La Hojilla; el mejor programa para justificar un desastre

En sábado 24 de noviembre por casualidad vi, una parte del programa "La Hojilla" donde estaban invitados cuatro analistas políticos, entre ellos se encontraba la economista Pasqualina Curcio.

Hablaban y hacían una similitud de lo sucedido en la extinta URSS con la realidad venezolana, entre verdades y no verdades contaban una historia de lo sucedido en la URSS y el guión aplicado en Venezuela de guerra económica. Apelaban a libros y cifras, donde afirmaban que en la URSS no hubo problemas de producción, simplemente una estrategia de acaparamiento y especulación montada por el enemigo, lo cuál fue el factor fundamental de la caída del socialismo real.

Qué manera tan simplona de analizar y sacar conclusiones de una de las experiencias obligatorias de estudio para todo revolucionario; por eso es que no aprendemos y nos están jodiendo todo el tiempo, por eso chocamos con la misma piedra, porque lo que buscamos es justificaciones, no desentrañar las causas de las derrotas, para poder avanzar en los procesos liberadores.

Si aceptamos, que la URSS cayó porque Gorbachov era un infiltrado y se desarrolló toda una estrategia de guerra económica; entonces abandonemos la lucha por el socialismo; qué sentido tendría avanzar setenta u ochenta años en una revolución y venga un tipo se infiltre y tumbe todo un trabajo colectivo de tantas décadas; entonces, de nada sirven los niveles de conciencia y de organización del pueblo trabajador, de nada sirve el Materialismo Histórico y el Materialismo Dialéctico y sus categorías filosóficas, como instrumentos de análisis de las contradicciones sociales.

Ojo; yo no niego de por si lo de la guerra económica y toda la estrategia imperial, como tampoco la niego en Venezuela, pero todo ese plan imperial hizo efecto en la antigua Unión Soviética como consecuencia de factores internos, que son los que debemos estudiar, porque esos factores con sus particularidades, se están repitiendo en Venezuela; y ha sido el talón de Aquiles de las revoluciones socialistas.

Sí; es cierto, la revolución rusa demostró en sus inicios, que la clase trabajadora puede tomar el cielo por asalto y en las primeras cuatro décadas demostró, que el socialismo es el camino de salvación de los pueblos, pero las causas de la posterior caída del llamado socialismo real no se pueden limitar a lo que esgrimen los analistas invitados esa noche en La Hojilla; que lo hacen más para justificar el desastre que estamos viviendo, que para intentar encontrar salida a la crisis.

Primero; Mijaíl Sergueievich Gorbachov, no fue un traidor confeso, y aclaro esto, de traidor confeso; porque existen traidores que no son militantes de la causa o que fueron en un tiempo y están allí, para hacer su trabajo contrarrevolucionario, ellos están conscientes de su papel de quinta columna, Borís Yeltsin fue un ejemplo claro de traidor confeso; pero existen otros que se creen militantes de la causa revolucionaria, que están convencidos de estar haciendo lo mejor, sin embargo, inconscientemente están tributando para el enemigo histórico. Esa segunda característica, del traidor inconsciente, del que cree que se la está comiendo y la está cagando, corresponde a Gorbachov. Y Nicolás Maduro es un Gorbachov.

Tanto Gorbachov como Maduro son producto de procesos deformados; uno de una revolución que se fue burocratizando hasta desfigurarse y otro de la mala enseñanza de una izquierda que busca el poder a través del lobby, la manipulación, las componendas, intrigas y asechanzas; en fin, los dos son hijos de una misma escuela (el estalinismo, la llaman muchos), no olvidemos que el origen de nuestra izquierda está un multígrafo o batea y en unos estatutos de partido, lanzados por todo el mundo desde Rusia a imagen y semejanza del partido bolchevique.

Por eso a los dos, yo no los llamo traidores confesos, solo son incapaces; uno no pudo encontrar el camino de los soviets, de Lenin y de Trotski, el otro no pudo encausarse por el camino señalado por Chávez.

Es cierto; de la revolución rusa hay que aprender mucho. Y si vemos el último lustro de la URSS, efectivamente nos vamos a encontrar con los manuales de desestabilización empleados por el imperio; pero eso lo conocemos, ahora lo que no queremos enterarnos y allí radica el grave error de los panelistas de esa noche en la Hojilla, es que no respondemos a la interrogante de:

¿Por qué se llega a esa situación?

La Unión Soviética en esos últimos años se parecía a la Venezuela actual, no solamente por las intrigas imperiales sino también por la improvisación de un gobierno y de un presidente que habían perdido la brújula; y un partido (PCUS) extremadamente burocratizado, con una política de captación y promoción de cuadro a través de la cooptación y padrinazgo. Un partido y un Komsomol (Juventud Comunista) que el atractivo que lucían no era el antaño honor patrio y la efervescencia revolucionaria, sino las posibilidades de beneficios personales, acceso a recursos del estado u otras prebendas sociales; en ese partido deformado, en esa sociedad anquilosada, se formó Gorbachov.

