Más allá de Maquiavelo!: claves para mantenerse en el poder…

  1. Ante todo, para mantenerse en el poder hay que tener vocación de PODER. Por ejemplo, Rómulo Betancourt tenía vocación de poder y se lo trasmitió a los adecos, en cambio la izquierda venezolana vino a tener esta vocación a partir de 1998 con el triunfo del Comandante Chávez. A lo largo de la historia, vemos cómo a los buenos les dura poco la victoria. Ahí están los casos de Bolívar, Sucre, Zapata, Villa, del propio Allende, y el caso de Cuba, aparte, que lleva sufriendo más de cincuenta años de guerra implacable e incesante por parte de los gringos pero que ha aprendido a tener VOCACIÓN DE PODER.
  2. Coloquémonos en los primeros meses del año de 1828, profundamente. Entonces casi nadie se atrevía a hablar bien del Libertador, y se fue haciendo válido y una constante decir en público (calles, caminos, aldeas, plazas, mercados) toda clase de monstruosidades contra la patria, y si añadido a esto, se contaba para estas barbaridades con el apoyo y las mentiras de ciertos intelectuales tanto internamente como en el exterior, entonces el estado de enervación de los confundidos se hizo aterrador. En este punto comienza nuestra debacle, porque como decía el propio Bolívar: el crimen ostenta CARÁCTER mientras que la moderación, además de verse como debilidad, insolenta a las bestias.
  3. Dice A. Thiers en su HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA: "- cuando un partido moderado quiere contener a un partido violento, se encuentra en un círculo vicioso del que no puede salir jamás"... El grupo que apoyaba al Libertador tenía por fuerza que contemporizar con sus enemigos, y esto era una posición débil ante los santanderistas, y de la que éstos se aprovecharon para hacer aparecer — ¡qué contrasentido!— a los amigos de Bolívar como los violentos y los perniciosos a la República. Temblaban los moderados ante el descaro de los santanderistas, y acabaron por no saber si lo que proponían era justo o bueno para el país.
  4. Las revoluciones requieren, al lado de mentes sagaces, actitudes rápidas y arriesgadas. Con una voluntad vacilante se es presa de la inmovilidad y el desconcierto se apodera de todo. Sin un poco de locura, cualquier empresa se torna imposible, por lo que las revoluciones implican riesgos inevitables. Esto lo sabía Bolívar, pero no los diputados a la CONSTITUYENTE en la Convención de Ocaña.
  5. Bolívar hace estremecedor razonamiento al general Pedro Briceño Méndez (diputado a la CONSTITUYENTE) el 23 de abril de 1828, que resume toda su agónica visión sobre nuestra DEBILIDAD: "No veo más que derrotas y desaires, los contrarios están erguidos llenos de satisfacción,.. Ustedes por el contrario parecen que defienden un crimen esperándolo todo de la compasión y de la humanidad… Ustedes se van a transar porque no tienen bastante fuerza para sostener lo útil y lo justo y porque LA VIRTUD ES MODESTA Y EL CRIMEN VIOLENTO. ¿Pero qué patria se puede salvar en medio de tantos monstruos que lo dominan todo, CUANDO LA VIRTUD SE LLAMA SERVIL Y EL PARRICIDIO LIBERAL, y cuando el más atroz de los ladrones (SANTANDER) es el oráculo de la opinión y de los principios?... Siempre nos han de calumniar y a la magnanimidad no la ven los criminales sino como flaqueza. No es justo sacrificar la república a las charlatanerías de los maldicientes". Y al general O’Leary (8 de mayo de 1828) le envía esta fulminante coletilla: "NO QUIERO SER MÁS LA VÍCTIMA DE LOS PERVERSOS NI DE LOS MODERADOS TÍMIDOS".
  6. En lo que van a leer a continuación, SANTANDER será la pura representación de la OPOSICIÓN VENEZOLANA, mientras que Bolívar resume el mero CHAVISMO de esta hora:

Ante Páez, que está alzado, ante Santander que comienza a conspirar provocando una rebelión en el Sur, decide el Libertador llamar a una CONSTITUYENTE. Inmediatamente los santanderistas se pronunciaron en su contra, advirtiendo que no acudirían a la convocatoria. Pero Bolívar comprendió claramente la situación: "Si no acuden se rebelarán, y si aceptan procurarán destruirla internamente. Ellos no están para hacer patria sino para imponer sus intereses personales y sus negocios".

He aquí los sentimientos del Libertador ante aquel terrible cuadro:

Día 3-4-28, escribe al historiador José Manuel Restrepo: "Estamos en situación muy crítica y no debemos dormirnos. Nuestra apatía y la de los buenos es un veneno mortal. El opio es menos dañoso. Yo recomiendo a todos los sustentáculos de la patria más que celo entusiasmo y exaltación porque de otro modo no hay salud".

