideología social cristiana y la entendió como cosmovisión que determinaba la visión del hombre, de la vida y del mundo; entendió el socialcristianismo como una vía para explicar la necesidad de llevar las políticas públicas hacia un ámbito social de bienestar; el principio de solidaridad, expresaba, que puede ser enunciado de una forma simple: todos somos responsables de todos; este principio, explicaba el Dr. Downing, se opone al individualismo, según el cual cada individuo humano existe solo o fundamentalmente para sí mismo, donde el individualismo es la racionalización del egoísmo, defecto que aflige a los hombres desde los albores de la historia.

A todas estas, manifestaba que las dos ideologías políticas principales de nuestro tiempo, el neoliberalismo y el socialismo, han sido condenadas reiteradamente por el Magisterio de la Iglesia católica por sus respectivas inclinaciones hacia los dos errores graves ya mencionados: individualismo y colectivismo. Era consiente el neoliberalismo consiste en una concepción de la libertad humana que la aparta de la obediencia de la verdad y, por tanto, también del deber de respetar los derechos de los demás hombres; la libertad se transforma en afianzamiento ilimitado del propio interés, donde la libertad económica no debe ser absolutizada, porque es solamente un elemento de la libertad humana, sosteniendo un derecho natural a la propiedad privada, pero no es un derecho absoluto, donde cada propiedad privada está gravada por una hipoteca social.

Así mismo, el Dr. Downing, abordó el socialismo desde su carácter antropológico, considerando al hombre como un simple elemento del organismo social, subordinado a éste, lo que a su entender reducía a un conjunto de relaciones sociales, desapareciendo el concepto de persona como sujeto autónomo de decisión moral. A su juicio, la socialidad del hombre no se agota en el Estado, sino que se realiza en diversos grupos intermedios, comenzando por la familia. La fórmula que anheló el Dr. Downing, ya en la madurez, es que ante un neoliberalismo destructor de la naturaleza y de la calidad de vida de los más débiles en la sociedad moderna; y el socialismo, ante la falsa de una solución efectiva a los problemas de distribución de los recursos de manera equitativa en la sociedad, ante la falta de estrategias exitosas de tipo gerencial y productivas que financien esa atención al pueblo de manera efectiva, él concebía el socialcristianismo es la solución verdadera, que por su naturaleza, es decir en virtud de la voluntad sapientísima y perfectísima del Creador, el ser humano es a la vez un ser individual y un ser social.

Otro parte del pensamiento y acción del Dr. Downing, fue su identificación con la música y la cultura; expresó el Dr. Downing que la mayor responsabilidad de la gente comprometida con su idiosincrasia y territorio, era la difusión de los valores, los aportes al acervo cultural, al fortalecimiento de la identidad como sociedad amante de la innovación y el conocimiento, donde se proyecten los músicos, poetas, bailarines, grupos de danzas, orquestas, vocalistas, ejecutores de instrumentos, cantautores, gente del teatro, de la pluma, emprendedores, comerciantes, a los cultivadores de la tierra y del espíritu, cultores, orfebres de la vida y los sueños que acompañan a los hombres y mujeres de una época.

En el ámbito académico dejó una importante huella a través de sus investigaciones en la temática hidráulica, y últimamente se enfocó a profundizar el lado humano de la gerencia agrícola, desde el pensamiento postmoderno; los problemas de superpoblación, expresó el Dr. Downing, relacionados con los recursos naturales, no están dando el tiempo necesario para la auto recuperación del sistema, la excesiva y preocupante contaminación de los diversos biomas del planeta y el deterioro acelerado de la atmósfera y del agua en sus diversas manifestaciones; éste deterioro ambiental, instaura cambios urgentes en la vida del hombre y deja claro que hay desafíos que se deben asumir, con el objeto de enmendar los daños causados, lo cual se traducirá, advertía el Dr. Downing, en asegurar el progreso para la humanidad en armonía con el planeta, en equilibrio con la naturaleza y el cosmos; es decir sostenible, como un proceso mediante el cual se diseñan políticas de orden económico, fiscal, comercial, energético, agrícola e industrial y por consiguiente un desarrollo sostenible en lo económico, social y ecológico.

En un aspecto concreto, el Dr. Downing, esgrimía que el postmodernismo, estaba centrado en un nuevo orden de convivencia humana, tiene cabida en una nueva visión de gerencia agrícola; desde una concepción del hombre en todas sus dimensiones, no como dueño del universo, sino como una parte y su todo; la mirada postmoderna debe ser concebida para una agricultura ecológica, respetuosa del medio ambiente, e impulsadora del florecimiento de posibilidades en un mundo que escapa de una visión ceñida a lo racional y lo objetivo, donde no se ve a la incertidumbre y el caos como amenaza.

Este fue el valor humano y académico del Dr. Downing, quien hoy ha partido hacia otro plano terrenal y que dejó un legado de ideas y de pensamiento que tendrá que ser valorado por las nuevas generaciones en los tiempos que vendrán.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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