Mi palabra

10 de enero ¡La pesadilla!

"Bromear es una de las cosas amenas de la vida,

pero cuesta muchos años de aprendizaje".

Lin Yutang.

De todos los escribientes, en los diferentes medios de comunicación, nos encontramos conocidos, y reconocidos personajes de la vida nacional; algunos destacan por su participación en diferentes actividades en sus largos años de vida, con la capacidad suficiente para enseñar, y dejar sus conocimientos para que germinen, y florezcan en otras mentes, en beneficio de la humanidad; otros simplemente los aborta la política, y parecen unas sirenas descontroladas en medio de la madrugada. También se encuentran los desconocidos–formo parte de ellos– pero en este grupo, sobresalen los que quieren acelerar la máquina del tiempo, lanzando mensajes tan descabellados, que parecen travesuras de niños, sin embargo, causan mucho daño, porque consiguen, quienes los repitan, y como la comunicación en estos momentos es tan dinámica–sobre todo en el caso de Venezuela–los riegan, como pólvora a través de las redes sociales.

Muchos incitadores a la violencia a través de la escritura, están obviando el último mes del año, y pasaron directo a enero del 2019, para anclarse en el 10, el cual cargan atravesado en la mente, sufriendo una verdadera pesadilla que no los deja dormir; poco les importa las cosas bellas, que nos ofrece la vida, en el mes de diciembre, a pesar de la grave crisis económica; con simplemente recordar la vida ejemplar de un hombre, nacido para la libertad, y guía para los desposeídos del mundo: Jesús de Nazaret; es un motivo por demás gratificante. La navidad, y la llegada del año nuevo, nos impulsan a estrechar a la familia, con el amor más inmenso de nuestro corazón.

Estoy consciente en las grandes dificultades del momento; nadie puede negar la grave crisis del país, pero algunos atragantados están repitiendo el mismo libreto, que le aplicaron al Comandante Chávez en el 2002, ayudando al imperialismo en tratar de conseguir su objetivo: acabar con el gobierno de Nicolás Maduro. El 10, lo han tomado, como una fecha tope para salir del gobierno–una guerra avisada– los escritos de varios articulistas, sirven para alertarnos de su obsesionada idea; precisamente ese plazo, es el punto de referencia para iniciar Maduro, un nuevo periodo constitucional. Lo preocupante de todo esto, es que este grupo andan buscando, justamente lo que no van a encontrar–la desesperación es mala consejera– a pesar de la ayuda de Donald Trump, y el grupo de gobiernos secuaces, que evaden los problemas de sus países, arremetiendo en una verdadera cayapa contra Venezuela. La actitud del presidente de Colombia Iván Duque, nos confirma una verdad muy difícil de rebatir: ¡Quieren esconder sus problemas con la guerra! En lo largo y ancho del país hermano se vienen levantando movimientos en rechazo a la política entreguista de la nueva marioneta de Álvaro Uribe Vélez, quien cada día enseña su incontrolable odio hacia Venezuela, para congraciarse con Donald Trump.

Todos los indicativos para el 10 de enero, los presenta un sector de la oposición, como el comienzo de una guerra, buscando revivir el fascismo. Siguen con la idea de la violencia, la única manera de llegar al poder, aun, cuando todos sus movimientos para encender la pradera, son apagados, y después se presentan, como unas víctimas del gobierno. Desde la llegada del Comandante Chávez, han venido ensayando, y poniendo en práctica métodos dirigidos por los gobiernos estadounidenses.

Algunos escritos parecen cosas de bromas, como los que viene presentando en serie Rafael Enrique Chacón, pero en política, y más por las constantes amenazas, nada lo podemos agarrar a manera de chiste, ni darlos, como unas necedades. Son tan bromistas estos señores, que niegan todo lo expresado por el gobierno de Maduro, pero le hacen creer a sus seguidores, que el fin del proceso bolivariano, es precisamente el 10 de enero. Siguen alimentando vagas ilusiones, y por eso van de fracaso en fracaso, montados en un tobogán. Lo único cierto, y por nada del mundo lo podemos descartar, ni siquiera en broma, van a seguir con: el sabotaje, la guerra económica, las amenazas y el constante chantaje del imperialismo; antes esta realidad, la verdadera labor de los que en verdad aman a la patria, es ayudar a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, y a Vladimir Padrino, en detener un baño de sangre. La paz se garantiza enfrentando a los traidores, y extremistas; muchos de ellos se presentan con la fórmula para inmunizar al país contra la corrupción; parece cosa de broma.



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Narciso Torrealba


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