La tenebrosa y poco jugosa Rosa Merrrvidia...

El automóvil se mueve a muy buena velocidad dado que a esta hora las calles de Cumaná no están, todavía, atestadas de carros. Mi sobrino al volante y yo de copiloto. La Brisa salutífera, refrescante, entra a raudales por la ventanilla. Y "besa" mi varonil rostro. "Ponte a creer que estás gordo y no comas".

La Brisa y El Sol, son dos productos de primera necesidad, -¡gratis!- que Los Bachaqueros locheros, lambucios, hincha-cocos, desalmados, y agallúos no han logrado acaparar. Todavía.

El Sol Cumanés, usualmente quemón y achicharrante, -"como pa' negros" ... dicen los avanzadísimos racistas locales- hoy pareciera haber amanecido remolón, flojazo y holgazán. "El Astro Rey no termina de asomar su rubicundo y sonriente rostro tras las muy verdes colinas", como solía decir, en hinchada parla verbosa, Emeterio Campanela El Poeta Lánguido y Jipato de Río Caribe. Eso, -claro está- antes de mudarse al "Barrio de Los Acostados", donde hoy reside, mora y pernocta. Por Allá, dizque es muy económico. Se pagan pocos servicios. Y no hay ruidos nocturnos. Vecinos silenciosos en su inmensa mayoría. ¡Qué con su pan se lo coma, Bardo Emeterio Campanela!

Me dirijo al "Centro Comercial Ginán" a comprar un perendengue y dos perifollos electrónicos para mi "smart-phone". "Teléfono Inteligente", traducción para Los Cómetelo-Bicho que -¡pobrecitos!- todavía no dominan, como Esteban del Jesús, La Lengua de El Imperio.

Es La Calle Mariño. A mitad de recorrido está El "Centro Comercial Ginán". Y frente a él, La Plaza del Estudiante. Pero no hay ni un alma en pena en La Plaza. Mi sobrino, picando a'lante, me dice que lo más sabio es que me quede en la acera que está como a cuadra y media. Me bajo. Y me dirijo, -con el donaire parisino en el andar que aprendí en un tutorial bajado de Internet-, ... me dirijo hacia tres personas que están allí: una Gorda Inmensa tipo nevera de dos puertas, que vende diarios, El San Cono y Una Hagiografía de San Lucas, el que feneció harto de satisfacciones. A su lado, un sujeto hirsuto que vende cafe y cigarrillos chimbos "Belfor". Esa porquería que traen de Margarita y que fumada sabe a cartón de piedra.

Y un tercer sujeto que a primera vista uno adivina que es un sin oficio, un impertinente y un jodedor.

Y acierto mucho en lo de jodedor. Pasa una vieja con las greñas pintadas de rojo sangre en tardes de toro y ¡olé!. Y el tipo le espeta: -"¡Buenos días, Cerro Prendío!"; -"¡Cerro prendío será tu madre, culero, güeleborrrsa!"; La Doñita es carupanera, sin duda, a juzgar por su estilo de blasfemar mañanero.

Después pasa un tipo de desplazamiento bípedo sui generis. Es lo que el vulgo llama pati-chueco. Y de nuevo, el jodedor:

-"¡Epa, Pata 'e Cumbia!; ¡Eje, Punto y Coma!" ...

Pata 'e Cumbia, que debe conocerlo, le dibuja una paloma en el aire.

Pero lo bueno está por llegar. "Espera el gran sabor, espera; el gran sabor sabor de Ketchup Heinz". Arriba súbito un ejemplar femenino.

Viste una licra, tan y tan re-pegada, ajustadísima que si su sexo fuese una cédula de indentidad, se vería, muy claramente la huella digital y la firma del funcionario respectivo. El jodedor le expresa: "la masa no está pa' bollo". Y le mira, sostenidamente, El Triángulo de Las Bermudas.