Día 10-4-28, escribe al doctor Miguel Peña: "(Los santanderistas) tienen en sus manos todos los resortes del mal. Ellos se ligarían con los españoles (-hoy los gringos-) con tal de destruirnos".

Día 11-4-28, escribe al diputado José María del Castillo: "Crea Usted, el hombre es hijo del miedo, y el criminal y el esclavo aún más… ellos saben que mi magnanimidad es muy superior a cuanto exige la política… La imprudencia de algunos de mis amigos no es comparable con los atentados enormes de esa facción… Amenazan destruir nuestra obra cuando nosotros representamos la fuerza del león y ellos la malicia de la zorra".

  1. Día 12-4-28, escribe al general Páez, "… no veo entre mis amigos ese calor fanático que tienen nuestros enemigos, y si la Convención se deja arrastrar de los malvados muchos males caerán sobre la patria,… porque desde el momento que le falta la legitimidad a una institución nueva, todos sus enemigos se consideran con derecho y potestad para arruinarla y los hombres honrados muestran poco interés por ella y aún califican de justo el proyecto de destruirla… de ninguna manera aceptaré el título de ciudadano en un país inconstituido y por consiguiente discorde y débil… el proyecto de la oposición es hacer tan débil al gobierno central que sea ingobernable… mientras seamos viciosos (débiles, cobardes) no podemos ser libres… Montesquieu lo ha expresado. Por lo tanto nuestra lucha será eterna y nuestros males se prolongarán en busca de lo imposible".
  2. En aquel entonces, el Congreso, (como hoy la Asamblea Nacional), estaba dominado por los santanderistas. Bolívar que se encontraba en 1827 en Caracas, marcha indignado a Bogotá, por la cobardía de una parte del Congreso. Entonces solicita su renuncia a este cuerpo, pero no le es admitida por cincuenta votos contra veinticuatro (¡insólito!), mientras que Santander resulta ratificado por setenta y cuatro, lo que muestra el contundente poder del Vicepresidente sobre el parlamento. Bolívar no podía estar en todas partes aunque conoce en detalle el plan que se urde para desintegrar Colombia. Dispone marchar inmediatamente a Bogotá y está decidido a impedir la desintegración de la patria. De manera determinante dice en una proclama que va a libertar a la República "de los pérfidos que después de haber hollado sus más sagrados deberes, han enarbolado el estandarte de la traición".
  3. En aquellos días, Santander desplegó otra espiral más en el vórtice de su histérica autodefensa, puesto que Bolívar en lugar de fusilar a Páez lo había "perdonado". Viendo que no podía luchar contra el influjo del Libertador, dirigió un mensaje al Congreso diciendo que estaba decidido a no entregar el mando pidiendo al Congreso que se disolviera declarándolo mediante un Acta.

Entonces, al no encontrar apoyo en el Ejecutivo, dirige una circular a los ministros extranjeros protestando contra "los actos ilegales del Libertador", acción típica de los traidores a la patria. Ya en este punto estaba decidido a echar mano de la potencia norteamericana, con la que estaba en tratos para desplegar una acción conjunta contra el "tirano".

Estaba nada menos que solicitando la intervención extranjera en los negocios de la política interna.

Entonces aquel furibundo anti-federalista de Santander opta por defender con ahínco el sistema federal. Que está dispuesto a irse al sur con aquellos que quieran hacerle la guerra a Bolívar. "Repitió por centésima vez que tal guerra la deseaba ardientemente, y que en el sur le opondría al Libertador las barreras formidables del Juanambú" —allí donde quedaban los recursos de los más recalcitrantes pro-realistas.

Además, dijo al Congreso su frase preferida, la misma que utilizó contra Nariño cuando echó sobre éste el calvario de su infinita perversidad: "Aborrezco de muerte a Bolívar y todo cuanto le pertenece"1.

10 - La propuesta de la CONSTITUYENTE por parte del Libertador atraía la atención de los partidos. Mientras Bolívar no veía en ella sino una forma de fortalecer la unidad. Ante su llamado la reacción inmediata de los "liberales" (la ultra-derecha), fue catalogarla de ilegal. Que sólo buscaba la perpetuación del "tirano" en el poder.

No obstante, esos mismos opositores que al principio criticaron esta convocatoria, extrañamente y de un día para otro, optaron por recorrer todo el territorio para procurarse una buena representación. Igualmente propagaron la especie entre sus seguidores que de no conseguir la mayoría, harían lo imposible por sabotearla y declararla espuria.

Los amigos del Libertador se confiaron demasiado, pensando que la imparcialidad y la nula interferencia del Gobierno en los debates sería el mejor aval para demostrar los pérfidos intereses de los revoltosos. Error grave en un país donde los fariseos se autodenominan y se autoerigen "representantes del pueblo" (de la democracia). Fue así como, con argucias y mentiras, los "liberales" se hicieron con una buena representación.

1 José Manuel Restrepo (1952) "Historia de la Nueva Granada". Editorial Cromos.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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