El termómetro Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba o la revolución como una chinigua

"Esta "revolución" se está poniendo fea".

Después de haber pasado la puerta del conuco de Ñango Marín, Chela la Ñeca me recibió con estas palabras, que al oírla y por los relampageantes que me parecieron, pensé que los relámpagos del Catatumbo se habían mudados para el pequeño pero hermoso valle de Tacarigüita. Muy silenciosamente, me repetí la frase: "Esta "revolución" se está poniendo fea". Yo me dije parea mis adentros: fea y está encharcándose.

Decidí caminar en silencio hasta llegar al ranchito que Ñango Marín tiene en su conuco. Esperaba que en ese trayecto, Chela se abriera en su reflexión. No me habló, mientras caminábamos. Al entrar al rancho de Ñango sentí, que el Carrao inicio a su tropel, que esta vez, como las anteriores, lucía muy desafinado.

Supe inmediatamente, que el guacharaco tenía algo que decirme. Tomé el pecorito de café santiguao que Ñango me había dejado preparado sobre el aripo para que conservara el calor. Me eché el primer sorbo del santiguao y decidí llegarme hasta la mata de mamey para ver que arroz con mango filosófico me guardaba el Carrao. Apenas me vio, fue directo y me hizo una pregunta: ¿Mamanta, tu que cruzaste ya lo sesenta, viste alguna vez una chinigua?

No. Nuca vi a una chinigua Carrao. Para la época de las chiniguas en Margarita yo aún no había nacido. Ciertamente no las vi porque cuando nací, ya estaban los postes del alumbrado público de la otrora CADAFE y según me contó mi abuelo Ñotin; las chiniguas eran mujeres que preferían la oscuridad para embaucar con su aparente belleza a los hombres que venían de echar una canita al aire. La oscuridad, me decía mi abuelo Ñotin, le servía para atrapar y castigar infieles. Esa aparente hermosura que mostraban estas chiniguas se le transformaba al hombre infiel en una asqueroso y horrible esqueleto. La canita al aire Carrao y luego la aparición de la chinigua al que ya había consumado un acto de infidelidad marital, se transforma en una fiebre mu alta.

Cuando el alumbrado público se extendió por los pueblos de Margarita, los encapotados y las chiniguas desaparecieron. Cheguaco relataba estas historias a la juventud por los pujantes Centro Culturales del Municipio Gómez y creo haberla leído en algunos de sus libros en los cuales plasmó amenas y profundas crónicas con sabor a pueblo.

¿A que viene esta pregunta Carrao?

Bueno Mamanta, anoche el pollino Paloma dejó a Chela varada y toda triste se acercó hasta la mata de mamey y dialogamos. Me propuso un tema comenzamos a ver la revolución desde una perspectiva más o menos idénticas. Decidimos no filosofar mucho e irnos a lo concreto. Tratamos un poco de echarle mano a lo concreto de Karel Kosik, pero ese señor es mucho camisón pa Petra y para la burra Chela. Ella, o sea Chela, se fue por una figura científica. Sabes Mamanta, que Chela es muy faramallera y para impresionarme, utilizó la figura del termómetro y esa cosa con las que hacen tomografías. Echándole mano al caso de Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba, concluyo que el caso de estos dos jóvenes sirve para dos cosas. Una peor que la otra, según la faramallera de Chela.

Chela dijo que el caso de estos muchachos sirve para medir, cómo la "revolución" viene pareciéndose a los adecos, que tenían la costumbre de juzgar sin prueba y en juicios militares a los militantes de izquierda. En un solo coñazo, la "justicia" adeca le aplicaba un juicio militar en caliente e inmediatamente (por rebelión militar) lo enviaban a un teatro de operaciones (TO). Esto Mamanta, según el termómetro de Chela no era lo más grave. Ella me decía, que acciones "revolucionarias" como estas de juzgar en caliente a estos dos jóvenes, ya muestran el gorila que el PSUV lleva por dentro. Lo más grave Mamanta, según la faramallera, es que a través de este caso, que luce como un termómetro y a la vez, es como estos aparatos que sirven para hacer tomografías, pueden verse todos los gorilitas bebe, que están creciendo muy obeso en el psuv y que dicen llamarse revolucionarios y chavistas.

El caso de Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba es un termómetro porque mide como el PSUV viene elevando su autoritarismo y es también, una fotografía porque permite ver al gorila y a los goriltas que permanecen mudos. En otra época, un acto tan injusto como este de Alfredo y Aryenis, movilizaba a la izquierda. Hoy este "izquierda chavista" está muy tranquila.

Yo por mi parte Mamanta, que he recorrido miles de veces todo la cerraría que va desde San Sebastián hasta Fuentidueño en San Juan, utilice la figura de la chinigua y creo, que esta "revolución" se hace ver en lo oscuro como una hermosa mujer, pero cuando te acercas es un esqueleto.

Ahora, creo que Mamanta, que Chela se me adelantó y eso que te dijo al llegar al conuco es mió y no de ella. La revolución Mamanta, se está pareciendo a la chinigua y este caso de Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba, así lo demuestra. La "revolución" se está pareciendo a una chinigua.

Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba fueron detenidos y juzgados así como en la IV porque denunciaron un fraude en PDVSA. Todo el mundo sabe, que la nueva meritocracia y la vieja son un fraude. O sea, la PDVSA actual es una treta que sirve para negocio particulares. Por eso tienen preso a estos jóvenes. https://www.aporrea.org/ddhh/n353801.html



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Amaranta Rojas


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