Además de la licra, viste una muy breve blusa, de tela sintética, también. La blusa pequeñísima y tapa, a duras penas, dos senos pequeños, aplastados y pezonudos. El jodedor desplaza su mirada hacia la chata pechera de la fémina: "Ni son naranjas ni son limones (...)", ha hecho un chiste de lolas de su repertorio.

La joven tiene un rostro alargado, de potranca zafia, de gáifara peleada en mil lechos eróticos. Invicta en miríadas de escaramuzas sexuales. En la parte superior de la totora tiene un lazo que le sujeta la greñera y la proyecta hacia el cenit. Con lo cual, la joven tiene un aspecto de piña, de erizada corona.

Completa el atuendo un cinturón muy grueso, y muy pasado de moda. Del cinturón cuelga un sucio guaral que sostiene una percudida bolsa plástica. De el interior de la bolsa la joven saca "mamones". Se los lleva a la boca, los chupa en un festín de ruidos marraniles. Y luego expulsa las pepas, con un tropel de ruidos bucales, sobre la acera.

Después se desplaza máquinalmente por la acera. Hace desplazamientos muy cortos. Va, viene, se regresa y vuelta a ir. Mira el suelo y farfulla cosas imcomprensibles. Y sigue escupiendo las pepas de los mamones.

-"Rosa Merrrvidia, mi'jita, amaneciste con las bolas afuera; ¡Qué barbaridad!"; -le grita El Jodedor.

-Mira, coñññu 'e tu madrrre, a mi no me vengas a joderrr porrrque ando caliente.

-No te sulfures, Rosa Merrrvidia; cuéntame tus penas: ¿Cómo está tu esposito?

-Esposito ¡un carajo!: es el "querío" mío. Flojo por demás esa rata, se quedó en el chinchorro esperando que yo me "rebusque" (1) y le lleve plata o comía.

-Rosa Merrrvidia: -¿Y a tí no te arrecuestan tu bolsa de CLAP?

-Mire, pana, esta malandra que usted ve aquí (se golpea fuertemente la pechera con el puño), esta malandra es ADECA, ¡no joda!. Y no como muela (2) ni migajas de ese Gordo Pajúo. "Como con el sudor de mi frente"

-Muy bien dicho Rosa Merrrvidia. Usted come "con el sudor de su frente". Y El Jodedor le mira el sexo agreste que se dibuja tras la licra.

Rosa Merrrvidia percibió el doble sentido de El Jodedor:

-Mire, pana, deje quieto al que esta quieto. Esa bicha es mia y con ella hago lo que me da la gana.

Sin duda alguna "el gordo pajúo" es Nico, El Presidente (también conocido por el pueblo cumanés de las barriadas como "Platanote" y "El Gran Futre").

Y añade Rosa Merrrvidia:

-¡'Toy "pasando filo", pana (3)!; ¡'Toy "frenando en el yerrito" (4), balurdo!¡Y no ando con vania, no le tengo miedo a nada ni a nadie!

La mirada de Rosa Merrrvidia se ha encaratado. Mira raro. Comienza a cobrar un halo tenebroso esta joven. Sigue desplazándose maquinal y robóticamente. Estoy reflexionando si es seguro permancer frente a esta presencia intimidante.

A todas éstas un automóvil lujoso, se ha detenido a pocos metros de nosotros. De el interior del vehículo sale un caballero muy alto, de lentes, que viste reluciente flux y porta un voluminoso maletín. Evidente que se trata de alguien importante.

Rosa Merrrvidia lo sigue con la mirada hasta que sube por las escaleras del edificio que está junto a nosotros.

Rosa Merrrvidia, se rasca la cabeza y le dice al Jodedor: ¡Ay, papacito: mi chance! En ese carro tiene que haber unas vainas bien caras. ¿Viste al tipo? Ese loco seguro que tiene burda (5)'e real. -"¡Cántame la zona, pana!" (6); abro el carro, robo esa vaina y partimos la cochina.

La sonrisa de El Jodedor se le borró del rostro y súbito se ha puesto serio.

