Autoestima política

—Compa ¿usted ha oído hablar de la estima?

—Quién, la prima suya. ¿Aquella que vivía en Los Valles del Tuy? La guena moza.

—No vale, de la estima de esa que llaman la autoestima.

—Ah, algo he oído. Y eso por qué. A cuento de qué mienta usted esa cosa.

—Porque yo he estado viendo esas cosas de acá en la política y veo que todo está como trancao. Y pienso que ni los políticos ni la gente tienen confianza en qué pueden resolver este asunto.

Por eso pienso que la gente tiene la autoestima política baja. No tienen seguridad de poder arreglar este berenjenal.

Fíjese los chavecos creen que los rusos y los chinos les van a enderezar el entuerto en que se han metio, e incluso creen que el catire del norte les puede resolver este desastre. Porque como les ha resultado que hablando mal del imperio pa´llá e imperio pa´cá les ha dado dividendos, piensan que así se aseguran en el poder por más años.

La oposición, por su parte, están esperando que los países del continente les resuelvan las cosas que ellos no pueden resolver, y lo mismo esperan del catire del norte. Y hasta de Europa están esperando ayuda.

Y ahí estamos nosotros en medio de esos ineptos llevando palo parejo. Que viendo ese espectáculo ¿qué esperanza podemos tener? Si ambos bandos políticos más incapaces no pueden ser. Y mucha gente que podría decir algo bueno; pero a esos no les paran, los echan pá un lao. Los miran mal porque no les conviene que digan algo.

Ese es el panorama que yo veo. Total falta de confianza y por eso miento lo de la baja estima política en este estero.

—Mucha razón tiene usted. Yo percibo algo semejante a lo que usted dice.

Por eso la desidia política y la desesperanza de la gente.

Esto no puede ser tan difícil de resolver. Lo que pasa es que hay mucho rabo de paja que salvar y mucho chanchullo que tapar, para que luego no salgan a la luz.

Fíjese que hasta el mediador español se obstinó y renunció, y así mismo ha pasado con todos los mediadores. Nadie se cala a estos habladores de pistoladas de acá.

Van pa´lante y pátrás, nunca se pone de acuerdo en nada. Porque así les conviene.

—Mire, si no se ponen de acuerdo entre ellos mismos como se pueden poner de acuerdo con los otros.

Los chavecos jalan entre ellos para allá y para acá, asustaos porque han sido vagabundos y medios, y no hayan como tapar tanto robo y desmadre. Lo mismo es la oposición o peor, y dijo peor porque en vez poner de acuerdo entre ellos, me refiero a los políticos, por ser quienes podrían salir ganando no que va empiezan a jalarse las greñas y repartirse los cargos antes de tenerlos.

Por eso la gente ya los mira con ganas de darles unas buenas patadas. Y acá por la gente me refiero a los partidarios de ambos bandos.

Sería más beneficioso que la gente, los que eran chavistas y los que son oposición, se encuentren en una de esas manifestaciones y se pongan a conversar. Y de seguro que plantean una solución más certera. Porque sea partidario de oposición o chavistas los dos están pasando roncha con esta situación tan ruda que estamos viviendo.

Y mandar a los políticos pa´l carajo viejo.

—Esa sería una buena manera de buscarle solución a esto, sin tanta mamadera de gallo de parte de los políticos.

Se imagina a las dos concentraciones conversando, en cinco minutos consiguen la solución y ya verá a más de un político como palo de gallinero, porque se darían cuenta que se les acaba el negocio que tienen montao con ese guabineo.

La gente, uno pues, tiene que dejar de estar esperando nada de estos políticos mediocres y sinvergüenzas, de esos vagabundos y aprovechadores. Uno debe agarrar las riendas del coroto.

Dos concentraciones para encontrarse en la autopista Francisco Fajardo y ponerse a conversar ¿A quién le van a disparar? Ahí se chorean esos políticos cuando vean a la gente poniéndose de acuerdo en lo que hay que hacer. Oposición y chavistas o lo que queda de éstos conversando sin pararle ni al Maduros Moros ni al Guaidó, solo la gente decente, la que ha estado necesidades en estos últimos que somos todos. Y así se acaba esta hambre y esta necesidad que está matando a los venezolanos.

—Lo más probable es que al principio se insultarían y se harían los remolones. Pero al darse cuenta que padecen los mismos problemas, la misma hambre y necesidad empezarían a hablar y a darse cuenta que toda esta miseria es por culpa de estos políticos.

—Políticos vagabundos y traidores.

—Eso en verdad sí sería hacer ciudadanía y ser ciudadano.

Y político que se aparezca por ahí se le dan tres patadas por ese trasero y se manda para su casa a freír monos.

La mamadera de gallo es mucha y viéndole a uno cara de idiota.

—Venezolanas y venezolanos nada más que eso, así se resolvería esto.

Esa idea hay que propulsarla para salir de este abismo.

Voy pa´llá abajo, si veo a algún político posiblemente le lance un pescozón pa´ empezar.

Y le dijo: Por ahora, apriete.



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Obed Delfín


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