¡Una Guaidonada más!

En el siglo XXI la diversificación de medios de comunicación, redes sociales y demás especies ideológicas, han servido para elevar los niveles de letalidad contra el pensamiento, a partir de la imposición de un lenguaje simbólico emocional, que en la construcción del discurso colectivo y difuso, se expresa, como estadio de normalidad social y garantiza la subordinación, casi absoluta, a los designios del imperio.

En ese sentido, es muy importante destacar, que para el hegemónico socio cultural, la guerra no solo se plantea en términos del exterminio físico del oponente, sino que adicionalmente, entra en la medula de la praxis social desde la cotidianidad, hasta convencer a los más aletargados, de su inevitable presencia como verdad absoluta.

De allí que, al observar los contenidos gnoseológicos del discurso del autoproclamado presidentito en su periplo por los países que le "apoyan", se puede destacar, que es una elaboración intencional de imagen y sonidos, que repite sin cesar, el formato del discurso del poder absoluto, de la razón unilineal y sobre todo, de la supremacía de quienes hegemonizan e intentan dominar al mundo en su totalidad.

En ese marco referencial, lo normal es el "no pensamiento", "el no al debate" y "la ausencia de un discurso alternativo". Allí, todo pensamiento es condenado de subversivo y por ende es declarado enemigo. Sin embargo, quienes se suscriben a esa particular manera de asumir la vida, suelen vociferar por la libertad; reclamar el derecho a pensar distinto y para colmo de males, aspiran no tener ninguna responsabilidad con y para el desarrollo de la vida en sociedad.

En ese orden de ideas, es importante destacar que la política exterior de EEUU, está fundamentada en la guerra como el negocio que mueve su economía, con la velocidad que exige, el consumo exacerbado de materias primas, bienes y servicios. Así fue en los siglos XIX y XX y con perfección de su eficacia comunicacional perversa para engañar y domesticar y así está siendo, en la actualidad.

En consecuencia, con precisión milimétrica han fabricado escenarios e inventado liderazgos desechables que luego son sacrificados en el altar de sus malignidades, todo con el fin, de apropiarse de dominios que satisfagan su voracidad energética para la sostenibilidad de sus dominios.

Prueba de ello, es el infeliz auto proclamado, cuyas "Guaidonadas" no convencen a nadie, salvo a aquellos, que por vacuidad reflexiva, asumen la inmediatez reductiva del pensamiento como fórmula para salir del gobierno bolivariano.

En ese sentido el autoproclamado, en un desesperado intento por levantar la moral de los decepcionados seguidores del oposicionismo, amenaza con volver el venidero Lunes 04/03/2019 a Venezuela, a pesar de su falta grave contra el dictamen de prohibición de salida del país, emanado del TSJ y de su eminente arresto si llegara a pisar suelo patrio.

La razón de esa aparente estupidez (Guaidonada), es provocar una reacción en su contra, ya que, por un lado, debe poner a prueba la protección que se deriva de la amenaza anunciada por Mike Pence en el aquelarre con el grupo de Lima reunido en Bogotá contra quien ose tocarlo, y por el otro, debe verificar la contundencia de la respuesta del Gobierno Bolivariano del Presidente Maduro. Entendiendo que en ambos casos, con esa acción, el autonombrado aspira insuflar el suficiente ánimo, para que las masas opositoras, salgan en protesta masiva a defenderlo de las fuerzas de seguridad del Estado.

Veamos de cerca los posibles escenarios si se atreve a venir. Si lo hace por avión debe aterrizar en algún aeropuerto, los cuales por cierto están custodiado por las FANB, además que, antes de entra a nuestro espacio aéreo, debe solicitar el permiso correspondiente. La misma historia le ocurría si viniera por mar o por tierra. Basta que asome la nariz para que termine en prisión.

En ese caso, el autoproclamado en su laberinto, al parecer no se percata que él es una pieza sacrificable en el tablero geopolítico que está jugando su amo imperial y los gobiernitos avariciosos que le acompañan en la región, los cuales por cierto, sin ningún escrúpulo, lo sacrificarían con el fin de culpar al gobierno y provocar el caos. La misma historia de Leopoldo López, que está vivo porque Diosdado responsablemente lo salvo.

Los revolucionarios, aquí estamos y aquí seguiremos, estamos seguros, que el único camino para la convivencia: es la Paz. No hay alternativa, o dialogamos, o dialogamos y con Constitución en mano, despejamos el futuro. Que fluya el debate, ya basta de Guaidonadas Inútiles.

 

 



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Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

 angeltortolero@gmail.com      @ANGELTORTOLERO1

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