José Ramón Rodríguez, otra víctima

—¿Qué dirán los chavecos de esta nueva noticia?

«Sigue desaparecido el trabajador y militante de izquierda José Ramón Rodríguez».

Es de izquierda, no es derecha ni de oposición ni nada que se le parezca. Profesor de la Misión Sucre, y desapareció en manos del gobierno.

—Nada, qué van a decir. Sí esos tienen la lengua metia.

Seguro que dicen: «él se lo buscó» o «él sabía en lo que se estaba metiendo».

Y con eso se lavan la conciencia. Pero como no hay detergente, a lo mejor no les queda muy limpia que se diga.

—Todos los días se arrastran a alguien para el pote. Ni en tiempos del compadre Pedro Estrada se veía esto.

No hay un día que no secuestren a alguien.

—Aplicando el terrorismo de Estado. Así era como hacia el buen comunismo soviético a su propia gente.

Le están dando duro a aquellos que acompañaron a Chávez Frías en su campaña y gobierno, aunque fuese de lejitos. Pero ahí estuvieron con sus esperanzas.

—Así mismos es.

Están aplicando lo que hicieron los soviéticos a la gente de su propio partido, es decir, a los comunistas. Después que les servían lo mandan para la mazmorra y tiro por la nuca.

Que no ha de faltar mucho para eso. ¡Dios bendito y la Santísima Trinidad!

—«Apresado delante de los estudiantes», dice la noticia.

Ya no les interesa ni guardar las formas más elementales. A eso lo llaman el gorilismo. Muy bien practicado por allá abajo en el sur.

—La situación ya recuerda aquella canción de Rubén Blades "los desaparecidos".

Y «sin mediar orden de detención de algún tribunal, golpearon a José Ramón Rodríguez hasta desmayarlo, y así se lo llevaron». A lo mero machos y apoyaos.

—A lo mejor uno es subjetivo, porque para ser objetivo uno tiene que ser chaveco y quedarse callao o apoyar este tipo de cosas. Y así es objetivo.

—Estos están arramblando con todo.

¿Y quién hizo la acusación?

—Quién más. El cooperante.

Y santa palabra.

Con eso bastó y sobró para que fueran a buscar al profesor. Para eso le sirve el programita, acusa a cualquiera y antes de que el mentado pueda respirar tres veces ya tiene a los esbirros encima dándole unas manos, y no son precisamente de cambur.

—Dios se apiade del alma de ese pobre cristiano. Porque ya el cuerpo lo debe tener destrozado. Deben tenerlo reventao.

¿Cómo estará la mamá de ese hombre? ¿Cómo estará la familia y la esposa? Imaginando con el precedente del Capitán de Corbeta que asesinaron esta misma semana.

—Esas deben ser las acciones para darle respuesta a la visita de la sra. Bachelet. Para que el mundo sepa cómo se respetan acá los derechos humanos.

—El informe de la sra. Bachelet y que es bueno como papel sanitario, eso dicen.

¿Cuántos irán en esas torturas? Y contando.

—La gente que estaba presente dice que «lo golpearon con cascos hasta que se desmayó».

Y no se va a desmayar, si de seguro le reventaron la cabeza. Si eso fue delante de la gente, cómo será ahora que no hay nadie mirando.

Esta gente está desquiciada.

—¿Usted se acuerda cuando el Presidente Chávez Frías hablaba de los disociados?

Yo creo que se refería a estos.

—Epale, ¡Ya liberaron al profesor José Ramón Rodríguez!

—¡Gracias a Dios bendito! Que se apiadó del alma de ese cristiano.

—Mire, esto ya no es juego. Estos no están jugando carrito.

Ya la cosa está bien podrida.

Y le dijo: Por ahora, apriete.



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Obed Delfín


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