¡No habrá intervención militar en Venezuela!

No habrá ninguna intervención militar en Venezuela, Si:

  • Se mantiene la unidad patriótica de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana

  • Se mantiene la unidad cívico-militar

  • Se mantiene la unidad en torno a la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela

  • Se mantiene la unidad pueblo y gobierno bolivariano

  • Se mantiene la unidad en torno al legítimamente electo, hijo de Chávez, patriota y Comandante en Jefe, Presidente Nicolás Maduro Moros

  • Se mantiene la unidad de todos los patriotas venezolanos y dejan a un lado sus diferencias políticas e ideológicas en este momento crucial de la Patria

  • Se mantiene la fidelidad al legado y ejemplo de nuestros próceres y de nuestro padre fundador Simón Bolívar

  • Se mantiene la fidelidad al legado y ejemplo inmortal de nuestro Comandante eterno Hugo Chávez Frías

  • Se mantiene la valentía de defender al precio de nuestras vidas a nuestra Patria, nuestra bandera y escudo nacional

  • Se mantiene nuestra fidelidad a nuestros muertos queridos que cayeron antes por nosotros por defender y luchar por nuestra Patria

  • Se mantiene nuestra actitud de ser invulnerables ante todas las intimidaciones y amenazas del imperio y sus mercenarios.

  • Se mantiene nuestra actitud de no tener ningún miedo en enfrentar a los gringos

  • Se mantiene nuestra plena disposición combativa y movilizativa de la guerra de todo el pueblo para enfrentar a cualquier tipo de intervención militar

  • Se mantiene nuestra actitud de desafiar a la guerra psicológica y desinformativa del imperio

  • Se mantiene nuestra firmeza de no ceder ni un palmo de tierra al enemigo y combatirlo sin tregua hasta su derrota total

  • Se mantiene nuestra disposición, inteligencia, vigilancia oportuna y coraje, para no permitir que ningún plan enemigo pueda tener éxito y sea derrotado rápido y aplastantemente.

Detener la intervención está en nuestras manos

Lo anterior quiere decir que la posibilidad de evitar una intervención militar del imperio depende en primer lugar de nosotros mismos, en gran medida está en nuestras propias manos. No es la ONU, Rusia o China u otros quienes van a evitar la intervención, somos nosotros los propios bolivarianos. La mejor forma de evitar esa intervención es que el enemigo sepa muy bien que estamos altamente preparados y decididos para enfrentarlos y que el costo es impagable. La historia demuestra que el imperio es una fiera poderosa, agresiva, no es de papel, pero es miedosa y cobarde, y solo ataca cuando detecta y olfatea debilidad, miedo y cree que se trata de una presa fácil, un "weekend", le gusta las peleas con enemigos debilitados, como se dice en el argot popular le gusta agarrar "mangos bajitos", o las peleas de "león a mono, pero con el mono amarrado". Cuando tropieza con la firmeza de una roca, retrocede, recula. Recordamos que en un país africano pobre tan sufrido y sumido en un conflicto eterno como Somalia, las fuerzas élites secretas Delta del imperio recibieron una gran paliza por un grupo de combatientes somalíes, unos "negritos" como diría Trump, los gringos salieron corriendo a toda prisa de ese lugar. Todavía en la memoria están históricamente frescas las imágenes de la estampida deshonrosa de las tropas gringas al final de la guerra en Vietnam. Cuando unos soldados saben que pelean por una causa injusta contra otros pueblos y no por su Patria, no pueden comportarse valientemente, eso solo ocurre si en verdad defendieran su Patria, pero no las riquezas de su élite millonaria que desea el saqueo de los recursos de otras naciones.