Veamos esta descripción a Gorbachov que hizo un miembro del Buró Político del PCUS; VitaIi I. Vorotnikov; un hombre que creyó, acompaño y se decepciono de él, como hoy nos pasa a muchos con Maduro, lean y díganme si no hay semejanza de como se ha manejado el poder en la Venezuela actual:

"…su inteligencia innata, sagacidad, flexibilidad y propensión al subterfugio como un recurso táctico, contribuyeron a que ascendiera rápidamente en el trabajo. A los 39 años se convirtió en el primer secretario más joven de un comité territorial del PCUS y a los cuarenta y siete, en secretario del Comité Central del PCUS.

Siempre adoleció de poseer cierta ambición y vanidad; Gorbachov se distinguía por su habilidad para adaptarse al poder. En su tiempo fascinó a Kulakov, después a Efremov, gozó de la confianza de Brezhnev y de Andropov. Su anhelo por la cima del poder comenzó a manifestarse en él particularmente después de la muerte de Brezhnev, y alcanzó el clímax –hábilmente oculto, pero inevitable–, durante el mandato de Chernenko. Como hemos visto, él aprovechaba la más pequeña oportunidad para mostrar su apoyo y fidelidad al Secretario General, tratar de convertirse en su ayudante insustituible y ««desinteresado»» y así afianzarse sólidamente en el papel de segundo en el partido lo cual logró durante el mandato de Chernenko…….

En la selección de los cuadros era poco escrupuloso. Fácilmente los acercaba a él y de la misma manera se deshacía de ellos, con frecuencia sin fundamentos suficientes; en ocasiones, por calumnias o porque algo no le convenía, por temor a la competencia o por venganza. Él era particularmente susceptible si alguien se manifestaba de forma poco halagadora de su posición, de sus intervenciones o de su comportamiento; entonces mantenía al irreverente cerca, sin apurar determinaciones, pero en el momento oportuno le ajustaba la cuenta sin ninguna compasión….

Hay que decir que las condiciones objetivas a principio de 1984 estaban a su favor. Además, él supo sumar la ayuda de muchos colegas del Buró Político (Ligachov, Zimianin, Chebrikov, Rizhkov y yo.) Sinceramente, durante mucho, pero mucho tiempo ellos y yo creímos en Gorbachov, teníamos confianza en él y no podíamos calcular ni remotamente para qué clase de pugnas él estaba capacitado. Cuando nos dimos cuenta era demasiado tarde: el tren de la seudodemocracia había adquirido ya tal velocidad que era imposible frenarlo……….

Cuando leo las entrevistas que Gorbachov ha venido concediendo desde mediados de 1992, no hago más que preguntarme hasta qué punto él dice la verdad cuando plantea que todo lo que ocurre ahora en la Rusia democrática fue concebido por él desde el principio, es decir, desde los primeros pasos de la perestroíka, pero lo ocultaba e iba avanzando por etapas, paso a paso, por la vía de las reformas democráticas: ««De yo haber proclamado entonces el objetivo final –ha dicho Gorbachov–, me hubieran derrocado inmediatamente...»»

¿Será que está tratando de justificar su fracaso bajo la apariencia inteligente y perspicaz de quien premeditadamente llevó al país con consignas renovadoras del socialismo a un capitalismo salvaje? Francamente, yo no creo en esa confesión."

Efectivamente el camarada Vorotnikov, no le quita responsabilidades en la caída de la URSS, pero tácitamente descarta la tesis de un infiltrado o una quinta columna, dibuja a Gorbachov como un hombre que no estuvo a la altura de esa histórica responsabilidad (como hoy no lo está Nicolás Maduro en Venezuela), Vorotnikov termina diciendo de Gorbachov:

"culpable de lo sucedido y al mismo tiempo –en todo caso esa es mi opinión–, también fue víctima, consciente o no, de la influencia de las fuerzas negativas externas e internas y de circunstancias existentes como consecuencia de modelos políticos heredados del pasado stalinista"

Ese pasado estalinista significó el secuestro de la revolución, recordemos que la Gran Revolución Rusa fue maravillosa, porque fue obra de los trabajadores, el modelo soviético o consejo de trabajadores, fue creación de la clase obrera;

el surgimiento de este modelo de organización de democracia directa, de control obrero que iba más allá de la burocrática organización sindical, desempeñó un inmenso papel en el desarrollo de la Revolución de 1905. Sin los soviets las jornadas de 1905 no habrían podido alcanzar la magnitud de insurrección.

