Miren, la horrible tragedia jamás contada…

  1. Estallan truenos y relámpagos y aparecen tres ADIVINAS, una de los Llanos, otra del Caribe y la tercera del sur de la Patria Grande. ADIVINA I.a ¿Qué esperas para el país? ADIVINA 2.a: Un ataque de todas las alevosías. Veo en el horizonte la bruma de una bella bestia ornada con los sueños de los banqueros (cómo aman el petróleo y el oro…): mil bloqueos, unas cuantas derrotas y tres fulminantes victorias a la vista. ADIVINA 3.a ¿Confías en que Nicolás Maduro tendrá la entereza para no amainar el combate y soportar los tremendos embates de esta tormenta? Serán terribles los golpes, algo nunca visto en mil años. ADIVINA I.a: ¿Peor que lo que sufrió Cartago desde Roma,… lo que han padecido Libia, Irak, Afganistán, Libia, Cuba? ADIVINA 2.a Son las 3 de la mañana y no puedo seguir hablando, se avecinan los preparativos de la triste despedida del Gran Comandante… ADIVINA 3.a Está llegando el Vicepresidente Nicolás Maduro, ¡qué horror el presidente ha muerto!, hay ya jaurías aullando desde los montes, ¿qué pretenden? ¿dirigirse hacia todas las grandes ciudades con enormes conatos de incendios?, veremos de qué viene hecho el Vicepresidente…
  2. ADIVINA 2.a hablando para sí: Desde hace cuánto tiempo a lo feo lo han tornado bello y a lo bello feo. ¿Quién posee tan inmenso poder para engañar al mundo durante tanto tiempo?

Flota la ciudad brumas y aires confusos de dolor, de espesas lágrimas y temores. ¡En seguida!

Salen.

En el fragor de los combates más recientes. Entran el Vicepresidente acompañado de su esposa Cilia, de Diosdado y Jorge Rodríguez; se acerca un perrito callejero que andaba deambulando por entre las multitudes adoloridas: BUEN AUGURIO.

INFORMANTE I: Llegan noticias de una sublevación, con notas escuetas de que el gobierno dentro de poco va a ser tomado desde el extranjero.

INFORMANTE II: El Norte no reconocerá de ahora en adelante ninguna elección, y exige tajantemente que no se hable más de ello. Le hace hincapié, señor Vicepresidente, de que cualquier pretensión de elegir un presidente ligado a la ideología del Comandante fallecido será considerado un desafío, una agresión intolerable... Todo anuncia que nos harán una guerra atroz, Vicepresidente, como nunca antes se había conocido.

VICEPRESIDENTE: ¿Qué esperan ustedes de mí?

INFORMANTE II: El Norte, señor Vicepresidente, espera de usted un arreglo pacífico del traspaso del poder a un personaje moderado que no sea ni de izquierda ni de derecha.

VICEPRESIDENTE: es muy claro el mensaje que nos envía entonces: que le entreguemos el poder a uno de la derecha. Está bien. Recuerden (se dirige a todos los que le rodean): cualquier acuerdo con ellos llevará el sello de la infamia. No me fío hoy de la Fortuna, esa que sonríe con sus halagos de puta. ¿Qué más sabes?

INFORMANTE II: llega demasiada información imposible para ser procesada en pocas horas, pero emisarios de Europa y Estados Unidos acaban de anunciar reunión en Washington. Confían en la buena disposición suya para el diálogo, Vicepresidente.

Entra EL CAPITÁN, se cuadra:…

CAPITÁN: Así como donde el sol comienza a relucir estallan truenos y tormentas de naufragio, así, de las fuentes que tenemos a mano brotan desconsuelos. Escuchad, Vicepresidente: estáis rodeado de enemigos en vuestro propio Gabinete. Vemos muchos puñales remozados con estuches de flores y guarnecidos con botones dorados.

VICEPRESIDENTE: ¿Y usted qué harías en mi caso?

CAPITÁN: Como el gorrión al águila o la liebre al león. Lo de la cándidas palomas,… y astuto, señor Vicepresidente, como la serpiente…, pero sepa que se está clamando por mucha sangre en las calles, mucha sangre si usted no se muestra cuerdo y responsable, según ellos.

Entra el Jefe de los actos de ceremonia junto con la comitiva suprema de la revolución. Se produce un largo silencio que rompe el Vicepresidente.

VICEPRESIDENTE: Qué día más terrible y feo, el peor que he visto en mi vida.

Comienzan los saludos: los ministros, todo el tren ejecutivo de PDVSA, … lágrimas, abrazos, temblores en los rostros, conmociones por doquier, rezos y lloros.

Se anuncia la presencia de otro MENSAJERO llegado del Norte: Que aún no se cree lo de la muerte del Comandante; todos en el Norte suponen que se trata de otra argucia, que el Comandante continúa vivo y sigue dando órdenes. Que desean hablar directamente con usted, Vicepresidente, y que eso sería al único acuerdo al que podrían llegar. Aquí tengo una nota muy explícita en la que le dan cinco horas para que se pronuncie positivamente.

VICEPRESIDENTE: No esperaré ni siquiera un segundo para mi respuesta. Dígales que es cierto, que el Comandante sigue vivo y que nos sigue dándonos órdenes. Que aquí nadie se rinde, y nadie llegará jamás a acuerdos con la derecha, vaya ahora mismo y dígaselos.

MENSAJERO: Entonces procederán a los primeros Decretos para la guerra.

VICEPRESIDENTE: Que procedan.

MENSAJERO: Con sanciones fulminantes como las aplicadas a Irak, Libia y Siria.

VICEPRESIDENTE: Que procedan.

MENSAJERO: Con los bloqueos, que no llegarán alimentos ni medicinas, nos atenazarán militarmente desde Colombia, Brasil y Guayana…

VICEPRESIDENTE: Que procedan.

MENSAJERO: con gran pompa se hablará de nuevo del fracaso de socialismo, que para ellos nunca le ha dado felicidad a ningún pueblo; con las sanciones podrán luego decir que usted es un tirano, déspota y dictador, y en nombre de ello asesinarlo…

VICEPRESIDENTE: Que procedan.



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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