Sinvema y Fenatev: Sodoma y Gomorra

Si alguien quisiera explicarse, de forma sencilla y rápida, la estrepitosa quiebra política de la oposición venezolana, aun en la compleja situación que vive el proceso revolucionario asediado por el terrorismo económico que precariza la vida de todo el pueblo. Si en una sola receta, espera alguien conocer los ingredientes patéticos que han llevado al subsuelo la credibilidad que pudo haber despertado en el electorado venezolano algún sector derechista, bastaría ver el obsceno proceder de dos mafias inmobiliarias disfrazadas de organizaciones sindicales bajo las siglas: Sinvema y Fenatev.

Esta semana, como si se tratara de una burla deliberada contra la memoria y legado de Andrés Bello, los pandilleros inmobiliarios que siguen enquistados en los "sindicatos magisteriales" de Barinas, reincidieron en su vergonzoso llamado a paros injustificados contra el, sagrado, derecho a la Educación de nuestros niños y niñas. Como el cíclope que tropieza y tropieza con la misma piedra, los embaucadores siguen festejando lo que tanto condena el pueblo y el verdadero Magisterio; usar del ardid, la trampa, la mentira para impedirle a los consentidos de la Patria, recibir, junto a sus Maestras y Maestros, el Adviento, el Abrazo en Familia, el Natalicio de Andrés Bello y los cierres de proyectos de aprendizaje.

Curtidos como están en la estafa, los impresentables "líderes" de Sinvema y Fenatev -que llevan la costra imborrable de haber engañado a miles de docentes con los paquetes chilenos "Belén San Juan" y "Ciudad Magisterial"- reparten a diestra y siniestra permisos sindicales chimbos para "amparar" al puñado de reposeros que frecuentan la Casa del Educador en Barinas, con el único objetivo de ausentarse de las escuelas, haciendo alarde de sindicalistas, cuando en verdad se han lucrado y envilecido en lo más bajo de la politiquería, pulverizando aquellos votos que llegaron a confiar en una oposición democrática y, aparentemente, decente, venida a la quiebra por no estar a la altura de un Pueblo que valora, altamente, la Educación y el Trabajo, como sus procesos fundamentales.

Mientras los estafadores de Belén San Juan y la Ciudad Magisterial reparten en las equinas permisos chimbos, como aquellos recibos falsos con los cuales engañaron a las víctimas de sus fantasmales urbanismos, los auténticos Maestros y Maestras, niñas, niños y jóvenes, padres y representantes, llenan de alegría, colorido, cultura y deporte las instituciones educativas de Barinas, demostrando que la vocación docente es indetenible, como se vivió en los liceos donde iniciaron los intercursos, las escuelas con sus expoferias y la masiva participación en los Congresos Pedagógicos por toda la geografía llanera, donde el ejemplo de Robinson y Andrés Bello palpita vigoroso, para orgullo del Pueblo Docente.

Vale afirmar también que esa pasión educativa es mérito propio de la base magisterial, cuya moral y movilización está muy por encima del Despacho de Zona. De hecho, hace años que la dirección educativa no toma en cuenta la trayectoria robinsoniana y pareciera más bien recurrir a métodos hedonistas, pero como el Magisterio está por encima de su dirigencia (parafraseando a Gaitán) la Educación Bolivariana seguirá venciendo la infeliz pretensión de la derecha sindicalera empeñada en cerrarle las Escuelas a los niños de la Patria.



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Joaquín Román Rondón Santiago

Profesor universitario

 unellezjoaquin@gmail.com      @LaGuaratara

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