Gobierno y derecha venezolana serán los responsables de lo que suceda en Venezuela en las próximas horas o días

La élite de poder estadounidense no ha tenido mejor oportunidad, en la historia reciente, para ejecutar su ansiada intervención armada en Venezuela como la tiene actualmente y es por eso que, quienes pensamos con verdadero análisis de la realidad, estamos convencidos de que, muy probablemente, la administración Trump no dejará de pasar esta oportunidad para activar la opción bélica en nuestro territorio.

Aunado a ello, es más que evidente, la agresividad y laxitud con la que el mandatario estadounidense toma decisiones hasta por encima de la norma legal vigente en su país. En abril de 2017, decidió unilateralmente -sin autorización del congreso- bombardear Siria desde el mediterráneo, como represalia por el supuesto uso de armas químicas por parte del presidente Bashar al Assad contra población civil en la ciudad siria de Duma.

La entrega de "ayuda humanitaria" a Venezuela impulsada por el autoproclamado Juan Guaidó, para el venidero 23 de febrero en la frontera colombo-venezolana y la consecuente movilización de masa humana hacia la zona -con señuelo artístico musical incluido- pudiera ser escenario de una situación de caos para inculpar al gobierno de Maduro y servir de excusa para la intervención militar gringa en Venezuela. No quiero pensar en lo peor, pero dado el dramatismo y el impacto en la opinión pública estadounidense e internacional logrado concretamente con el supuesto ataque químico de Al Assad contra población civil en aquel entonces -un hecho que nunca llegó a ser totalmente comprobado- es bastante tentador para quienes buscan la intervención armada extranjera, repetir esas escenas en territorio venezolano.

Sobre ambos bandos en pugna por el poder (gobierno y derecha), sin eximir de responsabilidades a una potencia dominante y voraz como Estados Unidos, recaerá toda la culpa de lo que suceda en Venezuela en las próximas horas o días, y las potenciales pérdidas tanto humanas como materiales que sin duda alguna dejará una invasión extranjera a nuestro país, muy por el contrario de lo que la mayoría cree, que será una acción al estilo Hollywood en la que solo Maduro y su "combo" sufrirán las consecuencias.

Guaidó deberá cargar ese peso sobre su conciencia -si es que tiene- de tales consecuencias, al servir de "caballo de troya" para las ambiciones estadounidenses. Por su parte, Maduro también tendrá su puesto en el lado oscuro de la historia, al propiciar un estado de vulnerabilidad emocional colectiva con la crisis económica y social en la que ha sumido al país producto del desastroso manejo administrativo de su gestión y que ha llevado a un grueso sector de la población al extremo de apoyar la intervención militar estadounidense en territorio venezolano, lo que también suma como pretexto para Trump y la cúpula del poder de Estados Unidos para actuar.



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