Estrategia brutal de intimidación imperial

Al acercarse más la fecha del 23 de febrero arrecian las amenazas e intimidaciones imperiales, y mientras mayor es ese frenesí más demuestran su desesperación, su debilidad e impotencia ante la formidable firmeza de los patriotas bolivarianos, son ellos los que están asustados, los que se sienten derrotados, están en pánico porque el plan no les resulta, ya se les cayó la guerra relámpago, es que le creyeron a la oposición vendepatria venezolana que tanto desprecia y se burla de nuestros militares patriotas, ésta oposición les aseguró a los gringos que a la primera amenaza imperial nuestros soldados saldrían corriendo, son como el ladrón que juzga por su condición, ellos son cobardes y vendepatria y juzgan a todo el pueblo venezolano que tanto desprecian en esa condición. Esa oposición no tiene ideales, ni valores, solo intereses mezquinos y egoístas y son capaces hasta de vender a su madre, hasta los propios gringos se dan cuenta que esos opositores no son de fiar y como se decía del viejo imperio romano, "Roma paga bien a los traidores, pero les desprecia".

Da verdadera lástima que un señor a sus años de anciano como el señor Bolton aparezca tan desconsolado y casi presto a llorar porque no consigue traidores en el alto mando militar venezolano, y mientras más vocifera, recuerda aquel dicho popular que también existe en inglés, que dice "perro que ladra no muerde", "a barking dog seldom bites". Quieren que el golpe de Estado en Venezuela les salga barato, que aparezcan unos traidores que les hagan el trabajo sin necesidad de ninguna intervención militar, unos traidores que después son desechados como preservativos. No se imagine ningún candidato a cobarde y traidor que no van a ser desechados y despreciados por el imperio cuando ya no les sirva, si es que antes no son asesinados por sicarios.

El Gobierno imperial de EEUU se encuentra en Venezuela ante una situación muy inusual para ellos, pues han estado siempre acostumbrados a usar a los ejércitos nacionales para la ejecución del golpe de Estado contra los gobiernos populares, ese siempre había sido el medio principal que les había funcionado, pero en Venezuela se han topado con unas fuerzas muy patrióticas que son baluarte de la Constitución Nacional, y no saben ya cómo lidiar con este factor, por eso se desesperan y traman todo tipo de estrategia para tratar de encontrar un punto de quiebre en los militares venezolanos, o comprar algún traidor. Dentro de esa guerra psicológica y de intimidación, ahora se suman también como siempre los agentes del imperio, como el señor Heinz Dieterich, que persigue los mismos objetivos que el imperio y le hace la tarea pero "desde la izquierda" con artículos para sembrar la desinformación y la división, no creo que ya engañe a muchos porque hace rato está descubierto.

