¿Se queda Nicolás Maduro?

En los últimos días, un torrente mediático ha generado una situación expectante en Venezuela, en torno al día 10 de enero de 2018. Mucho se ha especulado sobre la posibilidad de una reacción desde el exterior, en contra de la continuidad del presidente Nicolás Maduro.

Los cambios ocurridos en países vecinos, que antes eran aliados políticos del gobierno venezolano, permiten suponer la posibilidad de alianzas entre estas naciones para emprender una intervención militar junto a los Estados Unidos y así evitar la toma de posesión de Maduro, y acabar con este proceso.

Esa especie de cuento chino, de una posible intervención militar, indiscutiblemente favorece al gobierno en su discurso anti imperialista, para insistir en que la causa del desastre económico en Venezuela está en las sanciones de la Casa Blanca, y exculpa al presidente venezolano de toda responsabilidad. Realmente la situación interna de nuestro país indica que aquí no va a pasar nada más sino la imposición de Maduro y la continuidad de esta gestión tan nefasta para los venezolanos.

El show de la juramentación presidencial en Venezuela será la ratificación de la Asamblea Constituyente, como organismo ejecutor de un gobierno personalista, dictatorial e inconstitucional. Se reiniciará el gobierno más represivo en contra de la disidencia, de los adversarios y opositores. Todos saben que la hiperinflación seguirá su rumbo ascendente y el bolívar seguirá cayendo ante un dólar que se utiliza en las transacciones comerciales más simples de la ciudadanía. Desde un repuesto de automóvil, un caucho, la atención en una clínica, la venta de un boleto de viaje, hasta un carro, una casa, fincas, haciendas y para Ud. de contar.

Caracas será el destino de miles de personas llevadas el 10 de enero, en transporte público pagado con dinero de la nación. La satrapía enquistada en Miraflores ratificará su mandato demostrando fuerza social y militar, por encima de cualquier cuestionamiento legal, violentando las leyes, amparada por unas elecciones controladas e impuestas, realizadas fuera del tiempo establecido. La ilegalidad del presidente Maduro está bien clara. Se ha implantado en Venezuela, un gobierno autócrata, personalista, amparado por la Asamblea Constituyente que también fue impuesta por el ejecutivo nacional.

 



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Orlando Balbás

Prof. en Ciencias Sociales. Magister en gerencia educativa. Jubilado del MPPE.

 orlandobalbas27@gmail.com      @orlandobalbas

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