La gran diferencia entre Fidel y Chávez

Intento modestamente con este artículo expresar mi análisis de este momento histórico tratando de mantener un equilibrio objetivo, sin caer en los extremos de las trampas ideológicas. Y digo esto; porque en un país como el nuestro, donde el comentario político se asume con el fanatismo de los hinchas, es fácil que quienes lean este artículo de un bando o de otro, de manera inquisitoria me condenen. En tal sentido les aclaro que mis reflexiones no son un canal de YouTube que busca el mayor número de Like y de suscripciones, es simplemente el ejercicio legítimo que tengo como venezolano de expresar o aportar en la comprensión de la realidad política actual de nuestra patria. Dicho esto comienzo mi tema.

Las figuras de Fidel y Chávez tienen unas coincidencias que se destacan a primera vista; Fidel tiene su 26 Julio y Chávez su 4 Febrero, dos acciones armadas fracasadas, convertidas en grandes victorias políticas que los catapultaron como líderes nacionales, latinoamericanos y mundiales. Esto no debe tener discusión desde el crisol donde se mire. De igual forma que para nadie es desconocido las convergencias de criterios que mantuvieron por más de 12 años y que los llevaron a desarrollar propuestas de integración regionales y transcontinental.

Sin embargo hay una gran diferencia entre Fidel y Chávez.

Fidel fue un gran arquitecto que diseñó un instrumento político de dirección y un sistema de sociedad pero además fue un gran constructor porque dedicó toda su vida a plasmar en la realidad ese diseño.

Chávez también fue un gran arquitecto, diseñó el instrumento de dirección política y el sistema de sociedad; allí está la constitución y el cuerpo de leyes que la hacen viable; destacándose las que garantizan la participación ciudadana como lo son las leyes del poder popular. Pero Chávez fue un pésimo constructor, porque construir no significa simplemente elaborar los instrumentos sino someterse a la voluntad de los instrumentos o los sistemas y lograr que estos funcionen sin la necesidad del influjo de su ingeniero constructor.

En cambio Fidel se sometía a esos instrumentos y sistemas diseñados bajo su orientación. Esas leyendas urbanas que dicen que Fidel mandó a hacer esto o lo otro, son solo eso; puras leyendas urbanas; Fidel fue muy respetuoso de la voluntad del partido o de la voluntad de las estructuras del estado; existe mucho material bibliográfico que dan fe que a Fidel muchas veces le fueron derrotadas sus opiniones en el partido y se mantenía muy discreto de influir en la voluntad de las organizaciones de la revolución a la hora de solicitar una consulta. Esa actitud de Fidel probaba y fortalecía a las organizaciones del partido, probaba y fortalecía a las instituciones del gobierno, probaba y fortalecía a las organizaciones de organización del pueblo, en fin fortalecía el sistema político y la sociedad cubana. Y la prueba está que ya no está Fidel y no ha sucedido ningún hecatombe de liderazgo en Cuba ni por-supuesto en la vida política cubana.

En cambio Chávez hablaba mucho de la democracia participativa y protagónica, que la voz del pueblo es la voz de Dios, de gobernar obedeciendo; pero en todos sus años de gobierno nunca en el partido se dieron consultas libres de la manipulación de la dirección o de decisión personal del líder . Siempre eran elecciones de segundo o tercer grado y al final terminaba el comandante o el equipo que él designaba, dándole el visto bueno a la voluntad popular. En fin no se fortalecieron las instituciones que sustentaban la nueva arquitectura de nación porque todo dependía de la voluntad del líder y hoy lo que queda es el descolorido diseño de un estado inoperante.

Pero la diferencia neurálgica, madre de estas diferencia es otra y tiene que ver con el comportamiento humano ante el poder. Los líderes siempre están acechados por la serpiente del paraíso, esa que los tienta con lisonjas y halagos ha convertirse en superhombres, en salvadores, en elegidos en los mesías poseedores de todas las verdades y la batalla permanente de un líder revolucionario es precisamente contra ese campo de fuerza que genera el poder. Un líder revolucionario tiene que luchar en todo momento contra el mesías que lleva dentro y contra el imaginario mesiánico que de él ha construido su pueblo. Allí está la gran diferencia; Fidel supo luchar contra ese mesías diseñando, construyendo y colocándose a las órdenes del colectivo, tanto en la dirección como en participación política y social en cambio Chávez (lamentablemente ) sucumbió ante el mesías.

Una expresión común en Fidel era esta: "¡Ah!,pero el poder es el poder. Quizás la lucha más importante que tiene que librar alguien que tenga poder, es la lucha contra sí mismo, la lucha por autocontrolarse. Quizás sea una de las cosas más difíciles".

Chávez como bien se lo criticaba Fidel, "Chávez, tú no debes hacer de alcalde de todo el país"; era alcalde, gobernador, diputado y fuente de todas las iniciativa. Y nosotros contribuimos en acentuar esa tendencia mesiánica, aquí toda la dirigencia política afecta al proceso de cambio se postró a la omnipresencia y omnipotencia de Chávez; las alocuciones presidenciales se convirtieron en una especie de sorteo de loterías donde se anunciaban las estrategias políticas; nadie se atrevía contradecirlo sin correr el riesgo de recibir el rechazo de sus compañeros. Por ejemplo, hoy debemos de reconocer que la iniciativa de la enmienda para la reelección continua fue un gran error, una revolución no podía depender de un hombre. No se hizo lo que se tenía que hacer que era el acerar las estructuras de base del partido y las estructuras de base del pueblo trabajador, en pocas palabra fortalecer la nueva institucionalidad, ceder realmente ante el poder del pueblo pero lamentablemente al pueblo siempre se le menosprecio, tratándolo como a "un menor de edad" llegando al absurdo que si en un estado ganaba un candidato de oposición, inmediatamente se le designaba por orden presidencial un protector para ese estado, ¡no y que la voz del pueblo es la voz de dios! O es que a Dios se le designaba un protector? .

