La política cedió paso a la miseria

El estamento político que consiguió elevar la mediocridad a niveles nunca visto, que hizo de la política un torneo de mentiras y cinismo, ya no cumple un papel en la sociedad. No consigue conducir, no distrae, al contrario, es rechazado, ignorado por el cuerpo social. En otras palabras, la sociedad va a la deriva, sin gobierno, sin oposición, sin esperanzas. La política perdió su poder de llegar a las masas, no las mueve, no las toca, ahora la política es un cadáver.

Hoy no se hace política, sólo se pretende manipular de manera descarada a una población que ya es inmune a las maniobras de los gobernantes y de la oposición. El estamento político se separó de la masa, el espacio que debía ocupar, su papel de integrador, conductor de la sociedad está vacío. La situación es delicada, compleja, para entenderla debemos analizar dos componentes: esta sociedad, su historia, su espíritu, y la situación en que hoy se encuentra. Veamos.

La sociedad se desintegra, emigra hacia afuera del país, y también hacia adentro de millones de egoísmos, la sociedad está huérfana. No obstante, en el fondo del alma colectiva yace una historia de rebeldía, de alta política que viene desde antes de 1810, Jose Leonardo es emblema de esa rebeldía que este pueblo no ha dejado de parir. El continente está regado de la sangre bravía de los soldados de Bolívar. Aquí adentro no ha faltado nunca la reserva de dignidad y decoro frente a la injusticia, siempre surgieron hombres en los que resplandece la heroicidad de nuestra historia.

La situación es compleja, la política soporte fundamental de una sociedad cedió su espacio a la miseria material y espiritual, una clase política agotada, una historia heroica, estos son los componentes de la realidad.

Es necesario recomponer a la sociedad toda, a su dirigencia, a la economía, rescatar las condiciones para la vida, es urgente un rescate moral, regresar a la solidaridad, a la fraternidad que nos distinguió en el pasado. Nuestro drama no es sólo político, no se trata sólo de salir del madurismo, menos de tomar algunas medidas económicas. La sociedad necesita un estremecimiento desde sus bases mismas, todo debe ser cambiado, empezando por las relaciones entre los humanos y de estos con la naturaleza, con el trabajo, restablecer la relación esfuerzo-logro, desechar la limosna. La tarea es inmensa. No la puede realizar la democracia burguesa, la cuarta república, de allá venimos, sabemos que está agotada, no tiene nada que ofrecer, no puede resolver el descomunal problema que hoy vivimos. El madurismo es impotente para descifrar el problema que él mismo creó, no tiene proyecto, no tiene ideas, se agotó sumergido en la pequeña política. La tarea de reconstruir a la Patria no la puede realizar una dictadura fascista, como la que asoma en el horizonte, que basa su accionar en la represión y el fanatismo.

El entusiasmo que requiere la tarea, el esfuerzo necesario, la comprensión indispensable sólo puede conseguirse recuperando la pasión, el temple, la fraternidad, el desprendimiento, el sentido de sociedad que insuflaron en el alma colectiva los grandes próceres, Bolívar, Zamora, Chávez. Sólo desde ese espíritu se puede volver a soldar los pedazos de la sociedad y refundar la Patria. Aún quedan hombres y mujeres aptos para recuperar ese espíritu, para emprender la hazaña y el sacrificio de dirigir la reconstrucción de la Patria…



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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