-Pero bueno, Chama:-Chica, ... ¿Te vas a poné "pémpa" (7); te vas a poné "estrólis" (8)? Me vas a meté en sendo peo, no joda.

-¿Sendo peo? ¿Cuál peo? Tú no tienes donde caerte muerto. Vamos a ponernos en unos reales. No joda: te faltan cojones. Eso es: ¡no tienes bolas! Bueno, déjalo de ese tamaño.

"¿Qué hago yo aquí con esta loca?" -me digo para mis adentros. Miro hacia el Centro Comercial Ginán y sigue cerrado.

Rosa Merrrvidia se ha detendo. Su turbado cerebro como que arribó a una conclusión. Mira al Jodedor y explica:

-Mire, pana: ¿Usted sabe lo que yo necesito de verdad-verdad?

-¿Qué Rosa Merrrvidia?

-No joda... ¡Un viejo con real, jubila'o, con una cuenta bancaria arrecha y que cobre seguro! Y que me dé real. Bastante real, carajo. No importa que no me furruquée biennn duuuuro. Como yo merezco.

-¡Dios mío! ... ¿Qué está pasando?; ¿La tipa se está refiriendo a mí? -me digo para mis agitados adentros.

Un sentimiento de indefensión se está apoderando de mí. Un frío glacial me recorre la rabadilla. Un temblorcillo se hace presente en las extremidades inferiores. Una sequedad en la cavidad bucal. Y no es miedo. Yo me las he visto en circunstancias mucho peores.

Es que esta creatura que esta delante de mi, es como una suerte de hiena citadina, una perra dientona y mordelona que puede "des-piripichar" al más bravo.

Pero no hay ni un solo instante para hacer reflexiones. Ni dilaciones ni vacilaciones. Debo de, tengo que, estoy obligado, ¡rápido! a hacer algo. Rosa Merrrvidia me mira fija, obsesiva e intimidantemente. Y da un, dos pasos hacia mi humanidad. Miro hacia El Centro Comercial Ginán.

Y en ese instante, en ese micro-nano-segundo en que Rosa Merrrvidia me mira con fijeza amenazante y va a acortar la distancia entre ella y yo ... La Santamaria del Centro Comercial Ginán comienza a levantarse. ¡Gracias Virgen del Valle!

Atravieso la calle. Escucho bocinazos, frenadas y una que otro berrido muy amable de un conductor que me grita: ¡Apárrrtate, Viejo Pajúo! ¿Tú 'tas asegura'o, ah?

Y El Jodedor, que vacilaba a Rosa Merrrrrvidia, que no entendió que pasaba realmente, me grita: ¿Que te pasó, Pure? ¿Por qué corres tú, pana? ¡Hoy no estan pagando seguro!

TERMINOLOGÍA:

(1): "rebusque" (=buscar resolver una dificultad económica con medios lícitos preferiblemente); (2):"comer muela" (=creer discursos engañosos o engañifas verbales); (3): "pasar filo" (=pasar hambre; estar desnutrido como consecuencia de ello); (4): "estar frenando en el yerrito" (=no aguantar más una muy mala situación económica, estar a punto de desfallecer de hambre; carecer de dinero a fin de quincena); (5): "burda" (=bastante, en buena cantidad); (6)"Cantar la zona" (=permancer alerta, cuidándole las espaldas a alguien que comete un delito; de aparecer la policía, por ejemplo, el "cantador de zona" le avisa al delincuente para que se ponga a buen resguardo); (7/8):"ponerse pémpa o estrólis" (=ponerse obtuso, testarudo, negarse a comprender; jerga malandra cumanesa; el autor no ha escuchado le expresión en ninguna otra jerga venezolana)

HASTA PRONTO, CIBER-LECTORES: "NO COMAN MUELA" DE NADIE PERO TAMPOCO SE PONGAN PÉMPA O ESTRÓLIS, PORQUE CAPAZ QUE LES DAN BOLLO O MATARILE.



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Cruz Berbín Salazar


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