Falso dilema

—Compita, qué traerían en esa avioneta que estos se quedaron calladitos y se hicieron los musiu.

—Déjese de meterse en esas honduras, que se puede ahogar en esas aguas y en ese oro.

Quédese quieto, mire que aquel le dio rienda suelta a las fauces.

¿Qué lo trae por hay? Dígame.

—Iba pasando y me acerqué a saludarlo.

¿O es que ahora hay qué pedir audiencia para saludarlo?

—De ninguna manera.

Solo pregunto, porque como ya viene la pascua a lo mejor traía alguna buena noticia.

—Que va compita, si el queso pasó de los 150 mil y están jalando pa´ bajo al dólar revolucionario para que la gente crea que va a bajar.

Ahora que lo tengo acá de frente, le quiero preguntar una cosa ¿Usted ha oído mentar eso de la falacia del falso dilema?

—Virgen santísima, qué es eso.

Alguna grosería.

—No sé.

Es que cuando venía en el Metro algún doctor imagino mentó esa cosa.

—Mire allá viene el Camará pregúntele a él, que ese sí debe saber de esas cosas raras.

—Epale camará, cómo están ustedes.

Qué están tramando aquí.

—Nada hombre y déjese de decir esas cosas. Que por ahí hay muchos oídos.

Menos mal que apareció porque queremos preguntarle si usted sabe ¿Qué es la guarandinga esa del dilema del falso dilema?

—No compita, es la falacia del falso dilema.

Usted sabe qué es eso.

—Hasta donde llega mi entendimiento en la materia eso es lo siguiente, y déjenme que me explaye en el tema.

—Adelante, no le dije yo que éste es facurto en esas cosas.

—No tanto, pero por ahí vamos.

Bueno, les dijo que la falacia del falso dilema es el tipo de argumentación que presenta solo dos alternativas y lo obligan a uno a elegir solo entre una de éstas dos.

—Póngala más clara.

Que se oye bueno, pero no se entiende del todo.

—Recuerda usted cuando el difunto o el chofer, para no ir muy lejos, soltaban aquel eslogan de patria o muerte, o este otro socialismo o nada.

Como usted ve, a uno lo ponen a elegir por una sola y una única opción, o elige una cosa o la otra. No tiene pa´ más.

—Digamos, o corre o se encarama.

—Así mismo es, como usted lo ha dicho.

Esa falacia es la misma que estuvieron aplicando con aquello de la polarización.

¿Se acuerdan?

O eras chavistas o eras oposición, pero no te daban ninguna otra opción política.

Cómo si el pensamiento humana solo se redujera a esas dos únicas posibilidades.

Y recuerden falacia es igual a mentira.

Este dilema por ser una falacia es más falso que discurso de político, para no nombrar individualidades; porque pueden llegar por ahí los muchachos y darnos un susto.

Con ese tipo de falacia tanto los chavistas como los de oposición han estado construyendo el discurso político en estos últimos veinte años.

¿Y por qué es falso?

Porque no le presentan a la población todas las alternativas posibles que puede haber para echar adelante el país.

Sino que han encajonado a la gente en una u otra opción.

Comuna o nada, es la misma falacia. Y esta otra «Si yo falto, aquí hay una guerra civil» decía el difunto, y bastante que lo repitió. Se murió y no ha habido ninguna guerra.

Si el discurso se arma con esta falacia no hay más opciones ni más posibilidades, supuestamente.

Con este falso dilema nos quieren obligar a elegir una sola posibilidad porque la otra es indeseable. Oposición y chavistas la han aplicado por igual.

No han permitido que otras opciones políticas alcen vuelo, lo descabezan si alguien dice que sí hay otras muchas posibilidades.

Que yo no sepa expresar cuáles son esas otras opciones, es otra cosa. Pero por ahí están.

La estructura de esta falacia es yo o el apocalipsis.

—Así lo han hecho ver los chavistas.

Ni a los que se hacen llamar chavistas disidentes le han dado posibilidad.

—No se la pueden dar porque el discurso político está montado en la falacia del falso dilema.

Esa es la razón de toda la exclusión política que existe.

Los falsos dilemas se utilizan mucho en la política para justificar cualquier medida y así eludir la responsabilidad de las decisiones.

Fíjese cuando los politicastros salen diciendo «o hacíamos esto o era el caos». Le echábamos plomo a los muchachos en el autopista o era la guerra, así han estado aplicando esta falacia.

Y recuerden esta otra aplicación de ese falso dilema o apoyas a los chavecos o eres un vende patria; o nos apoyas o eres apátrida; eres chavistas o eres traidor.

Siempre chavista y oposición reducen todo a dos únicas opciones, donde la de ellos es la buena y la otra es el caos y el apocalipsis.

Pero la verdad es que uno está en la libertad de rechazar ambas dos opciones por falaces y ponerse a buscar las otras muchas más que existen.

—El pensamiento no se reduce a blanco y negro.

Hay muchos colores y grises, también.

Así como hay muchas otras opciones políticas.

Y le dijo: Por ahora, apriete.



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Obed Delfín


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