La Guaratara

Todos, menos El Rastrojo

La revista Semana luce más farandulera que de costumbre, prefiriendo temas sobre Colombia -si acaso rebuscando un refrito contra el Gigante Chávez, de los que encarga Rendón- sin profundizar en los asuntos de Venezuela y apenas roza el, sempiterno, lodazal sangriento de Uribe con notas almidonadas sobre las andanzas del abogado del diablo Diego Cadena. Tanto en la revista bogotana, como en los pasillos de la ONU, la gente seria se cambia rápidamente de carril, luego que el maltrecho Guaidó reconociera sus vínculos con el paramilitarismo, que tanta indignación remueve en Latinoamérica. Hasta el medio exclusivo de la burguesía reacomoda su postura sobre el jefe de la organización criminal que se embolsilló el botín de guerra más codiciado del continente: los activos de CITGO y PDVSA.

Así es la a-moral que impone Estados Unidos al Cartel de Lima y sus socios europeos: no importa que las sanciones unilaterales sean un descarado robo a las riquezas de una nación; no importa si el "libre comercio" es pisoteado por un Jefe de Estado, como de hecho lo hace Trump expropiando activos multinacionales y nada vale que sus sanciones agredan a los niños, enfermos y madres de Venezuela y Cuba, porque al fin, socios como Francia, Colombia y Canadá pueden gozar del festín, sin embargo el manifiesto vínculo de Juan Guaidó con el paramilitarismo ha estremecido la columna moral de las naciones del mundo, expresado en la actitud del Secretario General de la ONU y del Presidente de la 74º Asamblea General de Naciones Unidas quienes, en concierto mundial, despreciaron al dirigente golpista paramilitar.

Tal como lo adelantó la Columna Rebelde de los Llanos, a Juan Rastrojo no lo admitieron en la ONU. Me comenta una buena amiga de Ghana que, frente a la Biblioteca Dag Hammarskjöld fu, unos diplomáticos hondureños se cambiaron de acera cuando vieron a los representantes del golpista paraco. Al embajador centroamericano se le cayó la cartera y prefirió dejarla tirada antes de cruzarse con el Rastrojo. Así mismo ocurre en los diálogos de paz, ya deslastrados de paramilitares, lo cual debe ser emulado en todos los niveles de la vida nacional. Apunellez, por ejemplo, manejada por fichas claves del partido fascista tumorado por el paramilitarismo, debe ser apartada de toda posibilidad de sabotaje; de penetración con sus prácticas criminales y corruptas en la vida universitaria. Con el acuerdo de diálogo entre la oposición sana y el Gobierno Bolivariano, la esperanza en Venezuela se ensancha y la política retoma un cauce despejado de injerencismo, pero el camino es arduo porque los planes invasores de Trump y Duque se accidentaron; se acercan las elecciones norteamericanas y los perros de guerra temen que la campaña se defina más allá de los océanos. En toda circunstancia, Venezuela seguirá demostrando ser un Pueblo de Paz.


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Joaquín Román Rondón Santiago

Profesor universitario

 unellezjoaquin@gmail.com      @LaGuaratara

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