Los dilemas de una intervención militar para EEUU

Si miramos detenidamente la historia de justificaciones y agresiones del imperio contra otros países, vemos que aún el imperio no ha podido crear los escenarios propicios acostumbrados, ni el expediente seguro para pasar a la intervención militar directa contra Venezuela, si lo hubiesen logrado ya hace rato hubiesen invadido. Una de las condiciones necesarias y previas de las estrategias imperiales para intervenir es lograr que el público estadounidense esté previamente convencido que el enemigo a intervenir es realmente una amenaza a sus intereses o que haya atentado contra ciudadanos y bienes de ese país. El presidente Bush junior para atacar a Afganistán e Irak necesitó primero hacer nada más y nada menos que estallar aviones contra las torres del World Trade Center y el pentágono y que murieran inocentes ciudadanos estadounidenses, es decir una conmoción tipo Pearl Harbor, ya que los ciudadanos de ese país después de la costosa y sangrienta derrota de Vietnam, no querían verse envueltos en nuevas guerras. Y después acudir a la gran mentira que Sadam Hussein poseía armas de exterminio masivo. El expresidente Obama se esforzó mucho por presentar a Venezuela como una amenaza a la seguridad de EEUU, pero al final no lo logró, ya que es cuesta arriba la tarea. Venezuela para el imperio no es un escenario fácil de satanizar. No posee armas de exterminio masivo, ni armas químicas, ni nucleares, no existen minorías étnicas oprimidas, ni nadie con turbante, no existen "terroristas" amenazantes, en el desespero se han tenido que inventar la ridícula y muy poco creíble historia de la presencia de Hizbolá en Caracas, años atrás habían dicho que Bin Laden se escondía en la Isla Margarita, en fin no hay en nada en que basarse para hacer creíble que Venezuela afectivamente amenaza al pueblo de EEUU. No existe ningún Sadam Hussein, ni Gadhafi, fáciles de presentar como figuras excéntricas y malvadas ante el pueblo de ese país. No es un país musulmán, pues hasta la propia religión y hasta el idioma árabe han logrado que asuste al pueblo de ese país. No es nada de eso, es un país católico cristiano, que habla castellano, el segundo idioma que se habla en EEUU, con cultura occidental, con gente pacífica y fiestera, que jamás han agredido a nadie, sino que han liberado a otros cuando las luchas de independencia, un país de gente amable, alegre, con una sabrosa y contagiante cultura musical y gastronómica. El pueblo de EEUU no siente odio por Venezuela, su pueblo y su Presidente Nicolás Maduro, a pesar de toda su manipulación mediática y mentiras sobre el "régimen" y el "dictador". Tampoco existe verdaderamente un consenso bipartidista en el seno de la política de EEUU que apoye una agresión contra Venezuela, y si algunos demócratas son enemigos de Venezuela al menos no quieren darle ese "gusto" o "mérito" precisamente a Trump. Por el contrario los demócratas están en zafarrancho de combate contra Trump y lo están cazando, para el primer desliz apartarlo de la presidencia, su objetivo principal a derrotar en estos momentos no es precisamente Venezuela, es Trump. Los propios aliados de EEUU no están del todo convencidos de apoyar a EEUU en esta loca aventura de una intervención militar, una cosa es el show de reconocer al títere de Guaidó para congraciarse y otra es la intervención, y no es porque sean amigos de Venezuela, sino porque le temen a la opinión pública de sus propios países, hoy no se ve a un Tony Blair, ni a un Aznar que le acompañe en la aventura, Teresa May está bastante debilitada en Reino Unido que ya tiene bastante con el lío del Brexit, y en España existe un verdadero caos político con el asunto de Cataluña. En Francia ya Macrón tiene bastante con los chalecos amarillos. Italia, Grecia y Chipre se mantienen firmes en no reconocer al títere. En todo el mundo se viene levantando una gran ola de solidaridad con Venezuela. La diplomacia del soberbio Departamento de Estado no ha logrado en ningún foro internacional que se aprueben acusaciones contra Venezuela que justifiquen una intervención militar. Cuando la agresión a Libia el imperio tenía al menos una resolución confusa aprobada por Consejo de Seguridad de ONU, ya que Rusia y China entonces se abstuvieron, y no aplicaron el veto. Hoy la situación es distinta.

Todo esto, lo sabe muy bien el señor Donald Trump, sabe que existen "líneas rojas" que no debe cruzar si quiere ganar la reelección, puede perder muchas cosas entre ellas el voto latino. Una cosa es ir a la Florida y vociferar y amenazar a Venezuela para ganar el voto de los ultraderechistas de ese Estado como el senador Marcos Rubio y comparsa, amenazar es gratis no cuesta nada, es fácil hacerlo desde el imperio, pero otra cosa es pasar a los hechos y pasar por encima del Congreso de EEUU y autorizar una invasión a Venezuela. Además ya sabemos que Donald Trump es uno de los presidentes más mentirosos de la historia de EEUU.

Trump sabe que sus asesores no han logrado crear ningún conflicto fratricida al interior de Venezuela, por ahora no existe ningún Benghazi, no hay tribus, grupos étnicos, ni religiosos, enfrentados entre sí, por el contrario, lo que hay en Venezuela es una Fuerza armada valiente y patriótica y unida entre sí y con su pueblo y en torno al Presidente Maduro, es un hueso difícil de roer. Trump sabe que en efecto EEUU tiene toda la capacidad material para intervenir militarmente en Venezuela, pero la gran pregunta siempre es lo que viene después, puesto que saben que no se van a enfrentar solo a militares, sino a todo un pueblo, y después cómo "pacificar" y "gobernar" a un pueblo tan valiente como el venezolano, tendrían que pasar por encima de decenas y decenas de miles de cadáveres, una inmenso mar de sangre, y esto les dejaría huérfanos de cualquier justificación, todas las manipulaciones sobre la supuesta dictadura de Maduro y que no es según ellos democráticamente legítimo se las llevaría el viento, ya nadie se acordaría de eso, lo que vería el mundo es un inmenso crimen en el seno del hemisferio occidental cometido por militares gringos, ¿cómo podrían controlar a sus soldados que no cometan atropellos, crímenes y saqueos?, que además no podrían diferenciar entre bolivarianos y opositores.

