El Pasado en el Presente. La Crónica Taquense

Carlos José Garcia Leiva

Esta crónica la escribo desde el Tigre, estado Anzoátegui, donde tuve que ir a causa del fallecimiento de Carlos José Garcia Leiva-que en paz descanse- esposo de Fanny Coromoto Mejías Borges de Garcia, sobrina de mi compañera Rosa Borges-nótese aquí que como feminista, no digo mi mujer, ya que las féminas no son propiedad de los hombres-. A Carliño -como cariñosamente le conocían sus familiares y amistades- le dimos cristiana sepultura el 6-02-2019, en el cementerio municipal de esta ciudad. Carlos José nació en Porlamar, el 20-06-1968, y era hijo de Doña Marina Leiva de Garcia y Don Carlos Román Garcia (difunto). En vida tuvo 7 hermanos, 3 varones y 4 hembras: Bartolomé, Marlenys, Nancy, Ruth, Alexander, Cesar y Marlín, 2 hijos, Carlos Ramón y Carla Carolina y un nieto, Carlos José.

La parca inexorable asecha a los mortales, con la finalidad de cortarles el hilo de la vida; nadie escapa de la guadaña de la Santa Muerte. Lamentamos bastante cuando fallece un ser humano de tan buenos sentimientos; quien amaba a su madre, padre, hijo, hija, nieto, esposa, hermanos, hermanas, sobrinos y sobrinas de manera incondicional y con genuina pasión. A través de esta crónica les hago llegar mi sentido pésame. Y les digo que no están solos en su dolor, ya que observé el nutrido grupo de amigos y amigas que sienten tan irreparable pérdida.

Me dijo su hija Carla: "Mi padre siempre estuvo pendiente de nosotros, nos quiso muchísimo, en extremo; era un hombre alegre, parrandero, y chistoso; le gustaban las fiestas, tomar sus cervecitas y hacerle bromas a las invitadas, les decía por ejemplo: "Estas como Giya, buena moza de cara como de cosa." "Acostumbraba a ponerle apodos a sus amigos y familiares: "Cara de Pitillo, Cachetera, Chupetera, Vangelita, Traga Leche, Rodilla de Vaca, Zamuro Coqueto, Cabeza de Plato, Templadita, Vecina Chismosa y Mama Cuc… entre otros, sacados de su jocosidad." "Nárrame Carla una anécdota de tu padre." "Cuenta mi mamá que mi papá le ayudaba en los quehaceres del hogar; pero no le gustaba para nada cambiarme el pañal, en aquellos tiempos de apenas 17 meses de casados, pasaban por una situación difícil y ella tenía que trabajar; y un sábado la señora que me cuidaba tuvo que ausentarse, y mi madre me dejó con él. Resulta, que me acostó en una amahaca y se fue a preparar me el tetero, y cuando regresó yo estaba sin el pañal, cubierta de pupú de pie a cabeza, mi padre no sabía que hacer, y sencillamente tomó una manguera y me roció con agua con la mayor delicadeza posible, hasta dejarme reluciente de limpieza."

"Tío, ese gran amor que nos tuvo lo impulsaba siempre a trabajar duro y de manera responsable; que yo recuerde nunca dejó de cumplir en la fecha indicada con los trabajos de herrería, soldadura y mecánica que le encargaban; decía siempre: ‘Tengo que cumplir a tiempo los encargos de los clientes, mis hijos y Coro-como llamaba a su adorada esposa- estudian, visten y comen todos los días’. Mi padre también quería sobre manera a mis abuelos paternos, fue un excelente hijo."

"Mi papá era el modelo del venezolano típico y ejemplar; honrado, solidario, caritativo y bondadoso como ninguno, con los más necesitados; a sus clientes les cobraba el precio justo y razonable, nunca especuló a nadie, todo el mundo salía satisfecho de su taller; el cual tenía en el patio de nuestra casa; sus trabajos eran garantizados y de calidad."

Su hijo Carlos Ramón me narró: "Tío, mi padre era una persona muy sociable, amigo de los amigos; era muy alegre y jocoso. Recuerdo que de niño yo fui muy tremendo, muy hiperactivo, él nunca me pego; pero si me regañaba fuerte, en la noche o cuando se tomaba unos tragos se ponía a llorar por la forma en que me reprendía. En realidad, yo en esos momentos no entendía a papá, pero ahora que soy padre lo entiendo."

"Mi papá murió de cáncer. Hace 3 años le extrajeron unos tumores, y en diciembre del 2018 le diagnosticaron metástasis en el cerebro. Él soportó su enfermedad con mucha valentía y fortaleza, a pesar de que los dolores eran fuertísimos. A su velorio vino un sacerdote porque él era católico, pero luego también asistieron a orar unos cristianos evangélicos, ya que él tenía amistades de ese credo. Él era de oposición; pero a su entierro asistieron sus amigos chavistas. En ese momento comprendí que todos los venezolanos somos hermanos e hijos de Dios; y debemos buscar la paz, la tranquilidad, el diálogo y entendimiento."



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Jesús Muñoz Freites

Filósofo. Docente. Cronista Oficial del Municipio Los Taques en el estado Falcón

 jesusfreites11@hotmail.com      @camaradatroski

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