El ingenio de la clase obrera rusa, la originalidad de la nueva organización y el método de lucha empleado, hicieron de los Soviets (constituidos por acción revolucionaria y no por vía formal del estamento burgués) el órgano de poder legítimo de los trabajadores y se transformó en instrumento de la insurrección y en el embrión del futuro estado revolucionario, (Estado Soviético) después de noviembre de 1917.

Pero Jossif Stalin quien en marzo de 1917 – derrocamiento del Zar y revolución burguesa- asumió el papel timorato de apoyo "critico" al gobierno burgués, y quien se mantuvo escéptico a las Tesis de Abril de Lenin que llamaban a "Todo el Poder a los Soviets", jugando a vivo, resultó que se apodero del control del partido a raíz de la enfermedad y muerte de Lenin, emprendiendo una purga contra los históricos de la revolución entre ellos Trotski, a quien encarceló, desterró y posteriormente mando a asesinar, momifico no solo el cuerpo de Lenín, sino sus ideas, aplicó una política de control de los órganos del partido y el estado, que no se detuvo con su muerte en 1953, sino que prosiguió, convirtiéndose en una forma de hacer política de la URSS y del PCUS (y de la izquierda en el resto del mundo) que secuestró el poder del pueblo trabajador, nacido por los años glorioso de 1905, en la fábrica Putilov y refirmado en la Gran Revolución del 7 de noviembre de 1917. .

El secuestro de la revolución por parte de una burocracia, una nomenclatura llego a tal extremo, que el país de los Soviets o mejor dicho el país de los Consejos de Trabajadores, para marzo de 1990 en la elección de los Diputados Populares, que se encargaría de elegir presidente de la república y los representantes del Soviet Supremo; nada más en la República Rusa, que fue la cuna de la revolución y de los Soviets, los diputados obreros y koljosianos (campesinos) electos, representaron un exiguo 6.7%, y en Moscú solo salió un obrero electo.

¿Qué pasó allí, compañeros de la Hojilla?

Que un funcionariado, un estamento de la burocracia, partido-gobierno se convirtió en sujeto del poder, y se adjudicaba el derecho de ser el estado de todos los trabajadores; que ya realmente no existía.

Eso es lo que tenemos que buscar, las causas fundamentales, las causas de raíz que distorsionaron la Gran Revolución Rusa y esas causas son las comunes en casi todas las revoluciones o intentos socialistas frustrados. Y la Revolución Bolivariana no es la excepción.

Veámonos en el espejo hoy de nuestra patria; en las últimas elecciones, como la participación de ese pueblo que era protagonista junto con Chávez, cada día es menos.

Veámonos en el espejo de una nueva dirigencia, de escaladores, que como un Gorbachov ascienden a responsabilidades de gobierno a través del lobby, el padrinazgo y el halago.

Veámonos en el espejo de una militancia no politizada, que imita a sus dirigentes; en las trampas, el lobby y el pragmatismo; que pareciera que el atractivo para estar en el partido son las posibilidades de obtener un beneficio personal.

Veámonos en el espejo de un gobierno-partido, que cada día se cierra al pueblo, que cada día reduce la participación popular, que tiene miedo a las elecciones sindicales, a las elecciones gremiales, a las elecciones comunales. Tiene miedo a que las comunas tomen el control de sus ámbitos.

La misma creación de los CLAP es una muestra de ese temor; ¿Por qué se crearon los CLAP y no le dieron esas atribuciones el gobierno de la comunidad que son los Consejos Comunales? Sencillamente porque los CLAP son exclusividad del Partido y en los Consejos Comunales ya no tienen ese control absoluto. Pareciera que mejor es ir por el camino de AD, de los aparatos apéndices del partido, que ir por el camino de Chávez, el camino del pueblo.

Veámonos en el espejo de las purgas, la judicialización de la crítica, los fusilamientos políticos y morales de líderes históricos del chavismo, sin pruebas ni juicios.

Veámonos en el espejo de decenas de trabajadores petroleros presos, sin el debido proceso, pareciera más, para justificar una ineficiencia del actual gobierno, que la culpa que pudieran tener. Presos en los Gulags criollos.

Esas son las experiencias que arrojan los fracasos del socialismo y no creer que todo se debió al imperio; además el imperio esta para eso, para atacarnos, es nuestro enemigo histórico; la revolución cubana entendió muy bien eso, y ha resistido casi 60 años y solo a 90 millas de la expresión imperial más peligrosa.

Dejémonos de buscar excusa y enfrentemos la realidad, la revolución bolivariana se ha desviado del camino de Chávez.

Viva Chávez

pablofucik21@gmail.com



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