El 13 de abril de 2002 y el paro sabotaje (2002-2003) demostraron que el pueblo estaba en capacidad de asumir grandes responsabilidades más allá de participar en marchas. En abril del 2002 el pueblo puso en práctica sus mecanismos de defensa y pasó a la ofensiva ayudando a rescatar la constitucionalidad y en el paro sabotaje el pueblo trabajador no solo derroto a los saboteadores sino que tuvo la capacidad de poner en funcionamiento la industria petrolera; ¿que pasó luego? Que la burocracia que andaba escondida el 12 y 13 volvió a tomar sus jefaturas y en el caso de la industria petrolera fue peor, porque aquellos obreros de larga experiencias técnicas, política y de moral probada que ocuparon los puestos gerenciales en la contingencia, fueron reemplazados por tecnócratas advenedizos con el argumento que ellos no tenían el background profesional para optar por tan importante responsabilidad y la organización que había surgido allí como el Comité Guía en oriente; fue satanizada y despedazada. Las individualidades, "la gente de confianza"; amigos, familiares, compadres, amantes y cómplices sustituyen la expresiones orgánicas generadas por el pueblo. Aquí no valía la capacidad y cualidades técnicas y éticas; valía la incondicionalidad a los individuos; ahora no le echen la culpa a los traidores, cuando los sistemas funcionan no hay cabida para las traiciones. La incondicionalidad es el germen de la traición.

Esa práctica mesiánica reafirmada por Chávez y de hiper-liderazgo, modeló una nefasta cultura; hoy sus llamados hijos con mucha menos inteligencia, con mucha menos cualidades políticas y con inmensa hambre de poder han calcado al comandante en cuanto a la actitud personalista por sobre lo institucional, por sobre lo sistémico. La expresión de esa cultura ha sido el nepotismo que ha contribuido enormemente en la destrucción del conjunto de instituciones que estructuran una sociedad y no se trata que han destruido el estado viejo para construir el nuevo estado, es que el germen del nuevo estado lo abortaron y lo que está a la vista no necesita anteojos, echemos un vistazo y veamos que eran y que son ahora; PDVSA, Metro, INCE, (por nombrar solo tres que eran eficiente entes públicos ) y podría nombrar otras que nacieron en los primeros años de la revolución bolivariana y hoy son monumentos a la desidia.

Hoy en Venezuela, el mayor problema no es político ni económico; estos pueden en corto y mediano plazo enrumbarse hacia una solución; el mayor problema es el sociológico y antropológico; es cultural se ha retrocedido al caudillismo en cuanto a la dirección y ejecución de políticas publicas; nadie me venga a rebatir lo contrario argumentado en lo avanzado de nuestras leyes; nuestras leyes son letras muertas, nuestro basamento jurídico es la arquitectura que mencione anteriormente, pero es solo eso, una maqueta desteñida, aquí por sobre todas las leyes prevalece la imposición de los caudillos y sus amigos. Las leyes son como objetos de plastilina que se moldean con asombroso pragmatismo, según sus conveniencias e intereses grupales.

Ante esa debilidad institucional ha emergido un estado paralelo, un estado delincuencial y este ha proliferado en todos los entes y niveles del sector público. Los gremios y sindicatos formales han venido cediendo espacios a los gremios de pranes o delincuentes. Cada quien con cierto poder en las instancias pública ya sea civil o militar han hecho de su responsabilidad, una empresa para su lucro personal; pareciera que la corrupción se ha descentralizado o democratizado, es atroz observar como a todos los niveles de las instituciones pública impunemente se estafa al ciudadano común; roba un ministro, roba un general, roba un alto gerente con todo tipo de negocio o chanchullo, pero también tiene posibilidad de negocios fraudulentos el uniformado que custodia una gasolinera o el empleado de CANTV que tiene un carro asignado con una escalera o el portero del SAIME o el jefe del CLAP en determinado barrio.

Pero debo aclarar que mi lectura respecto a este tema, se desmarca de una posición de ultraderecha y visceral, por ejemplo yo no creo que Chávez era una especie de dictador con delirios de grandeza; simplemente que cayó en el error más común de los líderes, que es el de la autosuficiencia y eso le pasa hasta a los líderes del hogar; ¿Cuántos padres y madres hasta con la mejor intención, coartan la participación de los hijos, porque creen que sin la ayuda paternal o maternal, las cosas van a salir mal?

¿Cuántos padres han llegado a convertirse en prósperos empresarios y cuando por razones biológicas ceden la dirección de sus negocios a sus hijos, estos la destruyen en poco tiempo? Simplemente era una una empresa unipersonal, donde el viejo era el que tenía el control de todo. A Chávez con su actitud personalista lo ayudo al menos, su gran inteligencia y sus grandes cualidades humanistas y que no venía de un sector político ideologizado y por consiguiente dogmático; en cambio sus llamados hijos cuando Chávez le señalaba con sus manos que vieran el horizontes ellos alcanzaban a ver el dedo del comandante.



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