Hospital Clínico Universitario – Más de la crisis o Conspiración

La Revolución Bolivariana se ha caracterizado por ser víctima de sí misma. Nuestros logros sociales y políticos han padecido el rigor de la desestimación por parte de militantes, seguidores, adeptos y pueblo. Hemos conseguido cambios sustantivos en estos cortos años de revolución, como decía Ernesto Che Guevara, en una frase que lo inmortalizó y que recoge en sí el fundamento del socialismo: "cuando lo extraordinario se hace cotidiano, estamos en presencia de la revolución". Y es que sólo un gobierno socialista puede aplicar políticas que redundarán en el beneficio de las mayorías, eso, sin duda, es maravilloso; ejemplos de ello: más de 2.500.000 viviendas, 33 aumentos de salarios en 17 años, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que son sistemas de distribución de alimentos promovidos por el gobierno en los cuales las propias comunidades abastecen y distribuyen los alimentos prioritarios a través de una modalidad de entrega de productos casa por casa; somos el primer país Latinoamericano con 100% de pensionados, y para no agotar ni desviar el tema, reconocemos las fallas, desatinos, errores en que hemos incurrido en este proceso de construcción del Socialismo Bolivariano. Si por montones de errores, pero no podemos soslayar la realidad, no estamos tan sólo construyendo, estamos desmontando, combatiendo, resistiendo ataques, defendiéndonos de una batalla de extrema generación, soterrada en veces, descarada por lo general y asumida ahora por el dueño del circo: el imperio yanqui, quien acciona impune y descaradamente contra nuestro país, ante un impávido mundo, cómplice por su silencio, y algunos gobiernos vecinos cipayos.

Muy fácil es defenestrar y destruir a quien construye. Difícil es conseguir quien acompañe en esta construcción de la Patria y que aguante. Pero si lo conseguimos, no falta quien quiera destruirlo. Para nadie es un secreto lo difícil que ha resultado para la Revolución Bolivariana el sector "SALUD". Sector que ha sufrido por no contar con una POLÍTICA de salud coherente y verdaderamente REVOLUCIONARIA, con la salvada excepción de la Misión Barrio Adentro, hito referente mundial de Revolución en salud, que permitiría estructurar el tan anhelado Sistema Público Nacional Único de Salud. Pero no fue así. El reformismo, los cómplices y la 5ta columna, se encargaron e hicieron lo suyo.

La mayoría de nuestr@s diferentes ministr@s del Poder Popular para la Salud (MPPS) ante la carencia de política definida, se ha caracterizado en contagiar a los hospitales del país con directores que en su mayoría se corresponden a su estirpe: yupis, tecnócratas, burócratas, academicistas, cientificistas, gremialeros, entre otros, para "dirigir" y darle continuidad al anacrónico modelo de hospital burgués. Nido de toda clase de corruptela y perversión, que redundan en afectar a la razón de existir: la salud de nuestro pueblo; para hacer fracasar a la Revolución sin querer queriendo.

El Hospital Universitario de Caracas (HUC) no es una excepción. Rumas de burócratas, academicistas, tecnócratas, gremialeros y pill@s pueden haber desfilado por la dirección de ese hospital, pero también camaradas capaces, decentes y comprometidos. Actualmente un grupo "Políticamente" decente, comprometido y capaz, ha asumido la dirección de ese hospital. Los desestabilizadores y corruptos no han limitado esfuerzos en desprestigiar a este equipo y deshacerse de él. NO estoy defendiendo a nadie, pero ante las lacónicas voces defenestradoras y destructoras de propios (chavistas) y extraños (no chavistas), ante un evento infausto e infeliz, tal vez premeditado, sucedido y divulgado viralmente por redes y medios (cumpleaños y garotas), le salgo al paso para dejar el lugar a la duda, de que esto pudo ser un "PEINE" de nuestros detractores y de los intereses obscuros de la contrarrevolución, contra este grupo de camaradas, incólumes contra la corrupción, que están siendo atacados sin derecho a la defensa; donde no les extrañe que esté la mano de la CIA y el Departamento de Estado de EEUU, dada la relevancia del centro.

El empeño de creer sólo la versión de la contrarrevolución y replicarla, sin permitir el esclarecimiento de los acontecimientos, también es un acto contrarrevolucionario, inhumano y artero. No nos convirtamos en verdugos de los nuestros por el accionar de los planes desestabilizadores que nos impiden seguir teniendo y construyendo la Patria que nos rescató y dejo Hugo Chávez. Démosle a los nuestros el derecho y la oportunidad a la defensa, y después condenemos. No seamos tontos útiles a la contrarrevolución. NO VOLVERÁN…



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Felipe Guzmán

Médico Gastroenterólogo venezolano / Vocero de la CONAMEV

 felipeguzman17@yahoo.es

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