Por otra parte no sería nada simpático para el pueblo de EEUU ver de nuevo como los aviones traen de vuelta a casa a los ataúdes de los soldados muertos, esas escenas son demasiadas costosas políticamente para cualquier presidente de ese país. Tanto es así que cuando la agresión a Libia, Obama no quiso arriesgarse y no permitió que intervinieran tropas en ese conflicto, se limitó a usar los misiles cruceros y los aviones de sus buques de guerra. Pero esos misiles y bombas son también problemáticos, pues pueden causar muchas bajas en la población civil ya que no tienen la "inteligencia" para diferenciarlas de objetivos militares.

La provocación de la ayuda humanitaria

Toda la esencia de esta provocación de la famosa "ayuda humanitaria" está dirigida a tratar de provocar un golpe de Estado presionando directamente a los militares venezolanos y presentándolos como enemigos de su propio pueblo, intentan lanzar una masa humana contra ellos y provocar muertes. Usar a mercenarios y traidores con el uniforme de nuestra fuerza armada nacional. Que además nuestros militares vean un gran despliegue militar imperial supuestamente ya listo para abalanzarse contra ellos. Es una operación colosal de intimidación, pero fracasarán ya que nuestros militares les darán lecciones de valentía y firmeza. En un trabajo anterior "Descifrando el plan del imperio", ya hemos expuesto nuestra hipótesis de las estrategias que posiblemente podrían usar ese día. Este plan de la "ayuda humanitaria" ya parte con dos premisas falsas de la oposición vendepatria que nuestros militares bolivarianos no van a resistir la presión y que el pueblo correría detrás de su "ayuda humanitaria" como un rebaño hambriento. Si la guerra relámpago les fracasó por despreciar a nuestros militares patriotas, ahora la oposición vendepatria que manifiesta también un gran desprecio por nuestro pueblo llano que lo cree servil y dispuesto a correr detrás de ellos por unas sospechosas raciones de comida, creen que el pueblo venezolano no tiene moral, ni vergüenza que tiene alma de mendigo, lo juzgan por su propia condición, entonces también fracasarán, pero por el camino pueden hacer daño y tratar de usar una masa humana engañada como carne de cañón.

¿En cuales condiciones la intervención militar estaría garantizada?

Esto ocurriría solo en el supuesto bien negado que las condiciones expuestas al principio de este trabajo no se cumplieran, sobre todo si se quebrara la unidad de nuestra fuerza armada nacional, si se desarrollara una confrontación militar y civil interna de gran envergadura. El gran sueño del imperio es que un golpe militar exitoso les abra las puertas para poder intervenir, ésa es la premisa, pero sin ese golpe es muy difícil que puedan intervenir por eso están tan desesperados.

Si lograran crear una cabeza de playa en una parte del territorio, un Benghazi, también sería un factor que acercaría las posibilidades de esa intervención.

Alerta final

Este trabajo de ninguna manera tiene como objetivo promover una desmovilización o bajar la guardia, es todo lo contrario, hay que estar más vigilante que nunca. No podemos asegurarnos que el señor Trump obligatoriamente se va a comportar como un actor racional, hemos dicho antes lo que es más racional y probable según un análisis, pero sobre este actor no podemos estar completamente seguros de su conducta racional y no sabemos si dada su torpeza, decida cometer graves errores que le perjudiquen seriamente. Solo podemos confiar en nosotros mismos y en nuestra fuerza e inteligencia.

Tampoco sabemos si en la sombra el imperio ha logrado encontrar por ahí a un cobarde traidorzuelo que está al acecho para salir ese día como parte del plan, por eso al menor conato de traición que asomara en alguna unidad militar, es necesario actuar como el relámpago y aplastarla de inmediato.

Tenemos que prepararnos como si en efecto la intervención militar extranjera va a ocurrir el sábado. Parafraseando el principio de "si quieres paz, prepárate para la guerra", diríamos ahora en esta coyuntura; ¡si no queremos intervención militar extranjera, actuemos entonces como si ya fuese inminente y preparémonos para derrotarla!



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Juan Miguel Díaz Ferrer


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