Hablar en soberano

Una Ciber-Crónica escrita por El Brutacho de El Tal Cucho Berbín que desea, a como de lugar, hablar "en soberano".

No sé que está ocurriendo en el resto de Mi Patria. No sé si todos son soberano-hablantes ya. Por estos días visito Cumaná. Y el sentimiento que me embarga es el de una de estas series de ciencia-ficción post-apocalípticas gringas. Suele ocurrir un zaperoquero de explosiones nucleares. Las películas gringas -¡por razones patrióticas, supongo!- nunca aclaran que el país más voluntarioso para ocasionar Un Desnalgue Nuclear de Proporciones Universales es, precisamente, el de ellos. Pero la imagen que rescato es que en estos filmes, suelen quedar sobrevivientes, escondidos en cuevas de los desiertos, sin saber que ocurrió con el resto de los bichos humanos. "Cuando salí huyendo veloz cual Ratoncito Speedy González, solo alcancé a ver la expansión de una llamarada rojiza tras los cerros de mi nativo y muy amado Springfield y a oír el berrido de vaca en celo de La Obesa Abuela Rosy que se disponía a preparar su afamado y ricotón apple pie; Oh, Gosh! ¿No quedaría a little bit of apple pie (una ñinguitica de pastel de pái de manzana)?".

Por la crisis ya no se publican revistas de antropo y etnolingüística como otrora. Por allí yo me enteraba del fuerte rechazo de las comunidades criollas a los aborígenes que solo hablaban su lengua materna. ¿Qué sé yo? Barí, Wayuu, Yukpa, Warao, Baniva, E'ñema, Güajibo... Son cuarenta lenguas además del español, el lenguaje oficial. Lenguaje importado que nos impusieron, muy amablemente, Los Invasores Españoles a punta de arcabuzazos, espadazos, cañonazos, coñazos, arañazos, trompones, sopla-mocos, empellones, pólvora, perros, caballos y armaduras. Y ostias, jaculatorias y santiguadas de curas. Y como guinda de la torta, una ñinguita de sífilis. Para suerte nuestra, El País de Ciencia Inquisitorial más Avanzada de aquella época, era La Madre Patria. ¡La Suya por si acaso!

Fin de la digresión. A esas lenguas balurdas, anacrónicas, que ya NO habla la gente decente, de cultura de raigambre mayamera, que domina El Exquisito Arte de Comer con Cubiertos; a esas lenguas sin pedigrí, tendremos que agregar el pasado de moda dialecto bolívar-fuerte-parlante.

Tendremos nosotros los viejos que solo somos bolívar-fuerte-parlantes ir a Academias donde se nos enseñe el novedoso (¡y muy prestigioso!) Lenguaje Soberano. Yo he visto a más de un viejito regañado porque pregunta: ¿Y cuánto es eso en "plata vieja", mijó? "No tengo tiempo para enseñarle, viejo", le espetó un joven vende-yuca, candidato imbatible a la RADLLS -Real Acedemia de La Lengua Soberana.Sin chispa de compasión, El Andrés Bello y Shakespeare de La Yuca. Me sentí solidario (en silencio) pero NO osé decirle nada al vende-yuca para que me ripostara de igual o peor manera. Y yo mejor ando por ahí en plan de viejito que sonríe, saluda buenos días, buenas tardes, etcétera, y hasta chistecitos hago.

Pero sé, -¡también!-, que si me violentan o me irrespetan yo reacciono NO siempre de manera muy educada que digamos.
A una empleada de un super, muy bonitica ella, le digo, sonrisita y chistecito introductorio de por medio: "Explícame, hija, con paciencia, por favor, que yo no he estudiado mucho; tengo apenas un sexto grado; pero como el de Alfaro Ucero, "un sexto grado de los de antes". Sexto grado de los de antes (Toñito Ledezma, dixit).

Creo que la tipa va a captar la ironía ¡pero no!... pela por un papelito y -¡Jejejeje!- empieza un jueguito gráfico con un monifatico que pintó en el papel. Y me explica La Algebráica Ciencia de Los Cinco Ceros. El Nuevo Paradigma Monetario: "Mire, mi viejito, si a usted le dicen 1O, usted le pinta cinco ceritos para acá; y si no al revés". Y como yo me tengo que ir en volandillas a publicar mi ciber-crónica en un ciber-café cercano, le doy gracias y hago un chistecito de cierre comunicativo: "Hija, en vez de estar detrás de esa caja registradora, aguantándole tanta vaina a tanto Bicho ADECO que pasa por aquí, deberías estar en una escuela como educadora; tienes facultades didácticas natas"; -"Eso me han dicho mi viejito lindito, muchos amiguitos; pero pagan muy poquiticos churupitos y yo tengo dos chamitos chiquiticos (...)" -me dice, en jerga semántica creciente de retahíla de diminutivos; pero es menestar que me vaya o NO sale mi ciber-crónica.

