Se cuenta y no se cree lo que produjo el Síndrome de Sansón!…

  1. La oposición derechista, desde 1998 se empecinó en tratar de destruir el país mediante el Síndrome de Sansón lo cual consiste en destruir el país aunque eso le costase a ella su propia sepultura. Tal cual como hizo Sansón que para matar a los filisteos él mismo acabó bajo los pilares que echó abajo.
  2. Uno se da un paseo en Mérida, por centros comerciales otrora tan concurridos, y los encuentra desolados, desiertos, casi en ruinas: sus tiendas, sus heladerías, sus restaurantes o ferias de comida en franca bancarrota. ¡PURO SÍNDROME DE SANSÓN!
  3. Yo recuerdo que la derecha vivía apostando por la ruina de la economía del país para así tratar de derrocar el gobierno. Recordemos cuando los opositores se enfurecían y se deprimían horriblemente cuando el barril de petróleo venezolano se cotizaba alto. No olvidemos, por ejemplo, que la Universidad de Los Andes apostaba con furia porque el bolívar fuerte se fuera a pique, y celebraba con locura cada vez que DolarToday ponía por las nubes el valor del dólar. ¡PURO SÍNDROME DE SANSÓN!
  4. Y sobre todo, recuerdo los días previos al 12 de febrero de 2014, cuando la MUD se lanzó toda a la calle a montar barricadas, a trancar avenidas, a quemar universidades (incineraron 18 en total), a quemar instituciones, a destruir las estaciones del Trolebus y a quemar sus unidades; a contaminar con gasoil las aguas de los diques que surte de agua potable la población de Mérida consume. La clase media entró en agonía y desesperación total: algunos comenzaron a huir del país enloquecidos, muchos enfermaron de cáncer otros murieron de infartos al corazón, otros enfermaron terriblemente de odio y de consunción moral… ¡PURO SÍNDROME DE SANSÓN!
  5. Luego esos grupos de opositores terroristas se dieron a la tarea a destruir con disparos de armas de guerra los transformadores que llevan la electricidad a las ciudades; ellos mismo se quedaron sin luz artificial y cada vez que esto se producían se ponían a cacerolear hasta que la gente han ni en las protestas dándole a las cacerolas comenzó a creer… ¡PURO SÍNDROME DE SANSÓN!
  6. Se dieron a la infernal locura esa misma oposición a quemar cavas que transportaban comida o medicina, gas o gasolina; se hartaron de saquear comercios, sobre todo licorerías; inundaban de basura las calles y cogieron con ello hartas diarreas y enfermedades; bloquearon hospitales y el Seguro Social donde atendían a los pacientes con cáncer; quemaron carros de bomberos y ambulancias; mataron muchos policías y guardias nacionales trayendo paramilitares de colombianos que llevaron a dormir a sus casa, y éstos acabaron violando niñas e incluso hasta damas muy católicas y decentes que les acogieron...¡PURO SÍNDROME DE SANSÓN!
  7. Durante cuántos meses el país estuvo ardiendo en guarimbas, y muchos dueños de esos centros comerciales, terriblemente opositores se dedicaron a colaborar con los guarimberos para que "resistieran" y provocaran olas de espantoso terror en muchas ciudades; les dieron dinero estos comerciantes para que compraran chopos y pólvora, y muchas ferretería abastecieron a estos guarimberos con guayas, alambres púas, clavos (miguelitos) y aceite quemado para que lo derramaran por las avenidas, y acabaron quebrando sus negocios,… ¡PURO SÍNDROME DE SANSÓN!
  8. El alcalde opositor de Mérida, Carlos García, facilitó toda la chatarra posible para convertir a la ciudad en un hervidero de retorcidos de escombros de acero. El alcalde opositor se negó a recoger la basura, y mataron a tantos inocentes, como a la profesora Gissele Rubiral, por ejemplo. Y murieron tantos ancianos que no podían acceder a los centros hospitalarios ni ambulatorios, muchos de ellos familiares de opositores… ¡PURO SÍNDROME DE SANSÓN!
  9. Fue durante esa época cuando vimos la antesala total del acaparamiento y de la escasez de alimentos y medicinas. Horror trashorror, y mil veces horrores incontenibles. Y lograron todo eso y muchas otras cosas peores, hasta el punto que un profesor universitario, por ejemplo, con lo que gana hoy no puede comer una semana, y todo para que luego se dijera que la maldición que estábamos padeciendo era toda culpa del gobierno. Y se produjo en verdad una ruina dantesca por doquier.
  10. Y fue así como aquella gozadera de muchos profesores universitarios que se la pasaban viajando y comprando carros, y llevando una vida en Jauja, se les vino a pique. Es decir, vivieron a plenitud el síndrome de Sansón, se han estado matando ellos mismos y llevándose a docenas de miles de inocentes. Realmente increíble, e insólito…


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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