Hoy, en el marco de la fracasada incursión paramilitar llamada Operación Gedeón (aupada, financiada y respaldada directamente por Estados Unidos de América y Colombia), políticos de oposición y medios de comunicación (que también actúan como partidos políticos), huyen hacia adelante, como gallinas espantadas.
Quienes se deslindan de los actores principales de la conspiración, en un proceso continuado desde el año 2002, han aupado y operado directamente con acciones complotadas en contra de la independencia y soberanía de Venezuela. Estos son, los dirigentes "democráticos" de los partidos de oposición, y los dueños de esos medios de comunicación de la "prensa libre". Tratan de abandonar toda vinculación con los que han declarado en múltiples contextos audiovisuales, enorgullecidos de haber intentado la realización de actos terroristas en nuestro suelo.
Como comediantes, realizan declaraciones en las cuales responsabilizan al Gobierno venezolano de la infausta agresión, argumentando la situación económica, y determinan que la solución es defenestrar al "mal gobierno" e instaurar el "libre mercado", la receta neoliberal, ensalzando como una panacea al rancio, parasitario, ineficiente y expoliador empresariado "mantuano".
En el Manifiesto de Cartagena, el Libertador Simón Bolívar declaró: "… a cada conspiración sigue un perdón y a cada perdón sigue una conspiración…". Los contrarrevolucionarios se acostumbraron a cometer sus fechorías para luego ser licenciados, y así continuar un círculo vicioso que ha atentado contra la República y del pueblo venezolano. Es hora de romper dichos vicios y hacer pagar las irresponsabilidades y delitos que estos factores han cometido, debe hacerse justicia ejemplar.