Ayer en la tarde un Vende-Cambur, otro lingüista experto en jerga-soberano, como me atrevo a preguntarle cortésmente por el precio de sus cambures, me dice de lo más groserito él: -"¿Tú no 'tas viendo los números, viejo er coññño?"; (se refería a una cifra muy mal garrapateada sobre un percudido cartón). Y añade: ¡APRENDE a hablá, pajúo! ¿A HABLAR? ¿Eso NO tiene que ver con tu Lingüística, Cucho-Cuchito? Me digo para mis sabiondos adentros. Y decido ponerme acidito, impertinentico e ironoquito.

"Sí, mi niño. Yo fui alfabetizado. Incluso, por estos días, escribo en soporte electrónico". -"¿Ele-qué...viejo?"; -"Ele-nada, nene. Eso que tienes ahí son números arábigos, muy mal escritos, por cierto. Te hace falta como un cursito de INCE-Chávez. Y, otra cosita, yo soy profesor de Lingüística, La Ciencia del Lenguaje y sé ENSEÑAR a HABLAR".

Primero hay extrañeza ante mis parrafadas. No entendió ni un diptongo partido por la mitad. Muchísimo menos una sinalefa. Después toma el peso de mala manera. El peso se bambolea enigmáticamente en el aire. Obviamente NO es La Fuerza de Gravedad. Y me digo: -"Si vas a huir, huye ahora; después será demasiado tarde". Y decido marcharme, con toda la increíble velocidad "fláshica" con que se mueven mis extremidades inferiores de 66 añitos, recién cumpliditos.

Esta mañana ocurrió un incidente similar. No busco los encontronazos verbales. Llevo todas las de perder por razones de edad. Pero si me violentan, mando el miedo pal mismísimo carajo y respondo en los mismos términos en que se me hostiga.

Estaba frente a un almacén donde venden harina pre-cocida subsidiada. Cada quien tiene derecho a cuatro paqueticos de un kilo. Los bachaqueros, -¡ignoro que magia cirsense usan!- se llevan un sacote bien grandotote. Que después venden en el mercado al precio que les sale del forro de ... la axila. Un viejo trae un paquetico que logró asir en la rebatiña. El precio está marcado en un número muy chiquitico y además punteado. Como el plástico es transparente tampoco se aprecia bien la suma. Y le pregunto.

Y un necio -¡de los que ejerciendo su función de NECIOS ... "necean"!- interrumpe para asumir la misma actitud del Doctor Honoris Causa Vende-Cambur. Lo de "estos viejos pajúos que no aprenden a hablá". ¡Qué vaina tan seeeeria! "-Mire, joven, yo a usted no le estoy preguntando un coññññño! ¿Oyó? Yo estoy hablando con este señorrrr".

Y se va a prender el merequetengue y éste es un grandullón que, aparte de llevarme muchos centímetros de ventaja en estatura, tiene una facha de Gorila Estentóreo de los Parajes Selvático-Montañosos del Congo o de Los Terrenos Anegadizos de Tasmania. Está sentado pero le veo la intención de pararse y volterame de un buen sopla-mocos. En situaciones como éstas, frente a viejos chuchumecos y temblecos, estos Bichangos Asalvajados, suelen ser ... ¡muuuy valientes! Intercambio algunas frases satíricas y osadas con él ... pero estoy mosca con los carros. Frrrrena un taxi justo junto a mi y yo me introduzco violentamente. -"¿Para dónde va, maestro?"; -"¡Arranca duro, carajo!"; -"¿Cuanto me va a pagá?"; -"Arranca duro y hablamos".
El taxista entiende y se larga presuroso. Veo por el retrovisor y capto al Gorila Parla-Soberano haciendo gestos amenazadores.

¿No habrá un C.D. o tutorial de Idioma Soberano para aprender, ¡violentamente!, las nuevas formas lingüísticas para comprar en este país?

Post Scriptum:
Un leve "gugléo" posterior en el cyber me dió: www.paralasoberano.com, www.adjuventudacude.com; www.nichearistobulo.com y www.ñangaralingüistico.com //

CIBER-LECTORES VEJUCOS MÍOS: ¡NO SEÁIS REACIOS, APRENDED LA NACIENTE LENGUA PARLA-SOBERANA!



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Cruz Berbín Salazar


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